Reabre la A-6 en sentido La Coruña
Galicia recupera la conexión con la meseta por León dos años y medio después del derrumbe
El presidente gallego, Alfonso Rueda, acudió a la inauguración con el ministro de Transportes, Óscar Puente
El titular de la Xunta aprovechó el momento para pedir que el 2025 sea el año en e que se materialice la transferencia de la AP-6 a Galicia
![Óscar Puente y Alfonso Rueda, entre otros, en la inauguración de la vía](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/12/30/IMG_0752-R12PAzAj7h6UPObA6laskpJ-1200x840@diario_abc.jpg)
Tras dos años y medio de los aparatosos derrumbes que colapsaron el viaducto de O Castro de la Autovía del Noroeste (A-6), que conecta Galicia con Castilla y León, este lunes, 30 de enero, se ha reabierto el tráfico en su totalidad. Concretamente, ... se han habilitado los tres carriles de la calzada en sentido Galicia, y el segundo carril en sentido Madrid -el primero ya está funcionando desde el año pasado-, de forma que ya vuelven a estar operativos los cinco carriles del vial, en el entorno de las localidades de Vega de Valcárcel (León) y Pedrafita do Cebreiro (Lugo). Una obra que el ministro de Transportes, Óscar Puente, que presidió la inauguración, definió como una «proeza técnica», que ha permitido recuperar la circulación en una infraestructura vital, que «vertebra el país» y «comunica dos comunidades hermanas», como destacó el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, también presente en el acto junto con otros cargos como el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, y el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
Fueron dos los derrumbes que afectaron a la infraestructura. El primero de los derrumbes fue un martes, 7 de junio de 2022, y afectó a unos 50 metros. «Quedó la viga, lo que estaba encima de los pilares se vino abajo», había dicho en su momento el alcalde de Pedrafita, el socialista José Luis Raposo. Tan solo nueve días después, el jueves 16, a media tarde, se produjo el segundo desplome, en una superficie similar. El siniestro causó, como es comprensible, intranquilidad entre las poblaciones más cercanas. Desde el regidor de Pedrafita, que no dudó en acusar «fallos en la construcción» del viaducto –allá por la década de los 90–; a la de Vega de Valcárcel, María Luisa González, que reconoció que tras sucesos como este «se te mete el miedo en el cuerpo», aunque no dudó en que, una vez estuviese reparado todo quedaría «en perfectas condiciones».
Fue a mediados de noviembre, cinco meses después, cuando, a través de los informes preliminares encargados por el Gobierno, se conoció el motivo detrás de estos derrumbes, producidos con tan solo una semana de diferencia. Los informes, avalados por el Colegio de ingenieros de Caminos, señalaron que la causa no fue otra que el deterioro del hormigón de las estructuras internas de los vanos que cedieron, «mucho mayor» al detectado durante las primeras inspecciones, que determinaron el cierre del viaducto para proceder a su desmontaje y posterior reconstrucción, como había informado Ep en su día. Debido a su mal estado, al realizar derribos internos a través de agua a presión en medio de las tareas de reacondicionamiento, los vanos colapsaron. La hidrodemolición fue, en palabras del por aquel entonces secretario general de Transportes, Xavier Flores, la «gota que hizo derramar el vaso» de una infraestructura que ya estaba en mal estado porque «no hubo el mantenimiento adecuado».
Y precisamente a esto se ha referido el titular de la Xunta en el acto, que mostró su alegría por recuperar el tráfico en una vía de tal importancia en Galicia, pero también señaló a la importancia de «aprender de los errores y también de los aciertos». «Es necesario construir bien y también mantener bien, es decir, planificar las infraestructuras», aseveró al respecto. Pero, en todo caso, celebró la reapertura del viaducto en sentido Galicia como «una buena noticia» para «ciudadanos, transportistas y empresas». Y es que el colapso del tráfico generó gran malestar entre estos dos últimos sectores, que, especialmente los primeros meses, denunciaron la situación «caótica» y «descontrolada» en la que se había convertido atravesar Pedrafita -el desvío designado- para pasar de una comunidad a otra.
Reconoció, asimismo, la complejidad de la obra, en la que el Gobierno, añadió Puente, invirtió 90 millones de euros para habilitar los nuevos tres viaductos. «Esta proeza técnica se ha conseguido con una planificación meticulosa y una ejecución eficiente que ha permitido superar una orografía muy difícil, con vaguadas de gran pendiente y compleja geología. Hoy celebramos la inmensa capacidad de nuestra ingeniería para acometer una obra de esta envergadura y culminarla en tiempo récord», aseguró. La Ejecución del tramo con dirección a Madrid tomó 7 meses, mientras que el opuesto, con dirección a La Coruña, requirió de 11.
Destacó, además, que se trata de un «diseño estructural última generación en lo que autovías de montaña se refiere, con tableros de gran robustez, visitables y monitorizados en tiempo real». Y, respondiendo a las críticas vertidas por el mal estado de la vía, aseguró que es «una obra nueva y no un remiendo. Un estreno y no una reposición». Con ella, celebró, «la circulación en el límite provincial León-Lugo vuelve a la plena normalidad».
También en la cita, el presidente gallego quiso destacar el compromiso del Gobierno autonómico con la planificación y conservación de infraestructuras, recordando que el año que viene se alcanzará la cifra récord de «70 millones de euros» para su mantenimiento. Asimismo, reiteró que la Xunta acaba de rescatar cuatro vías con peajes en sombra, que permitirá un ahorro de unos 30 millones de euros año hasta el que sería el fin de su concesión, y que en 2025 la subida en los peajes de las autopistas de titularidad autonómica subirán «lo mínimo» -entre nada y cinco céntimos, había dicho la semana previa-. De este modo, la AG-57 y la AG-55 seguirán siendo de las más baratas de España, lo que contrasta con la AP-9, una de las más caras del país.
Por todo ello, aprovechó para reiteran «una reivindicación unánime no solo del Parlamento gallego», sino también de toda la sociedad de la Comunidad, que es «que el año 2025 pueda ser en el que se verifique definitivamente, tras muchos años y muchos gobiernos de diferentes colores políticos en los que no fue posible, la transferencia de la titularidad de la AP-9 a la Xunta de Galicia».
[Noticia en elaboración]
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