Elecciones catalanas 2024
El «independentismo ultra» sacude la pugna identitaria en la Cataluña interior
Aliança Catalana compite el 12 de mayo con Junts, ERC y la CUP en algunas zonas de Cataluña, y aspira a irrumpir en el Parlament
Cataluña, ante el espejo
Sílvia Orriols, en julio, tras hacerse con el bastón de mando de Ripoll (Gerona) y rodeada de seguidores de Aliança Catalana
A poco más de tres semanas de la cita con las urnas, ninguna encuesta da por hecho que Aliança Catalana obtendrá representación en el próximo Parlamento de Cataluña. Lo que es seguro es que el partido político que lidera Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll (Gerona), ... tendrá papeleta el 12 de mayo, pues ha conseguido los avales necesarios. Sin embargo, existe un runrún político-mediático que cree que Orriols además conseguirá acta de diputada. Este fenómeno político recorre ciertos ambientes de Cataluña. Orriols es el independentismo de tintes xenófobos sin careta, sin escrúpulos. Una posición que preocupa en las instituciones.
Hace unos días, Orriols confirmó que daba el salto a la política regional con un vídeo cargado de esencialismo y radicalidad discursiva, y distribuido por las redes sociales de internet. Pedía a los catalanes que apoyasen su decisión para «salvar Cataluña», porque la comunidad, desde su punto de vista, está en peligro de «extinción» por la «inseguridad», la «violencia» y el «fanatismo» religioso, especialmente el islamista, que se vive en las calles. El pilar central de su crítica a los partidos políticos con representación en las instituciones es que estos han normalizado «el islamismo» permitiendo una invasión de inmigrantes y subvencionando a «otras comunidades» del resto de España.
La mezcla de la defensa del secesionismo y grandes gotas cargadas de xenofobia es un cóctel que, hasta la fecha, lo centrifugaban los partidos nacionalistas. La consolidación de Vox ha obligado al resto de partidos a tener que tratar, opinar y posicionarse sobre la gestión de la inmigración. En España, el 18,1% de su población es extranjera, según Eurostat. Un dato que supera a Francia y se acerca a Alemania. Y este porcentaje sube en Cataluña hasta el 24%, el mismo que en la Comunidad de Madrid y solo por debajo de las islas Baleares (27%).
Así, Orriols se dirige directamente al esencialismo. Al miedo al cambio. A 'perder' lo que es Cataluña. Una Cataluña catalana y solo catalana. «Es la hora de que el 'seny' y el orden vuelvan a Cataluña, es la hora de infringir la corrección política, es la hora de restituir el Estado catalán, de recuperar todas las competencias y de ejercer el control fronterizo», señaló en su vídeo de presentación. Y defendió que su partido, desde el Parlamento autonómico, salvará Cataluña para darle «un futuro digno, próspero y seguro a nuestros hijos».
¿Es suficiente apelar a una supuesta inmutabilidad de Cataluña, ya sea para dejar de ser «una colonia de España» o para evitar «una invasión» de extranjeros para conseguir unos escaños en Barcelona? Varios expertos consultados por ABC cuestionan que con estos mimbres Orriols consiga su objetivo. En resumen: su mensaje tiene mucho competidor y no tiene tiempo para una campaña en condiciones.
Para ver esta página correctamente ve a la versión web
ContinuarToni Aira es profesor de Comunicación Política de la Universidad Pompeu Fabra-BSM y apunta que el discurso de Aliança Catalana «puede tener un público potencial en lugares donde la cuestión migratoria genera conflictos o situaciones en las que se manifiesta un cierto malestar«, pero duda que este mismo mensaje cale en otros puntos de Cataluña.
En esta línea, pero matizando algo las palabras de Aira, Montserrat Baras recuerda que «el tema de la inmigración no cuenta demasiado en unas elecciones autonómicas». Para esta profesora de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona, ya jubilada, esta es «una etiqueta» o «una bandera», además, que tiene muy apropiada Vox. Pero Orriols se diferencia de los de Ignacio Garriga en el meollo nacionalista, que «está muy disputado» con ERC y Junts. Y advierte que la competición es desigual: «Puigdemont arrastra voto en este tema».
En 2010, Solidaritat Catalana per la Independència consiguió cuatro escaños en las autonómicas. La lista la lideraba Joan Laporta, que ya había sido presidente del F. C. Barcelona. Esta formación –entonces, nueva en el panorama catalán– se nutrió de militantes, cuadros y votantes de CiU y ERC. Alfons López Tena fue uno de los cuatro diputados autonómicos. Y ahora está convencido de que Orriols no conseguirá un solo escaño. «En 2010 lo hicimos en cuatro meses y fue muy difícil. Aliança Catalana, más allá de Orriols, no existe», recuerda.
López Tena, que ahora ve la política desde la distancia, asegura que la aparición de Orriols solo afectará a Junts, ERC y la CUP. «El planteamiento de fondo es que Cataluña está amenazada. En los municipios en los que Junts, ERC y la CUP tienen una hegemonía total, con el 80% del voto por ejemplo, el votante considera que los independentistas van a ganar, por lo que se puede permitir un voto 'protesta'«. ¿En qué lugares? »En el interior de la provincia de Barcelona, las montañas de Tarragona, un poco de Lérida, hacia Manresa y Gerona«.
Aira no es tan tajante y pone sobre la mesa la participación. «Si es alta, es improbable que entren; pero si es baja, veremos». Y recuerda que existió otro fenómeno político a nivel local con tintes xenófobos llamado Plataforma per Catalunya. «No eran independentistas», rememora. Y López Tena concluye: «Estos se fueron todos a Vox».