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A LA ESPERA DE LA SENTENCIA

Miñanco carga ahora contra los policías: «Buscaron una condena a toda costa»

El narco gallego volvió a defender su inocencia durante la última sesión de la vista oral del juicio en el que la Fiscalía pide para él 31 años y 6 meses de cárcel y una multa de 950 millones de euros por tráfico de droga, blanqueo de capitales y falsificación de documento oficial

Sito Miñanco durante una de las sesiones del juicio celebrado en la Audiencia Nacional EFE
Patricia Abet

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Segunda parte del inédito turno de palabra que el narco José Ramón Prado Bugallo, alias Sito Miñanco, protagonizó esta semana en la Audiencia Nacional. Coincidiendo con la parte final del proceso en el que se juega 31 años de prisión por las acusaciones derivadas de la ‘Operación Mito’, el de Cambados aprovechó ayer su derecho a cerrar el plenario, después de que en la sesión del jueves el presidente de la Sala, el magistrado Alfonso Guevara, cortase su discurso emplazándolo a la siguiente jornada. La brevedad que le había pedido el día antes, y que solicitó de nuevo este viernes en varias ocasiones, no fue la tónica en lo que Miñanco convirtió una exposición autoabsolutoria que el juez no dudó en criticar. «No voy a discutir con usted, usted se quiere lucir y yo no. Me va a obligar a cortarle, lleva 13 minutos para la última palabra» soltó el magistrado ante la retórica con la que el acusado trató de defenderse.

A lo largo de casi 15 minutos —tiempo poco frecuente para un último turno de palabra— el narco blandió de nuevo los papeles en los que fue tomando notas durante el juicio y se puso frente al micro. Su relato, que la jornada anterior había acusado a la Fiscalía de querer encarcelarlo en base a «conjeturas y falacias» se centró en atacar a los agentes que llevaron a cabo las pesquisas que derivaron en su detención y la de las 40 personas que lo acompañan en el banquillo. A estos policías los acusó de buscar «una condena a toda costa» y sostuvo que en su causa les dio igual si lo que plasmaban en los atestados era verdad o mentira. Pese a que el magistrado le recordó en distintos momentos que la última palabra no trata de repetir el juicio, y mucho menos de exponer la tesis de la defensa, Miñanco prosiguió. Tomando como referencia sus anotaciones, intentó demostrar con cálculos de millas náuticas por qué era imposible que las planeadoras investigadas estuvieran en determinados puntos del Atlántico con el objetivo de recoger la cocaína que transportaba el buque Thoran, más de tres toneladas.

Además, puso el foco en que las vigilancias y seguimientos de los agentes a personas de su entorno que fueron plasmadas en atestados incluyen «errores», y que de hecho a él mismo le ubican en una fecha determinada -—17 de agosto de 2017— en unos astilleros revisando lanchas cuando por entonces estaba en el CIS de Algeciras y dormía allí. «Por lo tanto, las vigilancias no son exactas», afeó. Al hilo, también trató de echar por tierra las grabaciones incluidas en el sumario aseverando que conversaciones que la Policía ponen en su boca él no las reconoce. Su disertación lo llevó incluso a entrar en cálculos matemáticos sobre velocidades de lanchas, millas y kilómetros, lo que llevó a la desesperación del magistrado.

Después de reprocharle a los fiscales del caso que le «achaquen todo lo que pasa en España», el considerado mayor narco de la historia de este país quiso hacer valer sus conocimientos como lanchero para sentenciar que «las leyes de la física hacen que sea imposible lo que mantiene la Policía sobre las planeadoras». En este momento, Guevara le otorgó dos minutos para cerrar su exposición, que el cambadés aprovechó para dar las gracias al tribunal por permitirle llegar a pie al juicio y al juez de vigilancia por darle el tercer grado.

Con estas últimas palabras —ahora sí— se dio por concluido el plenario contra Miñanco y su banda, a espera de sentencia. Un total de 32 sesiones, repartidas a lo largo de cuatro meses, que permitieron conocer los hechos a los que esta presunta organización criminal —Fiscalía defiende que el gallego es el cabecilla y quien tomaba las decisiones— se expone. Además de 31 años en prisión, al narco le piden una multa de 950 millones de euros por los delitos de tráfico de droga en el seno de organización criminal, blanqueo de capitales y falsificación de documento oficial. Todos los acusados están vinculados a la investigación desarrollada en el marco de la ‘Operación Mito’, centrada en la red que presuntamente dirigía Sito Miñanco para regar de droga Europa, intentando introducir en España más de 4.000 kilos de cocaína en dos operativos diferentes que fueron truncados por los investigadores. Para el Ministerio Público, Miñanco, de 70 años, «había hecho del narcotráfico su modus vivendi de manera continuada y estable» a pesar de las diversas condenas impuestas por delitos contra la salud pública. «Carecía de la más mínima voluntad de rehabilitarse y reinsertarse en la sociedad», llegaron a afirmar los fiscales durante la vista sobre el famoso traficante.

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