La Xunta acusa al Gobierno de opacidad en la llegada de inmigrantes a Galicia, que eleva a más de 700
El ejecutivo autonómico insiste en que son necesarias información y coordinación, tras tener constancia por canales «extraoficiales» de la recepción «inminente» de un importante volumen de personas
El delegado del Gobierno se escuda en que se informó a los concellos y que habló el martes con Alfonso Rueda, aunque fue el presidente de la Xunta quien contactó
![Un grupo de inmigrantes rescatados en aguas de Canarias, en imagen de archivo](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/07/17/1483307982-RlSK1aox4oBvjiI5Z92vfFM-1200x840@diario_abc.jpg)
Alfonso Rueda y Pedro Blanco coincidieron este martes en Marín, en la Escuela Naval Militar, con motivo de la presencia de los Reyes, la Princesa de Asturias y la ministra de Defensa. El acto protocolario de juras de bandera de nuevos alumnos y entrega de Reales Despachos a los oficiales no era propicio para el diálogo. Pero posteriormente, tras el brindis con palabras de Felipe VI, se sirvió un ágape que el delegado del Gobierno en Galicia podría haber aprovechado para informar al presidente de la Xunta de la llegada, en próximas semanas, de un importante número de inmigrantes, procedentes de Canarias. O, al menos, emplazarle a mantener una conversación.
No fue así. Fuentes de Presidencia han confirmado a ABC que Rueda llamó ya por la tarde a Blanco tras obtener «conocimiento indirecto» de un contingente que la Delegación cifra en 470 personas, «adultas», y la Xunta eleva a más de 700, para requerirle la información pertinente. «470, 450, 425... Todo esto puede variar, en función de las necesidades», se ha escudado el delegado este miércoles. A esto se agarra el Gobierno: trabajan con previsiones que se adaptan a las circunstancias de cada momento, y que están sujetas a variaciones. En todo caso, el desfase entre las previsiones de un ejecutivo y otro es de más de 200 personas.
Y ya no solo es que haya disparidad de cifras. Blanco ha dicho a los medios que él se puso «en contacto» con el presidente, cuando desde San Caetano se remarca que fue justo al contrario. El malestar es palpable en el seno del gobierno gallego. «No es de recibo» haberse enterado por «canales extraoficiales» de la «inminente llegada a Galicia», durante los «meses de verano», de este grupo de personas llegadas de Canarias, ha criticado desde Madrid, este miércoles, la conselleira de Política Social, Fabiola García, quien ha demandado insistentemente «lealtad institucional» y «coordinación».
Posteriormente, desde Lugo, tras reunirse con el presidente de la Diputación, José Tomé, ha sido el propio Rueda el que ha reclamado más «seriedad» al Gobierno, que ha recordado que es el que, a través de la Delegación, debería estar dando toda la información. Y que se está «hablando de personas», frente a la liviandad con la que se ofrecen datos, con el añadido de hacerlo, ha censurado, con «secretismo».
«Encima, se nos dan mal los números», ha apostillado, a preguntas de los medios, el titular de la Xunta. En línea con su responsable de Política Social, Rueda ha subrayado que son «varias» las «fuentes» que les pusieron sobre aviso de que eran «bastantes más» de 470 los inmigrantes que recibiría Galicia. Esas fuentes coincidían en situar el número real en el entorno de los 700. «No nos pueden llegar recados» sin una «confirmación oficial», ha reprochado el mandatario autonómico. Quien ha añadido que «no es normal» que este envío desde Canarias no aflorase en la conferencia sectorial de la semana anterior. La Xunta no supo nada hasta el martes. Y, en primera instancia, se enteró «por detrás».
La víspera, tras la conversación entre Rueda y Blanco, García remitió una carta al delegado, lamentando que las cifras que había trasladado no coincidieran ni con las que hizo llegar el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ni con las «previsiones» recabadas de «otros actores implicados». La conselleira reclamaba en la misiva fechas de llegada, medio de transporte utilizado, condiciones de salud, edades, tiempo estimado de estancia, previsiones posteriores y criterios de distribución territorial. Demandas que ha reiterado un día después desde la capital. Llueve sobre mojado, porque la situación recuerda a la del año pasado. De ahí la necesidad de «evitar que eso se repita».
