Una 'biotech' gallega diseña fármacos alternativos contra el cáncer
Iteria Biopharma nace de la colaboración de tres socios con experiencia en el sector
Ofensiva contra el radón, primera causa de cáncer de pulmón en no fumadores
![De izquierda a derecha, Jesús Álvarez, Ramon Bosser, Carme Pampín y Raúl Velasco](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/12/08/iteria-RTJ0RTMZZwi1aBbewv2C0VL-1200x840@diario_abc.jpg)
En un momento de maduración y crecimiento para el sector biotecnológico en Galicia y España, el Parque Empresarial de Touro se convierte en sede de una nueva iniciativa surgida de la colaboración entre profesionales con experiencia en el ámbito, Iteria Bipharma. Con el desarrollo preclínico ... de un fármaco para el cáncer de próstata, que permitiría ofrecer un tratamiento alternativo frente a casos de resistencia a la terapia estándar, la también gallega GaliChima se une a Julio Castro, fundador de Palobiofarma y el actual CEO de la compañía Ramon Boser, para desarrollar el proyecto con el capital reunido.
Ya se conocían tras colaborar en otros proyectos, donde pudieron comprobar cómo su facilidad para comprobar conocimientos, ya que «se entendían muy bien», destaca Bosser. Por aquel entonces, años antes de que arrancase Iteria Biopharma, su actual CEO dirigía la compañía Origo Biopharma, otra 'biotech' especializada, en su caso, en descubrimiento de fármacos órgano-restringidos para el tratamiento de la fibrosis intestinal y pulmonar. En 2021, Origo fue adquirida por la belga Agomab Therapeutics tras alcanzar fases clínicas en el fármaco para la fibroestenosis asociada a la enfermedad de Crohn e iniciar un segundo programa preclínico para el tratamiento la fibrosis pulmonar idiopática bajo el liderazgo de Boser, que lo recuerda como un trabajo «muy exitoso».
«A raíz de nuestros proyectos, Agomab los ha hecho avanzar y ha levantado muchísimo dinero para llevarlos a clínica y ahora están empezando ya a probar los productos en pacientes. No es que vendiéramos solo una idea, sino que es algo realmente tangible y que, de momento, sigue siendo algo que promete», afirma el CEO de Iteria Biopharma.
Ahora, tanto él como Julio Castro, CEO de la biotecnológica Palobiofarma, formada por científicos con experiencia en el descubrimiento de fámarcos especializados en fases temprana del desarrollo clínico -con sedes en Navarra y Barcelona-, acuden al Parque Empresarial de Touro donde se encuentran las instalaciones de GalChimia para trabajar en la nueva terapia contra el cáncer de próstata que parte de las investigaciones llevadas a cabo en el proyecto Maoprost.
Una iniciativa que busca una alternativa para los pacientes de este tipo de cáncer, el segundo más común en hombres, en los que la terapia de privación de andrógenos empleada habitualmente no resulta efectiva y las opciones son limitadas. Maoptros recibe el nombre de la molécula monoamino oxidasa A (MAO-A), cuya inhibición puede representar una estrategia novedosa para tratar estos casos. El reto de esta terapia es desarrollar el primer inhibidor selectivo y competitivo de la MAO-A, ya que ninguno de los que se usan para otras enfermedades tiene las características idóneas para tratar el cáncer de próstata. Un proyecto que ha contado con el respaldo financiero de la Administración Pública a través del programa Colaboración Público-Privada 2021 del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Agencia Estatal de Investigación.
Siguientes pasos
La hoja de ruta para los próximos meses pasa por levantar capital público y privado en 2025 para aumentar el equipo y mantener el desarrollo de los proyectos, ya que, como explica Boser, «el coste del desarrollo de un fármaco no es lineal, es casi exponencial». Si bien el sector biotecnológico se encuentra en crecimiento, el CEO de Iteria Biopharma destaca la «falta de inversión especializada», ya que se trata de un mercado complejo donde los resultados tardan en llegar y el riesgo a que los objetivos de las investigaciones no lleguen a materializarse es real.
Un recorrido «arduo», en el que la salida al mercado de un fármaco se produce en una década en el mejor de los casos, indica Boser, aunque la presencia de otros actores en Galicia y España, como las universidades, hospitales, compañías inversoras y el apoyo institucional permiten que este ecosistema se asiente poco a poco en el territorio.
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