La Xunta declara la planta de hidrógeno verde de Cerceda proyecto industrial estratégico
Un nuevo plan para consolidar a Galicia como polo de esta energía renovable
Alianza de Reganosa, Repsol y Naturgy para crear una red de plantas para producir biometano
![Diego Calvo, este jueves, durante la rueda de prensa tras el Consello de Gobierno](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/07/27/230727_Vice1_Consello_RP_DCS-4-RH6HBdWH4SMcFpiAas9CpHO-1200x840@abc.jpg)
La Xunta formalizó este jueves durante la reunión semanal del Consello considerar la planta de hidrógeno verde impulsada en Cerceda (La Coruña) como proyecto industrial estratégico. Así, la planta de Meirama, propiedad del Grupo Naturgy y con la participación de Reganosa y Repsol, se une a otros cinco proyectos considerados clave para el desarrollo industrial gallego. Es el caso de la centro de producción de hidrógeno verde promovido por Reganosa y EDP Renovables en As Pontes (La Coruña); la de Sentury Tire para implantar una fábrica de neumáticos también en este ayuntamiento de la provincia coruñesa; la planta de metanol verde en Mugardos de Forestal del Atlántico; así como la de fibras textiles de Altri en Palas de Rei y la planta de biofibra reciclada de Ence, también en As Pontes.
Esta planta, situada donde la antigua Meirama, forma parte del compromiso de la Xunta de apostar por el hidrógeno verde, ya que puede ser una de las fuentes de energía claves para el futuro. La intención del Gobierno gallego «es seguir posicionando a Galicia como referente internacional en la producción de hidrógeno verde«, declaró este jueves en rueda de prensa el vicepresidente primero de la Xunta, Diego Calvo.
Durante su intervención ante los medios —en ausencia de Alfonso Rueda, que acudió a Asturias para la toma de posesión de Adrián Barbón— también lanzó un dardo contra el Gobierno central y su política energética: la nueva planta funcionaría «como revulsivo para dinamizar una zona» como Meirama, afectada «por la abrupta transición energética llevada a cabo por el Gobierno central» que tuvo como consecuencia el cierre de la antigua central térmica. El proyecto supone un valor añadido en una zona afectada por el cierre de la central térmica de Meirama, permitiendo reutilizar instalaciones existentes y situando a Galicia en el nuevo mercado del hidrógeno renovable, informan desde la Xunta.
Reducir plazos
Considerar el proyecto como estratégico supone reducir los plazos hasta la mitad. Se enmarca en la filosofía de la Ley de simplificación administrativa y de apoyo a la reactivación económica de Galicia, que busca la captación de inversiones. «Permitirá reducir a la mitad los plazos para poner en marcha el proyecto sin perder garantías jurídicas y medioambientales», recordó Calvo. La inversión supera los 64 millones de euros, y constará de una primera fase que alcanzará una potencia de 30MW, es decir, producción de 4.500 toneladas al año de hidrógeno renovable. El objetivo es alcanzar en fases posteriores las 30.000 toneladas anuales.
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