El Garabato del Torreón
Cuentas y no cuentos
Para estos deficientes las fiestas patronales tienen que correr por cuenta de la Xunta, como el Sergas o la Policía Autonómica
![Fiestas de san Froilán en Lugo](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/10/07/froilan-RWAc4eB55VwIeeuuJoScuCP-1200x840@diario_abc.jpg)
Incluso para los nacionalistas más exentos de materia gris, tan pululantes por la demarcación gallega, debería ser exigible un mínimo de respeto hacia la ciudadanía que los padece resignadamente y a altísimo costo. No se trata de pedir gollerías cerebrales ni un excesivo predominio de ... lo intelectual sobre lo intestinal; se trata simplemente de requerir una cierta consideración hacia la población medianamente normal, que suele ser el 90 por ciento de los padrones municipales. Quiere decirse que, salvo excepciones de patología cainita, no es de recibo cargar la propia incompetencia en hombros ajenos, ni atribuir la particular idiocia al absentismo del adversario político.
Leído el repertorio de las fiestas patronales de Lugo, que la ciudad viene dedicando a san Froilán desde el siglo XVII sino antes (habrá que preguntarle a la profesora Rodríguez Vieito, que es la que sabe), está claro que los ramistas municipales se quedaron muy por debajo de la medianía, saliendo del paso con un programa de calderilla, impropio no ya de una capital de provincia sino de cualquier localidad respetable consigo misma. Hasta ahí, la cosa puede pasar y es disculpable, porque ya nos advierte el refrán que quien poco tiene poco puede. Pero una cosa es la inopia municipal y otra el descaro con que los ramistas pretenden sacudirse el muerto, echándole la culpa -hasta aquí llega la inverecundia de esta gente- al presidente de la Xunta. «É que Rueda deunos poucos cartos», dijo uno de estos tontos del culo. Por lo visto, para estos deficientes las fiestas patronales de Galicia (a razón de una por concello, más de trescientas) tienen que correr por cuenta de la Xunta, como el Sergas o la Policía Autonómica.
Los sicólogos llama a esta patología «externalización de la culpa». Es, en todo caso, una postura suspecta, que carga de razón a quienes reclaman, año tras año, las cartas sobre la mesa. O sea, facturas, gastos y procedimientos adjudicatarios.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete