Feijóo se lleva a Madrid al último de sus pretorianos, Francisco Conde

Conde forma parte del grupo de colaboradores más estrecho del actual líder nacional del PP, al nivel de las Marta Varela, Mar Sánchez, Álvaro Pérez o Luis de la Matta. En la primera legislatura de Feijóo fue su referente económico en el gabinete, en el que también tenía un peso específico el recordado Valeriano Martínez. Con la salida del gobierno de Javier Guerra en el segundo mandato, Feijóo le dio galones a Conde, que fue abandonando poco a poco su perfil técnico para ganar kilometraje como político. Es, además, uno de los conselleiros más apreciados no solo por el ámbito empresarial gallego, sino también por sus propios compañeros de gabinete.

La marcha de Conde tiene una consecuencia directa: obligará a Rueda a retocar su gobierno para la recta final de la legislatura, a la que como mucho le quedan trece meses, pero que bien podrían ser menos en función de las diferentes coyunturas políticas. Es un escenario que dificulta cubrir la vacante con un fichaje externo a la propia estructura de la Xunta o del grupo parlamentario popular -un granero donde se ha pescado a conselleiros como José González o Román Rodríguez, sin ir más lejos-. Todo dependerá de qué filosofía quiera poner en práctica Rueda, si mantener su carácter previsible o sorprender a propios o extraños con la persona que elija para este relevo.

No es una consellería cualquiera. Economía e Industria pilota no solo los Perte a los que opta la Comunidad, sino también las peticiones para acceder a los fondos Next Gen de cara a los proyectos empresariales que están pendientes de poner en marcha. Es un puesto de enorme relevancia en el que se hace difícil imaginar a un paracaidista que aterriza de nuevas. De ahí que, desde una lógica de previsibilidad, se vea como normal tirar de escalafón, como hizo Feijóo en su momento. En ese caso, los mejores posicionados serían la actual directora general de Industria, Paula Uría o Fernando Guldrís, el director general del Igape. Otro nombre podría ser Pablo Casal, el secretario general técnico de la Consellería.

Una variante de esta posibilidad sería recuperar para la Xunta a Borja Verea, exsecretario general de la Consellería, conocedor del departamento y de su estructura. Tendría la contraindicación de que dejaría al PP de Compostela sin su líder en el pleno municipal, pero le daría una mayor visibilidad como conselleiro. Se antoja improbable: Verea es una apuesta decidida a medio plazo del PP para la capital de Galicia.

La segunda derivada es de rango. Conde es vicepresidente primero desde la llegada de Rueda a Monte Pío. Su salida, con toda probabilidad, aupará a ese puesto a Diego Calvo, actual vicepresidente segundo. La incógnita es si ese hueco será amortizado o, por el contrario, se reconocerá a algún otro conselleiro de largo recorrido con la vicepresidencia. En menos de siete días lo sabremos. Y ya veremos si en las listas del 23J no hay alguna otra sorpresa...