El presidente apuesta por la promoción interna

La reestructuración del gobierno gallego ha permitido ir conociendo las lógicas con que actúa Alfonso Rueda a la hora de confeccionar sus equipos. La salida de Francisco Conde era otro roto considerable, y para suplirlo mueve de departamento a Chus Lorenzana, la actual conselleira de Emprego, con la que el presidente está muy satisfecho, a pesar de un trabajo no siempre visible. Es llamativo, sin embargo, que no se aúpe a ningún cargo intermedio de Economía e Industria. ¿Había dudas respecto a su eficiencia? Los directores generales de Conde permanecerán en sus áreas, y tendrán que asistir al nuevo rostro de la Consellería.

Los dos fichajes tiene procedencia anteriormente explorada: la universidad y el mundo local. Elena Rivo no solo cubre la cuota orensana del Ejecutivo –el titular de Medio Rural, para qué engañarnos, computa por Vigo– sino que tiene el pedigrí universitario de otros conselleiros como Román Rodríguez o el ahora saliente Francisco Conde–. Es una apuesta de futuro del presidente.

Ascender a alcaldes para encabezar consellerías es tan antiguo como el hilo negro. Ahí está Ángeles Vázquez, o en su día Jesús Vázquez Almuiña o José Manuel Rey Varela. Ahora es el turno de Alfonso Villares, que acumula mayorías absolutas en su Cervo natal. Aterriza en Mar, un departamento que no le es ajeno, por la importancia que este sector tiene en su comarca, de donde también es el director general de Pesca, Antonio Basanta. La conexión mariñana gestionará un sector que puede ser convulso si no se lo conoce.

Los movimientos en las vicepresidencias tienen una lectura claramente política. Rueda decide que siga habiendo dos, y asciende a Diego Calvo. En público y en privado solo tiene palabras de elogio para el que hasta ayer era el último en llegar al gobierno gallego. Pasa a ser el número dos de la Xunta, a todos los efectos. Y la novedad es recompensar a Ángeles Vázquez con la vicepresidencia segunda, primera mujer en la historia de la autonomía en lograrlo. El presidente suele poner de ejemplo a la exalcaldesa de Melide por el buen trabajo en Medio Ambiente y Vivienda. Suyo es el frente abierto con el Gobierno de España por las viviendas fantasma de la Sareb.

Este es el primer retoque en el gobierno con auténtico sello Rueda, dado que la entrada de Calvo tras la salida de Feijóo venía dada por los pactos de la sucesión, y la continuidad del resto de conselleiros entraba dentro de lo previsible: cualquier sustitución se habría leído como una enmienda a su labor. Rueda premia el trabajo, da a entender con estos movimientos, y también los resultados dentro del partido.

Y sale Puy, la traca final de un éxodo a la capital de casi todo el equipo de fieles con el que Feijóo se presentó a los gallegos en 2009, en su debut como presidente. Todos salvo Rueda, que defenderá el fuerte.