Hazte premium Hazte premium

El PSOE ya se postula para la alcaldía de Orense, con la moción de censura pendiente de acuerdo

De nuevo sin negociación previa, sitúan a Natalia González como candidata. El PP dice que el acuerdo, de por sí difícil por el «veto» del BNG, se aleja aún más

Gonzalo Pérez Jácome, en imagen de archivo ABC
Pablo Pazos

Pablo Pazos

SANTIAGO

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El PSOE va definitivamente por libre en Orense en la operación para desbancar de la Alcaldía a Gonzalo Pérez Jácome. Este jueves, los socialistas dieron una nueva muestra. Pasaban unos minutos de las 11 de la mañana cuando emitieron un comunicado donde se dejaba constancia de que «la Comisión Executiva de la Agrupación Municipal del PSdeG-PSOE» había aprobado la candidatura de Natalia González en una «moción de censura». Cuya viabilidad sigue muy en el aire. El PP, una de las tres patas necesarias para acordar el desalojo del líder de Democracia Ourensana, no tenía constancia. Ni hubo aviso previo ni nada parecido. Así lo confirmaron fuentes consultadas por ABC, tras divulgarse el comunicado, y lo ratificaron los propios populares, al mostrar su «sorpresa» ante un paso del que eran ajenos.

El PSOE orensano, con la aquiescencia de la dirección autonómica, ya empleó este modus operandi cuando inició el proceso para sacar adelante una moción de censura. Incluida la remisión del famoso 'Pacto da concordia'. En lugar del proceder habitual, de negociar previamente, han ido postulándose antes y esperando apoyo después.

El PSOE se limitó a informar de que el miércoles se había celebrado una reunión extraordinaria de la ejecutiva local, en la que se «ratificó por aclamación» la candidatura de González, secretaria general, portavoz y edil, «tras la propuesta única del Grupo Municipal Socialista elevada a la dirección local». Primera sorpresa: en la segunda reunión a tres bandas, el pasado día 20, el PP compareció junto al PSOE y rechazó que se empezara la casa «por el tejado», hablando de sillones. Justo siete días después, con las conversaciones paradas, los socialistas levantan la mano.

Un paso al frente no consensuado que justificaron en que son «un partido de gobierno»; y que están dispuestos a «asumir la responsabilidad» de empuñar el bastón de mando. Cuando fueron tercera fuerza en mayo de 2023. Pero se ven, aún así, en disposición de «instar» a todos los actores implicados a propiciar un «nuevo ejecutivo», «independientemente de quien forme parte de él o no».

Aunque se alude a los tres grupos, es un mensaje claramente para el PP, porque el PSOE da por atado el apoyo del Bloque. Así consta en el comunicado de ayer: «El PSdeG-PSOE agradece el respaldo y confianza del BNG a una candidatura socialista a la Alcaldía de Orense en la moción de censura». Esto conlleva, forzosamente, asumir la exigencia que han impuesto los nacionalistas para seguir hablando siquiera: que quien suceda a Jácome en el cargo debe formar parte del grupo municipal socialista.

Otro escollo

El PP reaccionó con una nota remitida a los medios en la que dejó claro que la propuesta formulada por los socialistas supone «un obstáculo más para llegar a un acuerdo». Y se preguntaron, «ante este nuevo escenario», «cuál será la siguiente imposición». «¿Un programa en el que pretendan que los populares voten a favor sin tener ningún derecho?», inquirieron retóricamente. Ellos mismos anticiparon que esto es algo que «no van a tolerar».

El PP orensano cargó contra «un acuerdo entre dos fuerzas políticas», asumiendo ese «supuesto respaldo del BNG»; «completamente al margen» de los conservadores, «y que va en la dirección contraria a las conversaciones mantenidas hasta ahora». Cuando hace una semana comparecen ante los medios las representantes de ambas fuerzas, la líder local socialista explicitó que ellos estaban «dispuestos a dar la cara» y «liderar» un nuevo gobierno –aunque rehusó, en ese momento, autoproclamarse candidata–. Pero igualmente escuchó a la popular Noelia Pérez precisar que ellos «también» aspiran a capitanear una «alternativa».

Fuentes socialistas aseguraron a este diario que no hubo diálogo con el BNG antes de informar de la designación «oficial» de González como candidata. Y que la mención a los nacionalistas responde a su posicionamiento de estas semanas.

