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La guardiamarina Borbón Ortiz, cinco meses de navegación a bordo del Elcano

La Princesa embarcará en enero en Cádiz y cruzará el Atlántico hasta Nueva York

La Infanta Sofía presidirá en diciembre su primer acto

La Princesa de Asturias en la Escuela Naval Militar de Marín efe
Pilar De la Cuesta

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El 11 de enero de 2025 es una fecha marcada en rojo en el calendario de la Princesa Leonor. Ese día, la Heredera, igual que hiciera su padre en el año 1987, embarcará en el buque-escuela de la Armada, el Juan Sebastián de Elcano, para compartir con sus compañeros guardiamarinas cinco meses de navegación. En total, más de 17.000 millas náuticas recorridas, 140 días de singladura en la mar y parada en ocho países: Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia, República Dominicana y Estados Unidos.

La Princesa ingresó el pasado mes de agosto en la Escuela Naval de Marín para completar su segundo año de formación militar. Tras unos meses de formación, Doña Leonor y sus compañeros iniciarán uno de sus hitos más importantes como alumnos de la Escuela Naval: embarcarán en el Juan Sebastián de Elcano como guardiamarinas del XCVII crucero de instrucción.

La singladura partirá el 11 de enero de Cádiz y se prolongará durante seis meses, hasta el 21 de julio, aunque la Princesa se perderá la travesía final de vuelta porque desde Nueva York regresará en avión a España. Durante ese mes en el que sus compañeros estén cruzando el Atlántico de vuelta, Leonor embarcará en una fragata para continuar con su formación marinera y naval. Pese a todo, volverá a unirse a sus compañeros en Gijón el 7 de julio para realizar con ellos la última singladura hasta Marín, con parada antes en Ferrol.

Todos los alumnos de la Escuela Naval de la Armada embarcan cada año en el Elcano como parte de su formación. El buque contribuye además a la acción exterior del Estado con actividades de diplomacia en los puertos en los que atraca durante la travesía. Una «embajada flotante» de España, como definió el almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante general Antonio Piñeiro.

Viento a favor

En su XCVII crucero, el buque, con Leonor como guardiamarina de honor, hará sus primeras paradas en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, seis días iniciales de navegación que sirven a los alumnos para adaptarse a la navegación. A partir de ahí afrontará casi un mes de singladura (22 días de mar) hasta alcanzar el puerto brasileño de Salvador de Bahía, donde atracará el 14 de febrero. Un trayecto que tratarán de hacer todo a vela, aprovechando el viento y capeando con las 'calmas ecuatoriales' que pondrán a prueba su pericia.

De ahí navegará hasta Montevideo (Uruguay) e iniciará entonces uno de los momentos más delicados e importantes de la travesía, que consistirá en atravesar el estrecho de Magallanes para atracar en Punta Arenas, conocido como el puerto del fin del mundo por estar ubicado en el extremo austral de Chile.

El 23 de marzo el bergantín goleta retomará la navegación hacia el norte por la costa oeste de Sudamérica hasta Valparaíso (Chile) y El Callao, en Perú. El Elcano cruzará después el canal de Panamá, con paradas en este país y Cartagena (Colombia) para retomar su travesía al norte hasta la isla de Santo Domingo. De ahí continuará hasta Nueva York, donde la Princesa desembarcará para volar a España.

El Ajema recordó que el Elcano fue botado en el año 1927 y desde entonces ha completado en once ocasiones la vuelta al mundo emulando la gesta que iniciara Fernando de Magallanes y completara el marino español. Durante estos casi cien años ha formado a decenas de generaciones de marinos. Las clases prácticas de navegación se completan con una exigente formación académica a bordo, aunque el almirante Piñeiro reconoció que algunas de las enseñanzas más importantes que adquirirán los guardiamarinas no estarán en los libros. «Fortalecimiento del trabajo en equipo, confianza en el compañero, compromiso, liderazgo,... La dureza inherente de la mar y la navegación a vela hará necesario que haya una dotación unida y consolidada capaz de superar cualquier adversidad». «Todos los que hemos pasado por Elcano hemos aprendido mucho, pero lo fundamental es que nos forjamos en valores», compartió su comandante, el capitán de navío Luis Carreras-Presas do Campo.

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