El BNG tensa la negociación de PP y PSOE para una censura en Orense
Mantienen su veto a una Alcaldía conservadora. Populares y socialistas creen que el acuerdo todavía es posible
![Los seis emisarios de PP, PSOE y BNG; este jueves en el Liceo de Orense](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/06/20/IMG-20240620-WA0017-RvsFDdsifWZ04wXVU0kw7OO-1200x840@diario_abc.jpg)
La posible operación para desalojar a Gonzalo Pérez Jácome de la Alcaldía de Orense vivió este jueves su segundo capítulo, con el BNG enrocado en su veto al PP. Lejos de desistir en su actitud de marcar líneas rojas, los nacionalistas entregaron a los representantes de socialistas y populares un documento para una moción de censura. Con un espacio en blanco para incluir el nombre del «candidato/a» a regidor o regidora del «Grupo municipal del PSdeG-PSOE». Y 14 nombres: los de los siete ediles conservadores y seis socialistas, más el que se precisa del BNG para sacar la moción adelante. El de Xosé Manuel Puga. Con su correspondiente firma. «No vamos a permitir que se nos ponga ningún veto», replicó el PP. El PSOE se mostró, aún así, «optimista».
Tras un sobreactuado secretismo previo sobre el horario de la cita, las tres formaciones locales se reunieron por segunda vez tal y como habían acordado una semana antes. El encuentro arrancó poco después de las seis de la tarde en el Liceo. Si la primera toma de contacto se había prolongado por espacio de dos horas, en este caso no habían dado las siete cuando aparecieron ante los medios de comunicación los dos emisarios del Bloque –ausente, de nuevo, el portavoz Luis Seara–.
El concejal Xosé Manuel Puga blandió el documento que había hecho llegar a los otros dos partidos, y proclamó: «No volvemos a ninguna otra reunión hasta que se haga lo que nosotros trasladamos». Y esto conlleva la ya sabida línea roja, que según el Bloque no es tal: «Nunca vamos a hacer alcalde a una persona del PP». A partir de ahí, dijo a la prensa, la «decisión de configurar el próximo gobierno» será de quien empuñe el bastón de mando. Que tiene que ser alguien del PSOE. El Bloque no pone «ninguna condición respecto a eso». «Que no mareen más a la gente. O hay moción de censura o no hay moción de censura», zanjó Puga.
Las siguientes en comparecer, juntas, fueron las representantes de PP y PSOE. «Acabamos de vivir ahí arriba una situación surrealista, a pesar de que aún estuvimos un tiempo intentando aguantarla y que el BNG entrase en razón», refirió Noelia Pérez. La edil popular acusó a los nacionalistas de actuar con una «frivolidad máxima». Y, para muestra, el relato que hizo de cómo Puga firmó su documento y «se levantó». «Veníamos a esta reunión a construir, y no a destruir», criticó.
En este punto tomó la palabra Natalia González. La socialista redujo a «florituras» la postura del BNG; afirmó que dan un paso adelante y están «dispuestos a liderar esa alternativa de gobierno»; y terció: «Sí avanzamos en muchas cosas». Pérez reivindicó que ellos «también» son «alternativa» a Jácome. Inasequible al desaliento, González señaló que ahora se «abre un período necesario» para que las tres fuerzas reposen lo hablado hasta el momento, por más que Puga fuese muy claro al reclamar que les contesten este mismo viernes o en próximos días. Y atemperó los ánimos diciendo que los tres grupos «deben ser igual de importantes».
PSOE y PP coinciden en que primero ha de llegarse a un acuerdo para el resto del mandato. «La casa se empieza por otro sitio, no se empieza por el tejado (...), hay que empezarla por los cimientos», amonestó Pérez a los nacionalistas, molesta con la actitud de Puga: «Ni se miró los acuerdos programáticos». González remarcó que esa ha de ser la «premisa», y su colega conservadora dejó claro que no se fían en absoluto de los frentistas y su demanda de anteponer el candidato: «En cualquier momento te pueden dejar vendido». Pese a todo, indicó: «Pienso que se puede llegar a un acuerdo». González fue más allá: «Cristalizará seguramente en esa moción de censura».
Camino accidentado
El movimiento puesto en marcha en las últimas semanas para acabar con el «caos» instaurado, según la oposición, en el consistorio, se está encontrando con numerosos obstáculos. Por un lado, los del BNG, que ya acudió a la primera reunión sin confirmar asistencia y vetando al PP. Por otro, los de los socialistas orensanos, que convocaron sin negociación previa y después de presentar un 'Pacto da concordia' a modo de propuesta cerrada. Y, como guinda, la dirección autonómica puso el grito en el cielo con el acuerdo de gobierno en Carballiño, llevando al límite la paciencia del PP y enturbiando aún más las opciones de entente en Orense capital.
Este jueves, por la mañana, el líder del PP en la provincia, Luis Menor, advertía: «Lo que no puede haber son (...) condiciones (...); no vamos a tolerar que se nos excluya por sistema». Pese a asegurar que era pronto para hablar de entrar en un hipotético gobierno local –«de momento no estamos en esa etapa, estamos para hablar de programas–», Menor marcaba una premisa clara: «No podemos renunciar de plano a formar parte de un gobierno».
Un discurso en línea con lo dicho la víspera por el presidente del PPdeG, Alfonso Rueda, quien señaló: «Mi opinión es clara: no podemos admitir este tipo de cordones sanitarios, este tipo de vetos [de] los que siempre pierden las elecciones a los que las ganan». Hilo argumental que estiró ya por la tarde, poco antes de la reunión, la secretaria general, Paula Prado. «No vamos a consentir que se vete a la segunda fuerza más votada», insistió. Y envió otros dos mensajes. Uno: «Antes de cualquier acuerdo, deberían cesar las incoherencias» de BNG y PSOE. Y dos: «No vamos a ser cómplices de ningún movimiento que facilite o multiplique la inestabilidad». Prado, además, dejó en el aire «quién manda en Galicia» en el socialismo: si Pedro Sánchez, Gómez Besteiro o el partido en Orense.
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