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Los colegios gallegos, incapaces de cubrir el 42% de plazas de Infantil

La caída de la natalidad del último lustro pasa factura y obliga al cierre de tres centros y a reorganizar unidades

Los cuatro colegios concertados que separaban por sexo pasan a ser mixtos para adaptarse a la nueva legislación

Primer día de curso en un centro de la capital gallega EFE
Patricia Abet

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El invierno demográfico es una estación que se perpetúa en Galicia. Con las matrículas de nuevo ingreso ya cerradas, los colegios de la Comunidad solo han logrado cubrir 15.000 de las 26.000 plazas ofertadas para los pequeños que inician este curso la Educación Infantil. La cifra implica que un 42 por ciento de las plazas para los pequeños de 3 años que debutan en el sistema escolar quedaron vacantes. Desde el departamento de Educación resaltan la importante caída en las inscripciones, que también se extiende a Primaria. El vaciado paulatino de las aulas es reflejo de una caída sostenida de la natalidad que lleva décadas lastrando el crecimiento poblacional de la Comunidad. Hace solo diez años el número de nuevos alumnos era un 25 por ciento mayor, pero el déficit de nacimientos empieza a mostrar su cara más amarga. Un día antes de conocerse los datos de matriculación, el Instituto Nacional de Estadística constataba ya una realidad amarga, empeñada en batir récords. En la primera mitad de este 2023 nacieron 6.826 bebés, unos 37 al día. La exigua estadística no vaticina tiempos mejores en los colegios gallegos, que este curso se han visto obligados a reorganizar sus aulas para acoplarse a la nueva realidad educativa. Es decir, a cerrar unidades por la falta de niños.

Infantil y Primaria son las etapas que más están sufriendo la sangría demográfica, con 2.643 alumnos menos que hace un año. La única lectura positiva, escueto consuelo, radica en que un 99 por ciento de las familias consiguieron plaza en el centro marcado como primera opción, debido a la falta de competencia. La peor parte se la llevan, sin embargo, las localidades en las que no se han llegado a un número mínimo de estudiantes que mantenga abiertas sus aulas. En concreto, y atendiendo a datos actualizados de la Xunta, serán tres los centros que cerrarán sus puertas por la falta de matrícula: el CEIP de Torrexallóns en Laxe (una matrícula), CEIP de Pousada Carcacía en Padrón (dos matrículas) y la Escuela de Educación Infantil de Carnés en Vimianzo (cuatro matrículas). Los pequeños de estos centros, aclaran desde Educación, «ya tienen plaza en los colegios de referencia de sus respectivos ayuntamientos». En este sentido, los últimos informes a nivel nacional indican que en Galicia el 99,7% del alumnado de Infantil y Primaria cuenta con servicio educativo en el concello en el que reside. Esto supone que solo el 0,3% no dispone de él en su municipio, frente a un 1,2 por ciento de la media española.

Menos niños, mejores ratios

La Comunidad gallega también sale mejor parada que la media estatal en cuanto a las ratios de alumno por profesor establecidas. En el caso de Infantil y Primaria, la normativa nacional establece 25 alumnos por aula, aunque en Galicia el 70 por ciento de las aulas de estas etapas tienen 20 alumnos o menos. Incluso, matizan desde el departamento al cargo, de estas un 30 por ciento tienen 10 o menos niños. A esto se le añade, recalcan, que la Comunidad gallega se mantiene a la cabeza en la ratio profesor-alumno, con una media de 9,8 estudiantes por cada docente, frente a los 11,4 del resto del país.

Con estos datos por delante, la preocupación por la merma en las nuevas inscripciones se mantiene debido a la caída del 6 por ciento en el número total de inscripciones, lo que deja 35.577 alumnos en Infantil y 91.390 en Primaria. Mejores cifras arrojan las etapas siguientes en las que la cifra de estudiantes se mantiene. En Bachillerato la caída es leve, de apenas 115 alumnos menos, mientras que en ESO se registra una ligera subida de 960 jóvenes más matriculados.

El arranque del nuevo curso académico, previsto para el próximo 11 de septiembre, también traerá otras novedades, como la desaparición de los centros que diferenciaban a sus alumnos por sexo. En el caso de la Comunidad gallega eran los colegios concertados de Peñarredonda y Montespiño, en La Coruña; y los de Montecastelo y Las Acacias, en Vigo. Los cuatro manifestaron a la Xunta su intención de convertirse en mixtos, para adaptarse a la reforma que impide otorgar subvenciones a colegios que segreguen a sus alumnos en función del sexo. En total, y en lo que concierne a la educación concertada en Galicia, el nuevo curso habrá un total de 3.990 unidades de estas características, exactamente las mismas que durante el curso anterior, que dan servicio educativo a unos 82.250 estudiantes.

Quejas de los sindicatos

La publicación de los datos por parte de la Consellería de Educación fue duramente contestada por el sindicato CIG, que a través de una nota de presa denunció ayer la «supresión de 89 plazas y de 60 unidades solo en Infantil y Primaria». Se quejan de que la Xunta «aplica las tijeras de forma indiscriminada sin tener en cuenta el mantenimiento de la enseñanza en el rural ni aprovechar para bajar las ratios, principales peticiones de la comunidad educativa». La Xunta, por su parte, tira de datos e insiste en que, a pesar de dejarse por el camino unos 2.000 alumnos, la cifra de aulas aumenta de cara al curso que se estrenará en cuestión de semanas.

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