El Gobierno ya no compra armas a Israel, pero sí tecnología militar
Muchos de los sistemas que utilizan Defensa e Interior son de ese país
Interior cancela la compra de balas para la Guardia Civil procedentes de una empresa israelí
![Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/10/30/1425159885-kkaC--1248x698@abc-RW77olYhjBeihpllHnI9VbL-1200x840@diario_abc.jpg)
El Gobierno presume de no comprar ni vender armas ni municiones a Israel, e incluso el Ministerio del Interior hizo público ayer un comunicado en el que explica que ha cancelado la compra a una firma israelí de una partida de 15,3 millones ... de balas del calibre 9 milímetros Parabelum para la Guardia Civil por valor de 6,6 millones de euros, después de que la existencia de este contrato fuera adelantada por la Cadena Ser. En puridad, el Ejecutivo no miente, pero solo cuenta parte de la verdad, ya que España sigue pagando a ese país por tecnología militar clave en la operatividad de las Fuerzas Armadas y sistemas que utilizan también las Fuerzas de Seguridad, según fuentes de la máxima solvencia consultadas por ABC.
La licitación del contrato se produjo el 21 de febrero de 2024 y fue adjudicado el pasado día 21 por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez. Sólo 24 horas después, el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, que actuó en nombre de los cinco ministros de Sumar, remitió una carta a su compañera de Defensa, Margarita Robles, en la que le pedía que se suspendiera la compra y venta de armas a Israel. Robles contestó con otra carta en la que explicaba que desde el 7 de octubre de 2023 no se había producido ninguna operación de ese tipo con ese país. Y matizaba que las licencias de exportación temporal pendientes no correspondían a armas, sino a repuestos, y que estaban paralizadas.
«Serán excluidas»
Interior aseguró ayer que al tratarse en este caso de una adquisición de munición, «ha iniciado el procedimiento administrativo para anular dicha compra» y anunció que «otras empresas israelíes serán excluidas, como licitantes, en otros expedientes de adquisición de armamento que en estos momentos tramita la Dirección General de la Guardia Civil».
«Todo esto es una gran cortina de humo del Gobierno, que intenta sacar adelante los presupuestos y se ha encontrado con una postura de máximos como la de Podemos, que exige romper relaciones diplomáticas con ABC», explican expertos en Inteligencia consultados por ABC. «La realidad es que no podemos prescindir de ese país. Decir que comprar sistemas de uso militar israelíes no es adquirir armas a ese país es una forma curiosa de ver este asunto. Un misil sin un sistema de lanzamiento no sirve para nada», añaden de forma gráfica.
La compra de munición o de armas no es problemática para España, puesto que se trata de concursos a los que se presentan varias empresas y que salen publicados en el portal de contrataciones del Estado. Ese tipo de compras son las que se han dejado de hacer a Israel, lo que para este país no supone problema alguno, ni para el nuestro encontrar otro proveedor.
Donde está el meollo de la cuestión, coinciden todos los expertos consultados, es en la adquisición de tecnología y sistemas de uso militar y también para las Fuerzas de Seguridad. Puede que no se trate de forma estricta de armamento ni munición, pero nadie puede dudar de que éstos, por sí mismos, sin una tecnología detrás, sirven para muy poco. Por ejemplo, el Ejército de Tierra ha adquirido a Israel tecnología clave dentro de su plan de modernización, que en ningún caso ha sido suspendido por el conflicto de Oriente Medio.
Tres modalidades
Hay tres formas principales de adquirir este tipo de material a Israel. La primera, a través de empresas españolas acreditadas, que son las que lo compran allí y luego lo venden en nuestro país; la segunda, a consorcios que tienen compañías israelíes con otras de distintos países, como Estados Unidos, que es donde se hace la compra aunque la tecnología sea hebrea; y la tercera, a empresas que tienen capital israelí independientemente de donde operen. Es decir, de una forma u otra al final siempre aparece ese país.
«España no está en condiciones de dejar de hacer estas operaciones con Israel, porque además muchas de ellas llevan también aparejado el mantenimiento. Si lo hacemos, el material que hemos adquirido dejaría de estar operativo, lo que sería un desastre para nuestra seguridad», explican los expertos consultados.
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