Ciarán siembra el caos en Galicia: sin luz, sin trenes y sin carreteras
La borrasca ha dejado más de un millar de incidencias en la Comunidad, que sobre todo afectaron a la movilidad
Casi 10.000 personas han resultado afectadas por los cortes del suministro eléctrico, la mayoría en La Coruña
Ciarán complica el homenaje de los gallegos a sus seres queridos
Tras el paso de Celine la semana pasada, Galicia vuelve a quedar bajo el agua como consecuencia de la borrasca Ciarán, situada a la altura de Reino Unido e Irlanda, que ha llegado a la península en ciclogénesis explosiva dejando en la Comunidad más de un millar de incidencias en tan solo 24 horas. Miles de personas sin luz, carreteras cortadas y la paralización de parte del servicio ferroviario son solo algunas de las consecuencias de este episodio meteorológico que ha azotado al país estos últimos dos días, y que afortunadamente en Galicia no ha dejado víctimas mortales.
Entre el 1 y el 2 de noviembre, los servicios de emergencias de la Comunidad vivieron una de las noches más ajetreadas en lo que va de otoño. Desde el mediodía del miércoles hasta las seis de la tarde del jueves atendieron un total de 1.265 incidentes, siendo Galicia la CCAA española que más incidencias registró por el temporal. Pontevedra ha sido la provincia más afectada, donde se llevaron a cabo casi la mitad de las actuaciones del 112 Galicia, 461. A esta la siguieron Pontevedra (444), Lugo (220) y, finalmente, Orense (133).
Como suele acontecer, la mayoría de las incidencias han estado relacionadas con la presencia de árboles o ramas en carretera (776), postes y cables en las vías de circulación (135), tierra y piedras (75), mientras que solo hubo 28 casos relacionados con inundaciones, tanto de calles como de hogares.
Efectos en la movilidad
La movilidad ha sido la gran afectada por los efectos de 'Ciarán'. Múltiples vías de comunicación de la Comunidad, entre ellas la AP-9, vieron la circulación cortada parcial o totalmente, en muchos casos debido a la presencia de árboles o ramas en la vía, que también provocaron accidentes en carretera en los que, afortunadamente, no hubo víctimas mortales.
Por su parte, Renfe se ha visto obligada a cortar el tráfico ferroviario en gran parte del territorio. El jueves permanecieron cerradas las líneas Orense-Vigo, La Coruña-Fene y La Coruña-Monforte, trayectos para los que la empresa ferroviaria propuso una alternativa por carretera. Además, la borrasca también hizo necesario paralizar los servicios de Cercanías y Media Distancia de Ancho Métrico entre Ferrol y Oviedo. Por lo tanto, además del eje atlántico, la única conexión funcionando en la comunidad fue la que une Santiago con Orense, y que, a su vez, enlaza con el AVE a Madrid. Otras CCAA como Asturias, Cantabria, País Vasco o Madrid también han sufrido cortes ferroviarios como consecuencia del mal tiempo. Además, también se ha visto afectado el tráfico aéreo, y fue necesario desviar o cancelar varios vuelos en los aeropuertos gallegos.
10.000 personas sin luz
Del mismo modo, como suele acontecer en esta época del año, la borrasca ha tenido consecuencias directas en el suministro eléctrico de numerosas zonas gallegas, en su mayoría por incidencias derivadas de las fuertes ráfagas de viento. Tal y como ha informado la distribuidora de Naturgy, UFD, a EuropaPress, se quedaron sin luz 9.800 clientes. De ellos, 4.300 han sido en la provincia de A Coruña; 1.500 en Lugo, 2.500 en Ourense y 1.500 en Pontevedra.
Por su parte, las lluvias torrenciales — el miércoles cayeron 71 litros por metro cuadrado en Fornelo dos Montes (Pontevedra)—han obligado a la Xunta a mantener activo el plan Inugal de supervisión de los ríos por posibles inundaciones. Concretamente, la administración gallega tiene el foco puesto en 12 ríos: el Lérez, el Insua, el Miñor, el Deza y el Tea en Pontevedra;el Mera, el Furelos, el Mandeo y el Mendo en La Coruña; el Ouro y el Insua en Lugo;y el Arnoia y el Avia en la provincia orensana.
Además de precipitaciones abundantes y ráfagas de viento superiores a los 150 km/h—el máximo fue de 165 km/h en Muras (Lugo) la jornada del miércoles— el que ya es el mayor temporal de lo que va de otoño también trajo consigo el frío, dejando el jueves a las cinco de la tarde una temperatura mínima de -2.6ºC en Cabeza de Manzaneda (Orense). Así, Ciarán ha estrenado la temporada de nieve con acumulaciones de hasta 5 centímetros en cuotas superiores a los 1.200 metros. De hecho, en Pena Trevinca, en Orense, el martes ya cayeron los primeros copos del otoño.
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