Borja Verea: «La crisis del PSOE de Santiago solo demuestra la debilidad de la alcaldesa»

—¿Cómo ve todo lo que está sucediendo en el PSOE de Santiago?

—Con una sensación de preocupación, que no es exclusiva mía o del PP, sino que es compartida en toda la ciudad. Estamos ante un triste espectáculo que se define muy fácilmente: es la fractura total de la gobernabilidad en Santiago. La ambición de una persona que con seis concejales de 25 a toda costa quería ser alcaldesa, y las consecuencias son las que estamos viendo todos. Tres partidos, PSOE, Compostela Aberta (CA) y BNG, que están utilizando a Santiago como un juguete.

—¿Y usted entiende esta crisis?

—No lo entiende nadie en la ciudad. Estamos ante una crisis que es difícil de entender y yo siempre pongo la misma respuesta: ambiciones personales de perfil muy bajo, las antípodas de lo que tienen que ser los intereses de esta ciudad. Esta es la consecuencia de diez años de desgobierno de PSOE, CA y BNG, de esta alianza tripartita que ya lleva una década instalada en la ciudad y que lo único que generó –y el mejor retrato lo que estamos viendo ahora mismo– es desgobierno, inestabilidad y dudas. Y esto al final es un freno constante al progreso y a la consolidación que esta ciudad se merece.

—¿Qué va a pasar a partir de ahora?

—El retrato más crudo a la vista de toda la ciudad es que está completamente roto este pacto de gobernabilidad y por lo tanto va a afectar al día a día de los ciudadanos. Vamos a tener al frente de la ciudad a un gobierno completamente en minoría, que pierde completamente su principal apoyo, que es el PSOE, que explosiona internamente, y por lo tanto ya el deterioro de todos los servicios y del futuro de la ciudad se va a acelerar.

—Ha declinado presentar una moción de censura. ¿Por qué?

—Yo quiero ser alcalde porque así lo decidan los santiagueses y hay una realidad que todo el mundo conoce hoy en nuestra ciudad. Yo gané las elecciones por goleada al BNG, al PSOE y a CA. Y lo que quiero es ganar por goleada en 2027 a la alianza de estos tres partidos. Ese es mi objetivo y para eso estoy trabajando 24 horas al día. Los que apostaron por el desgobierno y llevan apostando más de 10 años por estos pactos de perdedores son los que tienen que estar dando explicaciones ahora a la ciudad. Yo quiero mandar un mensaje que se entienda bien. Si los votantes del PP confían en mí, en 2027 seré alcalde de Santiago.

—¿Por qué dice los votantes del PP?

—Porque es muy importante que los votantes del PP en mi ciudad, en Santiago de Compostela, confíen en mí, aúnen y concentren todo ese voto, se movilicen como se tienen que movilizar, para en 2027 poder ser alcalde y volver a poner a la ciudad en marcha.

—¿Se refiere a votantes del PP o a votantes de la derecha?

—Me refiero a todo el votante del abanico de derecha, del centro derecha, que tiene que concentrar ese voto en mí, en este caso en el PP, y tradicionalmente en unas municipales cuesta esa movilización. Y el resultado es el deterioro de la ciudad. Como decía antes, llevamos camino de doce años, de un pacto de una alianza de CA, BNG y PSOE que están suponiendo un freno constante al progreso de esta ciudad.

—¿Cree que la crisis del PSOE consolida a la alcaldesa?

—Todo lo contrario. La crisis del PSOE demuestra la extrema debilidad de la alcaldesa y del BNG en esta ciudad. Porque se rompe completamente ese discurso. Aquí hay tres partidos que se turnan cuando así lo necesitan, y en el momento que implosiona una de esas patas, como acabamos de ver, lo que queda retratado delante de toda la ciudad es la extrema debilidad de este gobierno. Debilidad política y debilidad de proyecto. Porque yo hago una pregunta que repito muchas veces. ¿En qué mejoró la ciudad en estos diez años? Y nadie es capaz de darme una respuesta, ni ninguno de estos tres partidos que llevan gobernando la ciudad durante una década. La ciudad tiene un deterioro acelerado.