Por ahí ha ido también Rueda. «Lo que queremos es hacer las cosas bien» y que no se «repita» la «improvisación» de la ocasión anterior, admitida incluso por el propio delegado. A posteriori. La sensación de que se repite la historia, con desorganización y falta de planificación, es evidente, y es precisamente lo que incomoda a la Xunta. Para más inri, el presidente gallego ha añadido otro tirón de orejas: la ausencia de una política migratoria por parte del Gobierno, «que no la tienen». Un problema que deberían atajar «de una vez», ha apostillado, con la correspondiente dotación de recursos y financiación.
La Xunta «enreda», dice el Gobierno
Blanco, en declaraciones a los medios, ha apuntado que considera «una pena que la Xunta esté enredando» con este asunto. Ha defendido el delegado que el martes ya le pasó toda la información por carta a Rueda. Y que las subdelegaciones ya han contactado con todos los alcaldes afectados por la llegada de emigrantes. El emisario de Pedro Sánchez en Galicia ha asegurado que su estancia «no va a suponer ningún tipo de coste» para la Comunidad. Desplazamiento, alojamiento y manutención corren a cargo del Gobierno.
Extremo, el de gasto cero para Galicia, que ha rebatido Fabiola García: «No es cierto». Los emigrantes, ha remarcado, necesitarán atención educativa, sanitaria y social, competencias todas en manos de la región. Además de recordar que no es infrecuente que finalmente se constate la presencia de menores, por más que Blanco insistiera en que vendrán únicamente «personas adultas».
«Necesitamos información, coordinación y planificación», ha remachado Fabiola García, tras afirmar que no han obtenido «ningún tipo» de datos por parte del Gobierno. Sin ir más lejos, dónde se van a alojar los centenares de inmigrantes. Fuentes del Ejecutivo, en paralelo, han trasladado que serán distribuidos en albergues y hostales, con las que ya se contactó; y se acordó la acogida a través de entidades humanitarias con las que hay vinculación desde hace años, a través del Programa de Acción Humanitaria.
El enfado de la Xunta se acentúa porque se considera que el Gobierno actúa con un doble rasero, y que no aplica los principios de «lealtad» y «solidaridad» que demanda de las autonomías. Los que sí guiaron a Galicia, ha recordado la conselleira de Política Social, cuando aceptó recibir este año otros 24 menores no acompañados.
Al hilo, por si no hubiera suficientes fricciones, se sumó en el Congreso el mismísimo Sánchez, quien cifró en «cero» los ‘menas’ acogidos por Galicia del reparto de 2023. La responsable de Política Social replicó que los 28 menores que aceptó acoger la Comunidad no han llegado por retrasos burocráticos del gobierno canario. «Se trata de una estrategia para sacar rédito político, incluso a sabiendas de que se basa en una falsedad», denunció Fabiola García.
*Actualización:
El Gobierno ha replicado nuevamente a la Xunta al filo de las cuatro de la tarde de este miércoles. Fuentes del Ejecutivo han acusado de «confusión de datos» a San Caetano, «interesada o fruto del desconocimiento», han apostillado. Su contraargumento: la Xunta estaría sumando a los 470 migrantes «que llegarán a Galicia en las próximas semanas» la recepción «ordinaria» de personas fruto de guerras o conflictos, véase Ucrania, Afganistán y Siria, entre otros países. El Gobierno insiste: «Procedentes de la emergencia migratoria de Canarias son 470 personas». Adultas y, en su mayoría, procedentes de Mali, que huyen de la guerra en el país africano y cuentan con solicitud de asilo.
La contestación de la Xunta ha sido rápida. Fuentes de Política Social han resaltado que los datos que manejan «a través de distintas vías» son «absolutamente fiables». Y dan una cifra muy concreta, más próxima a los 800 que a los 700, y desde luego, muy por encima de los menos de 500 a los que se aferra el Gobierno: 767 migrantes.
Más aún, las citadas fuentes desglosan, incluso, el reparto de migrantes: 323 en Santiago (208 el 25 de julio y 115 el 15 de agosto); 63 en Becerreá desde el 30 de julio; 56 en Sobrado el 26 de agosto; 80 en Curtis ese mismo día; 115 en Monterroso el 20 de agosto; 55 en Ribeira de Piquín el 26 agosto; 25 en Monforte la primera semana de agosto; también 25 en Allariz en la primera quincena del próximo mes; y de nuevo 25 en San Cibrao das Viñas en ese mismo lapso.
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