Rueda celebra la permanencia de Ence en Pontevedra mientras la oposición considera la sentencia «injusta e inexplicable»

INDUSTRIA GALLEGA

El fallo del Supremo tras la votación del martes, que da luz verde a la actividad de la fábrica en la ría, ha generado reacciones inmediatas y muy polarizadas

La nave de Ence ubicada en las marismas de Lourizán podrá seguir con su funcionamiento EFE

ABC

SANTIAGO

La resolución tras la esperada votación del Tribunal Supremo sobre la permanencia de la pastera Ence en Pontevedra ha alzado, este martes, el telón sobre el futuro que deberán afrontar no solo sus miles de trabajadores directos, sino la práctica totalidad del tejido industrial y empresarial gallego. El fallo, a favor de que continúe la actividad de su fábrica ubicada en las marismas de Lourizán, ha provocado reacciones casi inmediatas: unas, de regocijo; otras, lamentando la sentencia.

«Esta es la victoria de muchas, muchas familias que van a poder seguir viviendo y trabajando en Pontevedra y en Galicia. Gana la sensatez y gana la legalidad», expresó mediante un mensaje en Twitter el presidente del gobierno gallego, Alfonso Rueda, tras conocer la noticia. «Después de muchos meses de incertidumbre, los puestos de trabajo quedan asegurados en nuestra comunidad», celebró, en sintonía con los cientos de voces de estos trabajadores que, reunidos a las puertas de la fábrica de Lourizán, clamaron al unísono y en cánticos «Ence, sí».

Esta alegría fue compartida por las empresas y entidades que el pasado viernes habían salido en defensa de la permanencia de la nave. El Clúster de la Madera de Galicia, una de ellas, indicó por redes que «se trata, sin ninguna duda, de una muy buena noticia para la economía gallega y, en concreto, para el sector de la madera». María Ramallo, alcaldesa de Marín, también lo consideró una buena nueva para la comarca pontevedresa, para su localidad y para su puerto, que seguirá operando con Ence. «Solo me viene a la cabeza acordarme de los trabajadores de la empresa», prosiguió, «que hoy, sin duda, van a dormir más tranquilos». Añadió, por último, que esta «ha sido y está siendo una batalla judicial dura y al más alto nivel» y recordó que se debe «ser respetuoso con todas las decisiones de los tribunales y esta es una de ellas».

Por su parte, la pastera, con el futuro de su planta en Pontevedra finalmente asegurado, anunció en un comunicado que buscará «seguir escuchando la voz de todos» y «respondiendo a las inquietudes de nuestro retorno» con el objetivo de «seguir avanzando y mejorando». «Esta invitación al diálogo y a la escucha activa incluye también a los colectivos más críticos» con su actividad en la ría, señaló, «a los que volveremos a invitar para reunirse con nosotros, buscar puntos de encuentro y vías de colaboración».

Como la propia Ence adelantaba, el fallo fue recibido con aversión por otras partes. Greenpeace, una de las primeras en reaccionar, mantuvo en una carta que, a su juicio, «la presencia de Ence en la ría no está justificada tal y como declaró la Audiencia Nacional y a pesar de la decisión del Tribunal Supremo, pues impide recuperar la marisma de Lourizán para el patrimonio natural gallego» y lamentó que «a pesar de todos los argumentos de peso, el medio ambiente hoy sale perdiendo». A ojos de la portavoz nacional del BNG, Ana Potón, la sentencia «será recordada por injusta e inexplicable»; «las multinacionales tienen poder en la sombra, pero no pasarán por encima de la dignidad de Pontevedra y Galicia. Nada nos impedirá seguir luchando para sacar a Ence de la ría de Pontevedra», concluyó.

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