Rueda reitera que «en estas condiciones no se puede garantizar la atención necesaria» a los menores migrantes
Tras la reforma de la Ley de Extranjería, Rueda insiste en que las CCAA necesitan consenso y financiación
Lamenta que sea «Puigdemont desde Waterloo» quien decida cuántos menores acogerá cada comunidad

Planificación, financiación y consenso. Con estas tres palabras resumió el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, la petición de la Comunidad en lo que al reparto de menores extranjeros no acompañados se refiere. Una simple receta que no está aplicando el Gobierno, por lo que ... es «imposible» hacer las cosas bien. Unas declaraciones con las que valoró el acuerdo del Gobierno central con Junts para reformar el artículo 35 de la Ley de Extranjería, y el hecho de que Cataluña podría recibir entre 20 o 30 migrantes y Madrid, 700. Algo que para el mandatario gallego responde a un Ejecutivo totalmente «chantajeado» por el independentismo, sin capacidad real de gobernar. Galicia, aseguró, «no puede aceptarlo en ningún caso».
«Si nos dicen, no hace mucho tiempo, que Carles Puigdemont –presidente de Junts per Catalunya– desde Waterloo iba a decidir cuántos menores no acompañados tienen que venir a Galicia, no nos lo creíamos«. Esta fue la reflexión que hizo Rueda este martes ante los medios, cuestionado sobre la reforma de la Ley de Extranjería y el posible reparto desequilibrado de migrantes. Mientras el Gobierno cerraba el acuerdo con Junts, el presidente gallego se encontraba en Andalucía, en un encuentro entre ambas comunidades para compartir experiencias y mejorar sendos programas educativos. Estuvo acompañado por su homólogo y anfitrión, Juanma Moreno, y ambos criticaron con contundencia la noticia, de la que, aseguraron, no habían recibido información previa.
La Xunta, aseveró Rueda, no puede aceptar la decisión de un Gobierno que «no puede gobernar». « Primero, porque no nos parece que este sea un sistema que funcione»; y segundo, continuó, porque la «solidaridad empieza por hacer las cosas bien». Galicia, igual que el resto de comunidades, es solidaria, siempre lo ha sido, insistió, pero «a día de hoy las plazas para acoger a menores están absolutamente colmatadas» –actualmente, según informó Ep, el sistema de acogida, que tiene 800 plazas, está al 104% de su capacidad–. No descartó que desde la Moncloa se pretenda llevar a cabo algún tipo de ampliación, pero, ante todo, lo que se necesita es «planificación, financiación y consenso». Eso sin hablar de otros debates, como «el control que debería hacerse en origen y que el Gobierno de España ha renunciado absolutamente a hacer», que también se ganó las críticas de Moreno.
Además, igual que su homólogo andaluz, Rueda también recriminó al Gobierno que «no es de recibo» que el día previo se celebrase la Conferencia sectorial de inmigración, «en la que no se habló nada de esto», y este martes «desayunasen» con Puigdemont diciendo a las autonomías «lo que tienen que hacer». «Estamos viendo que en realidad es un gobierno absolutamente chantajeado [...]. Está siempre a expensas de este tipo de decisiones que tiene que aceptar e intentar que las aceptemos los demás», lamentó.
«Esto tiene que ser una tarea de todos, planificada y con recursos. Es decir, absolutamente lo contrario de lo que se pretende hacer«, reiteró, insistiendo en la disposición de la Comunidad a colaborar con la crisis migratoria, pero con »garantías« de que podrá atenderlos como es necesario. »Este trágala, donde se nos dice cuántos y no se habla ni de tiempos ni de financiación, hace imposible hacer las cosas bien. Si la pregunta es si Galicia estaría dispuesta a seguir siendo solidaria si las cosas se hicieran de otra manera, en definitiva«. Pero con el planteamiento actual, indicó, es »imposible« hacer las cosas bien.
Tras la noticia, la Comunidad de Madrid anunció que tomará medidas legales y recurrirá el decreto, algo que, si bien Alfonso Rueda no descartó, está condicionado a revisar primero en «qué consiste» el acuerdo. «Lo que sabemos ahora mismo mueve a todo menos a la tranquilidad», reconoció. En todo caso, lamentó que la justicia siempre sea el «último recurso» ante un Gobierno que no se sienta a negociar.
Financiación, el reto eterno
Otro asunto de actualidad que también valoraron los dos presidentes autonómicos fue la financiación. Cuestionado sobre la creación de un fondo de nivelación para compensar a las comunidades que están financiadas por debajo de la media española, como pide Andalucía, el mandatario gallego se reafirmó en lo dicho hasta la fecha: hay que reunirse, negociar y llegar a acuerdos. «Las diferentes comunidades autónomas que conformamos nuestro país tenemos diferentes puntos de vista en función de nuestras circunstancias sobre las necesidades financieras y los criterios de financiación» Pero todas coinciden, aseguró, en que «están infrafinanciadas».
Aumentar los recursos económicos es necesario, continuó, pero también lo es «sentarse» y hablar. Así, insistió al Gobierno central en que «tiene que reunir» cuanto antes a todas las comunidades. Será en esa reunión, dijo, donde Moreno expondrá las necesidades de Andalucía, y Galicia, las suyas –que tienen que ver con el coste efectivo de los servicios y la dispersión de su población, envejecida– , igual que el resto de autonomías. «Al final», está seguro de que «después de no pocas discusiones, como ha pasado siempre», se llegará un acuerdo en el que todos cedan para que, a su vez, todos ganen.
Pero esto, lamentó, «es imposible si quien tiene que propiciarlo no está por la labor». Hasta ahora, todos los signos que ha dado indican a que no quiere hacerlo, probablemente, dijo, porque «no va a poder cumplir todo lo que está pidiendo el independentismo catalán« que, recordó, es lo que le »sostiene [en] el Gobierno«.
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