«La caña que me pusiste me va a dar SIDA y me va a volver gay»
El cliente de un bar de Lugo se sienta esta semana en el banquillo acusado de un delito de odio por atacar verbalmente a su camarero
Exteriores de la Audiencia provincial de Lugo
Un cliente de una cafetería de Lugo se sentará esta semana en el banquillo acusado de un delito de odio y de otro de amenazas leves por su enfrentamiento con uno de los camareros del local. Según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía al que ha tenido acceso ABC, el procesado se sentó en la barra alrededor de las 23 horas del 5 de noviembre de 2023 y pidió una caña. Al otro lado de la barra estaba un joven de nacionalidad brasileña, el denunciante, que en ese momento estaba «desarrollando laboras propias de su trabajo, con unos guantes de limpieza puestos». Tras realizar su petición, y cuando el empleado le sirvió la bebida, el acusado estalló contra él, atacándolo de forma directa ante el resto de clientes del bar. «Con desprecio hacia las personas inmigrantes y con una orientación sexual diferente» tal y como señala la fiscal, el procesado lo amenazó con hablar con su jefe para que lo despidiesen porque le había servido la caña con los guantes puestos.
«No me voy a tomar esta caña porque me la estás poniendo con guantes, pero voy a llamar a tu jefe y a hacer que te despidan porque es amigo mío» arrancó, según la Fiscalía, el cliente. A continuación, los ataques verbales cobraron intensidad. «No vales nada» le dirigió mientras el camarero atendía una mesa. A su regreso, lo agarró por el brazo y le espetó: «Sois todos panchitos, estáis comiendo de mi sueldo, yo te pago todo aquí, pachito de mierda, payaso, los inmigrantes no valéis nada, la caña que me pusiste me va a dar SIDA y va a hacer que me vuelva gay«.
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Por sus palabras, el hombre se expone a dos delitos por los que el Ministerio Público pide que sea condenado a 15 meses de prisión y a multa de 12 euros diarios durante 9 meses (unos 3.000 euros) en el caso del delito de odio, y a 2 meses de multa con cuota diaria de seis euros por las amenazas. Además, solicita una indemnización para el camarero, en concepto de responsabilidad civil, de 1.000 euros por los daños morales causados. En su escrito de acusación, la fiscal del caso anota que estas expresiones relativas al origen del declarante y a su orientación sexual se las lanzó delante de toda la clientela «creando una situación de humillación para el afectado, que estuvo veinte minutos llorando».
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