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Entrevista

Guillermo Díaz: «La Ley de Memoria Democrática es una puñalada del sanchismo al mejor PSOE»

El diputado de Ciudadanos critica la «memoria selectiva» del Gobierno y su alianza con EH Bildu

Guillermo Díaz, diputado de Ciudadanos, en la sede del partido ABC
Juan Casillas Bayo

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Guillermo Díaz (Melilla, 1978) compagina estos días su nueva labor como portavoz del equipo para la refundación de Ciudadanos (Cs) con su papel de diputado en el Congreso. Es ahí, con destacadas intervenciones, donde se ganó el respeto y la confianza de Inés Arrimadas para convertirse en uno de sus hombres fuertes en el grupo parlamentario. El lunes volvió a conseguir el aplauso de su líder con su intervención en la Comisión Constitucional para defender el voto en contra de su partido a la Ley de Memoria Democrática.

—Su intervención en la Comisión Constitucional del Congreso levantó tantos aplausos como críticas. ¿Es sintomático de la situación política?

—Es sintomático de la bipolaridad buscada. Esto está buscado. Es intentar sacar rédito electoral del pasado. Es un uso torticero de la historia de España, del dolor ajeno, de víctimas que nada tienen que ver con los políticos que hoy intentan utilizarlas. Es todo un tanto deshonesto. Para apoyar esta ley, en un inicio, ahora ya es inapoyable, planteamos una ley de víctimas que impidiera los homenajes a terroristas, la humillación a las víctimas del terrorismo, mientras al mismo tiempo se penalizaban los homenajes al franquismo. O todos o ninguno. La división es inmoral.

—Cuando estaban dispuestos a negociar una ley a cambio de otra, algo bueno verían en la de Memoria Democrática, ¿no?

—Nosotros creemos que la Ley de Memoria Histórica [la del 2007] estaba bien. También les avisamos que vía enmiendas íbamos a modificar muchas otras cosas aparte de la exigencia principal, que era nuestra ley de víctimas. Pero es cierto que era mejorable el trabajo en la recuperación de restos humanos de las cunetas. Esas cuestiones, evidentemente, son importantes y se deben apoyar. La cuestión es cuando realmente lo que hay detrás de esto no es eso.

—La víspera de votarse su ley de víctimas, el colectivo de presos de ETA pide el fin de los 'ongi etorri'. ¿Casualidad?

—No. Sobre todo porque en menos de un mes se reanudaron. Esto fue un balón de oxígeno que le lanzaron al Gobierno para poder votar, no diría que cómodamente, pero al menos diciendo que la ley no era necesaria porque ya habían dicho que no querían homenajes los portavoces de los etarras. Yo les dije que a los etarras no se les escucha. Pero ellos sí les escucharon. Y les engañaron. Detrás de esto lo que hay es una operación de blanqueamiento. El verdadero precio de Bildu es su normalización como actor político. Bildu, recuerdo, tiene más de una veintena de etarras entre sus cargos.

«Si seleccionan, no es memoria democrática, sino memoria selectiva. Hay un uso pernicioso del dolor ajeno»

—¿A qué se refiere cuando habla de 'memoria selectiva' en la ley?

—Digo memoria selectiva porque se escoge la víctima a proteger. Se protege la memoria de un niño que muere en el bombardeo de Guernica y se prohíbe el homenaje a sus asesinos, a los nazis que bombardearon Guernica, pero no se prohíbe el homenaje al asesino del niño volado en pedazos en Erandio. Son ellos quienes tienen la carga de la prueba de explicar por qué unos niños sí y otros no. Y si no, están seleccionando. Y si seleccionan, no es memoria democrática, sino memoria selectiva. Y seleccionan en función de la utilidad para ellos. Por eso hay un uso pernicioso del dolor ajeno.

—Una de las enmiendas de PSOE y Unidas Podemos pone el foco en la Ley de la Amnistía de 1977. ¿Está en juego la reconciliación de la Transición?

—Hay un ataque directo a ese periodo. Tenemos a nuestro favor los hechos. Hay cuestiones de la Transición que son indiscutibles. Hay mucha documentación. Hay mucho soporte gráfico. Pero es verdad que en estos tiempos de posverdad y relativismo todo está en cuestión.

—El PSOE insiste en que la ley reivindica la amnistía.

—Es sorber y soplar a la vez. Si reivindicas la amnistía, no puedes estar hablando de reabrir todo lo anterior. Tienen que aclararse. Es absolutamente contradictorio.

«Es impensable que a principios de siglo un político sobreviviera a la cantidad de mentiras y faltas de palabra que ha tenido el presidente del Gobierno»

—En solo tres años, Pedro Sánchez ha pasado de prometer que jamás negociaría con Bildu a pactar con ellos la Ley de Memoria Democrática. ¿Es un punto de no retorno del PSOE?

—Sí. De hecho creo que es una noticia nefasta para los españoles que no haya un partido socialdemócrata homologable con el resto de Europa. Iba a decir líquido, pero es que el PSOE con Sánchez ya no es que sea líquido, es gaseoso con sus principios. Esto es posible por las dinámicas comunicativas y de relato que se han ido imponiendo en la sociedad. Es impensable que a principios de siglo un político sobreviviera a la cantidad de mentiras y de faltas de palabra que ha tenido el actual presidente del Gobierno. No es más que imitar a [Donald] Trump.

—Han salido históricos del PSOE a criticar la ley mientras el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero la bendecía. ¿Ha ganado esa segunda alma del PSOE?

—Yo recuerdo con estupor cómo en el atentado de la T4 la primera reacción de Zapatero fue decir que había sido un accidente. Lo recuerdo perfectamente. Ahí está la madre del cordero, el principio de la nefasta deriva a la que se nos ha llevado ahora. El sanchismo es hijo del zapaterismo en esto. Zapatero venía a decir más o menos que los etarras habían puesto las bombas de la T4, pero que habían matado sin querer. Como si las bombas se pusieran para hacer ruido o celebrar una verbena.

—Bildu presume de que se ha ampliado con la enmienda pactada con ellos el ámbito temporal de la ley hasta 1983 y el PSOE lo limita a una comisión sin vía judicial que no afecta al grueso de la norma. ¿Qué opina?

—Fíjese que Bildu explica la enmienda en una frase y el PSOE tiene que estar dando explicaciones minutos. Deja claro qué es lo que hay detrás de esto. Esto es una puñalada del peor Partido Socialista al mejor Partido Socialista. Esto es una puñalada del sanchismo a Felipe González. La portavoz de Bildu dijo en la comisión que era franquismo en su concepción más extensa e incluía hasta el año 83. Es decir, considera el primer año de gobierno de Felipe González, del PSOE, como un franquismo extendido. Si yo me rebelo ante eso y no soy del PSOE, no entiendo cómo el PSOE no salió a dar una rueda de prensa, a pegar un portazo. Tenía una oportunidad estupenda para cortar cualquier tipo de relación con Bildu. No solo no la cortan, sino que la intensifican. Ellos verán. El vaciado moral de absolutamente todo te puede dar resultado a corto plazo, pero puede ser letal a medio.

—¿Tiene la sensación de que con otra aritmética parlamentaria nada de esto habría pasado?

—Estoy seguro. De hecho es lo que venimos diciendo desde el inicio de la legislatura. Empezamos pidiendo la idea de la vía 221, pero ahora ya se nos antoja todo absolutamente imposible. Este hombre [Sánchez] ha volado todos los puentes, ha cruzado todos los 'rubicones' posibles y estamos en una situación de no retorno. Y creo que Pedro Sánchez lo sabe además.

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