Jácome respira

El PP reiteró que su postura siempre se ha basado en «llegar a un acuerdo programático para los próximos tres años, dejando para después el análisis de una estructura de gobierno». «Antes de establecer candidatos», quieren que se «estudie un programa de gobierno y, por supuesto, que el BNG elimine su veto». E insistió el PP en que «rechaza como punto de partida no tener la posibilidad de optar a la alcaldía».

El gran beneficiado de la sucesión de movimientos, que no hacen sino complicar un acuerdo para una moción de censura, es, lógicamente, el actual alcalde. Jácome se sintió reforzado para, en su estilo personal, señalar que lo que busca Natalia González es «salvar el culo, porque si en 2027 no es alcaldesa será... cadáver político», escribió en su cuenta de X.

Recelos en la dirección del PPdeG

Paula Prado, secretaria general del PPdeG, compareció una hora después de que el PSOE orensano emitiera su comunicado. Y, ante los medios de comunicación, se preguntó «cuál es el pacto oculto que hay entre PSOE y BNG», para que los socialistas hayan dado el paso de postularse para la alcaldía. La número dos de los populares gallegos receló de este último capítulo del serial orensano: «Aquí hay un movimiento que desconocemos, y no vamos a ser cómplices».

Prado, en rueda de prensa desde la sede autonómica del PPdeG, lamentó que las dos fuerzas de la izquierda estén «hablando de sillones», en lugar de hacerlo, como ellos reivindican, del «proyecto de ciudad» sobre el que cimentar una alternativa a Jácome. Como segunda fuerza en representación en Orense, demandó «saber y participar de cualquier pacto que afecte al futuro» de la urbe –máxime cuando hay unas negociaciones en marcha, aunque estancadas–.

A ojos de Prado, o bien hay un entendimiento que se ha urdido a la espalda del PP, «o el PSOE está aceptando las líneas rojas del BNG». Y esto tampoco les «parece serio». Al contrario, lo ven como un «insulto a los orensanos» y, por extensión, a los concejales populares, que fueron elegidos en las urnas en las últimas elecciones municipales.

Prado profundizó sobre la cuestión orensana a preguntas de los medios. Pero ya en su intervención inicial se refirió al caso de la tercera ciudad más poblada de Galicia, cuando retrató a José Ramón Gómez Besteiro, secretario general del PSdeG, como un líder político incapaz de poner orden en su propia casa. «El señor Besteiro tiene que coger ya las riendas de su partido, y dejar de hacer seguidismo al BNG», censuró. Para la secretaria general popular, es justo eso, ir a rebufo del Bloque, lo que ha hecho el PSOE en Santiago –donde la postura frente a las viviendas turísticas ha abierto un cisma interno– y ahora en Orense.

En este segundo caso, no ocultó su malestar Prado por que ese seguidismo –si no hubiere pacto– implique transigir con las «líneas rojas» que le ha marcado el BNG al PSOE, por más que el Bloque niegue que sean tales. De los nacionalistas, y su 'no' como condición sine qua non a que pueda salir adelante la moción a Jácome, y situarse un alcalde del PP, comenzó remarcando: «En esas condiciones, no podemos sentarnos a negociar absolutamente nada».

A partir de ahí, criticó que los emisarios nacionalistas, en las dos reuniones celebradas hasta hoy, se negaran a «escuchar» siquiera lo que tuvieran que decir las ediles del PP. Y que no enviaran a su portavoz, sino a un concejal raso, Xosé Manuel Puga, y «un señor de la UPG que venía de Barbadás» –en la provincia, pero sin representación alguna a nivel local en la capital–; y cuya presencia atribuyó al «control férreo del aparato» de un «partido comunista» de base «leninista».

En conjunto, razonó, evidencias de que lo del BNG ante una moción a Jácome es mero «postureo», un «paripé», a la vista de que el portavoz municipal, Luis Seara, «tampoco parece que quiera firmar el documento» que se hizo llegar a PSOE y PP, imponiendo un alcalde o alcaldesa socialista. En cuanto a los populares, el mensaje no ha cambiado. «No vamos a poner los intereses de Orense en riesgo por los intereses absolutamente partidistas del BNG (...). No vamos a consentir ningún veto (...). Ni del BNG ni del PSOE», remachó.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación