el garabato del torreón
Los misterios de Rosalía
Murguía tuvo especial interés en dar a la hoguera muchos papeles rosalianos
Por el profesor Alonso Montero, de quien sigo aprendiendo, me entero del rescate de más de cincuenta cartas dirigidas por Alejandra Murguía, la primogénita de Rosalía y Murguía, a doña Ángela Santamarina, viuda de Temes, tantas veces citada por Fole como 'doña Angelita de ... Temes'. Con Isidoro Temes, el esposo de doña Angelita, guardaba el narrador lucense remoto parentesco.
A quienes no somos rosaliólogos sino simplemente rosaliófilos nos parece que todavía quedan muchas zonas de sombra en la biografía de nuestra gran poeta. Sombras que no ayudan a rectificar idioteces como la perpetrada hace años por el Concello de Lugo, ciudad que nunca pisó la autora de Follas novas, pese a lo que se dice en la placa que una recua de ediles decidió colocar en la calle Nóreas. Y allí sigue.
Hace años, en la revista Nordés, Gamallo Fierros expuso su teoría de que la 'negra sombra' rosaliana vendría a ser una traslación metafórica de la sotana de José Martínez Viojo, el padre de la poeta. Gamallo contradice así a quienes ven una correlación entre el poema rosaliano y El murmullo de las olas, de su admirado Aurelio Aguirre («… y en todas partes me buscas / y en todas partes me nombras, / y estás conmigo si velo, / y si duermo, en mi reposas...»).
Parece cierto (insisto: no soy rosaliólogo) que, ya en vísperas de la muerte, Rosalía y su hija Alejandra mantuvieron correspondencia con un Tobío Martínez, descendiente directo de la familia Martínez Viojo y tío abuelo del viveirense Luis Tobío Fernández, diplomático, escritor y uno de los principales redactores del malogrado Estatuto de Galicia de 1936.
Murguía tuvo especial interés en dar a la hoguera muchos papeles rosalianos. Lástima. En todo caso, a uno le parece que sigue habiendo mucha confusión y oscuridad. Rosalía, sí, todavía es un gran misterio.
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