—¿En qué se basa?

—Los cuatro grandes servicios públicos de una ciudad son transporte público, alcantarillado y abastecimiento de agua, limpieza y alumbrado. En estos diez años, estos cuatro servicios están todos en peor estado que cuando inició este tripartito el gobierno en esta ciudad. Llevamos diez años de retraso en la renovación del transporte. Tenemos los peores autobuses posiblemente de toda España. En materia del contrato del agua, que es la concesión más importante de una ciudad, caducó hace cinco años y la renovación ni está ni se le espera. Con lo que supone que la mayoría de las tuberías de esta ciudad están reventando constantemente y así lo sufren los vecinos. En la limpieza sí hay contrato. Y sin embargo, nunca tanto pagaron los santiagueses por la limpieza de esta ciudad y nunca tan sucia tuvo un gobierno una ciudad. Y el alumbrado que fue debate estos últimos días. ¿Cómo es posible que semana tras semana el alumbrado de la ciudad sea peor?

—Más allá de rechazar acudir a actos religiosos a la catedral, ¿la alcaldesa está queriendo fraguarse una imagen de moderación?

—Si lo está intentando no lo está consiguiendo. Es evidente que estamos posiblemente ante el gobierno más radical desde un punto de vista ideológico que conoció la ciudad. Es cierto que desde las políticas que afectan al vecino al día a día es difícil detectarlo. Pero yo invito a cualquier vecino que se acerque a cualquier discurso de la alcaldesa para ver su obsesión ideologizante. Eso es una evidencia. ¿Esto tiene consecuencias a la imagen de la ciudad? Por supuesto que sí. Eso es lo grave y esa es la tremenda irresponsabilidad. Podemos poner varios ejemplos. En materia de turismo, el relato desde el primer minuto fue poner una diana al turista como ese gran enemigo y no poner en marcha medidas que puedan solucionar algún tipo de deficiencia, y no dedicarse a poner el foco en el turista como un enemigo de esta ciudad, cuando es todo lo contrario. Somos una ciudad que nació hace mil años para recibir gente. Está en nuestro ADN.

—Una derivada del turismo son las VUT. ¿Usted las habría amnistiado?

—¿Son el problema de la falta de vivienda en Santiago? No. No lo son cuando hay alrededor de 5.000 viviendas vacías. Es nuevamente un enemigo fácil al que generarle un relato de que son los causantes del problema de vivienda. No lo son. Y por supuesto que yo las habría amnistiado. Lo dije cientos de veces. Estaban ya operando, tenían todos los permisos en marcha. Después de una revisión y de detectar que todos estaban cumpliendo las condiciones mínimas, creo que era de sentido común que siguieran operando. Y digo más. Aquí hay una tremenda contradicción. Porque las VUT no dejan de ser viviendas de alquiler vacacional, que tienen pequeños propietarios en la ciudad que distribuyen y capilarizzan esa riqueza. La alcaldesa apuesta por grandes conglomerados hoteleros, como la licencia de 500 plazas que se acaba de dar en Galeras para esa residencia/hotel.

—¿La alcaldesa ha intentado regularizar o amnistiar esas VUT?

—Evidentemente no. Nosotros ya lo dijimos. Durante el proceso electoral, sí prometió que iba a proceder a esa amnistía, lo reconocen las familias, que muchas de esas familias votaron el BNG confiando en esa promesa de que iban a poder seguir operando después de las elecciones. Y se encontraron todo lo contrario. El BNG mintió a la ciudad.

—¿Apoyará la implantación de la tasa turística en la ciudad?

—Es que si hay tasa turística es gracias al PP de Alfonso Rueda y Borja Verea. La apoyaremos. Ahora bien, con condiciones. El gobierno local debe ponerse a trabajar y acordar con el tejido empresarial de la ciudad. En segundo lugar, que gestionen ellos mismos la tasa. ¿Qué broma es esta de pedir un impuesto para después que te lo gestione otro y tú simplemente cobrar? Y el tercer requisito, que se destine a lo que se tiene que destinar, que es a mejorar la relación del turismo con la ciudad y no, por poner un ejemplo, para contratar otros 20 asesores.