Miles de personas se manifiestan en Palas de Rei contra la fábrica de Altri
La marcha, a la que acudió el BNG, busca dar un «segundo golpe en la mesa» para parar el proyecto
Altri niega las acusaciones e insiste en que la planta de Palas «no perjudicará la salud»
![Imagen de la manifestación de este domingo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/05/26/altri-RNzN2EjnHaoweZmGCGRkIJJ-1200x840@diario_abc.jpg)
Este domingo, Palas de Rei (Lugo) acogió la primera manifestación en contra de la implantación de una fábrica de fibras textiles y lyocell a base de pasta soluble celulósica en el municipio. Una marcha que, según los organizadores reunió a 20.000 personas, que recorrieron las calles de la localidad al son de proclamas como «Altri, Greenalia, salid de la jugada», «El agua es nuestra y no de la celulosa» o «Menos eucaliptos y más frondosas». Convocada para las 12 horas, ya a las 11 había ambiente, con asistentes de todo tipo: desde los más jóvenes de la familia hasta los más mayores, con mascotas incluidas, e incluso algún peregrino agitando pancartas en inglés. Llegaron, según los organizadores, unos 40 autobuses de todas partes de Galicia, fletados por diferentes colectivos.
Se trata, como indicó en declaraciones a los medios Marta Gontá, portavoz de la organización convocante –Plataforma Ulloa Viva–, del «segundo golpe en la mesa» contra este proyecto después de las «25.000 alegaciones presentadas» al estudio de impacto ambiental. «Este proyecto nos parece un atentado directo a nuestra manera de vivir y a nuestro medioambiente y hoy (...) vamos a volver a decir alto y claro que no queremos este proyecto porque va en contra de todo lo que queremos», reivindicó, puntualizando que, ahora que empezó la campaña de las elecciones europeas, quieren «que la gente se posicione» y saber «de qué lado están los partidos políticos».
Tras empezar media hora más tarde de lo previsto, la marcha avanzó lenta pero ordenadamente. En ella participaron colectivos vecinales de municipios afectados por el proyecto, como Santiso, Sexo o Baixo Ulla, además de entidades ecologistas –como Greenpeace, Adega o Ecologistas en Acción–, y sindicatos como la CUT y la CIG, entre otros. Todos ellos hicieron un recorrido de algo más de un kilómetro, que tardaron en completar más hora y media, y que finalizó en la céntrica Praza da Feira. Allí, las encargadas de leer el manifiesto fueron dos vecinas de la zona, Maika Sánchez, de Agolada, y Mónica Cea, de Palas, que celebraron que, «pese a todo el poder y el dinero de los promotores», la ciudadanía «ha ganado». «En esta Terra do Medio, las comarcas del corazón geográfico de Galicia son un lugar en regeneración; son una oportunidad para poder desarrollar economía sostenible, donde se trabaja con el territorio protegiéndolo. Porque dependemos de la tierra, del agua y del aire. Esos, y no la avaricia desmedida de unos pocos, son los pilares de nuestra vida», reivindicó el manifiesto.
Participación política
Tampoco faltó representación política en la marcha, eso sí, dejando los primeros puestos para las asociaciones vecinales y las ecologistas. En plena campaña para los comicios europeos, acudió la candidata nacionalista, Ana Miranda, arropada por la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, mostrando una vez más el rechazo de su formación a este «proyecto contaminante que liquidaría miles de empleos». «Una bomba ambiental» que «el PP quiere colocar en el corazón de Galicia», reiteró Pontón. Un partido, dijo sobre el PP, que «pone los intereses de las multinacionales por encima de los de los gallegos». «Rueda está en Madrid manifestándose con los sectores más ultras y reaccionarios del Estado, y el BNG está aquí al lado de la gente que quiere vivir de su trabajo y conservar su territorio», añadió, señalando también a los socialistas por su «triste» equidistancia, preguntándoles si van a contribuir o no al proyecto con los fondos europeos, recogió Ep. Cabe recordar que la semana pasada, el Parlamento gallego aprobó una Proposición No de Ley para apoyar este proyecto, que salió adelante con el apoyo único del PPdeG, el voto en contra del BNG y de Democracia Ourensana, y, precisamente, la abstención del PSdeG.
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Miranda, por su parte, se comprometió a luchar desde Bruselas por frenar esta iniciativa, que «va a degradar nuestro territorio, el medio ambiente, el patrimonio y sectores productivos estratégicos», denunció. Un proyecto contra el que también mostraron su rechazo otras formaciones políticas, como Podemos Galicia y Sumar Galicia, que el domingo se unieron a la marcha.
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