Besteiro y Rueda apelan a una mayor cooperación entre Gobierno y Xunta
El nuevo delegado, al tomar posesión, tiende la mano para buscar soluciones, y el presidente gallego aboga por el consenso y rehuir la confrontación
Oficializada la reinstauración política del socialista tras su vía crucis judicial

José Ramón Gómez Besteiro está de vuelta en la vida política tras siete años. «Nunca choveu que non escampara [nunca llovió que no escapara]», cerró su intervención en el acto en el que tomó posesión como nuevo delegado del Gobierno en Galicia. Aprobado su nombramiento hace una semana en Consejo de Ministros, publicado al día siguiente en el BOE, este lunes prometió, sobre el artículo 14 de la Constitución Española, el cargo que le reinstaura en primera línea, tras hacerse a un lado por el vía crucis judicial al que le sometió Pilar de Lara. Exonerado, y con nuevo rol, aseguró que «siempre» tendrá la «mano tendida» al gobierno gallego para «cooperar». Alfonso Rueda, a quien agradeció el «gesto» de estar presente, recogió el guante: enmarcó su asistencia en la «normalidad institucional», ofreció «muchos más consensos que desencuentros», brindó «lealtad y colaboración» de la Xunta y apeló a trabajar «juntos» desde las Administraciones. Si las palabras y buenos deseos de ayer se materializan, toda una nueva etapa en la relación entre gobiernos, central y autonómico.
El recibimiento a Rueda, en el exterior de Palexco —donde se desarrolló el acto— ya denotó buen clima. La semana pasada fue, por parte del PSOE gallego, de rearme, por las resonancias que puede llegar a tener la recuperación de Besteiro de cara a las futuras elecciones autonómicas. Del otro lado, al PPdeG y a la Xunta les tocó salir a la palestra para rechazar que se utilicen las instituciones como lanzaderas políticas y como fórmula para recomponer partidos políticos a nivel interno. Pero en un acto como el de este lunes tocaba aparcar diferencias. Hubo sonrisas, apretones de manos y buenas palabras en el día del resurgir de Besteiro. En su discurso, el nuevo delegado recogió en parte ese trasfondo declarativo que generó su nombramiento. «Claro que vengo (...) a hacer política», advirtió, para reivindicar, «en tiempos de descrédito», una «política de verdad entre todas las administraciones». «Tenemos», le dijo a Rueda, una «oportunidad histórica» para Galicia, tras abogar por primar el interés común, cooperar y no confrontar desde las instituciones. «Defenderé el trabajo del Gobierno (…) con la intensidad que merece», certificó, pero con voluntad de buscar «soluciones» de la «mano» de la Xunta.
En primera fila escuchaba su predecesor, José Miñones, para quien Rueda también tuvo buenas palabras ante su nuevo cometido al frente del Ministerio de Sanidad. No se caracterizaron sus dos años al frente de la Delegación por una entente cordial con la Xunta, pero ayer no procedía recordarlo. Era el trance, como hizo Rueda, para pedir a Besteiro que sea «abogado de los intereses de Galicia» ante el Gobierno, y como contrapartida, aportó la colaboración también leal de la Xunta.
La «hoja de ruta» de Galicia, enfatizó, «no puede ser ideológica ni partidista». «Todas las instituciones», señaló, han de crear «estabilidad, certezas y unidad». Las Administraciones no estarán «siempre de acuerdo», concedió, pero hay un «deber» de trabajar todos en pos de solucionar las «dificultades», subrayó. No al «roce por el roce» y la «confrontación sistemática», sí a la colaboración. Pero no exenta de reivindicación: Rueda advirtió de que seguirá peleando por las infraestucturas, el buen desarrollo de los Next Generation, desarrollo de competencias y soluciones para la sanidad.
Traspaso de poderes
El acto sirvió, de paso, como simbólico paso de testigo por parte de Miñones, quien aprovechó para despedirse públicamente del cargo, y aludió al calvario judicial de Besteiro, señalando que «hoy por fin se hace justicia», y que «fue demasiado tiempo» alejado de la primera línea política. «Nadie mejor que tú sabe lo difícil que fue este largo camino que tuviste que sortear hasta llegar aquí», dijo. «Te lo mereces, gracias y suerte». Su sucesor, además de dar las gracias a Pedro Sánchez por el nombramiento, prometió impulsar un «Gobierno a pie de calle» y trabajar para promover los principios de «justicia social, justicia económica y justicia ecológica». Punto en el que aparecieron las inevitables alusiones a la gestión del Gobierno (pensiones, SMI, etc). Con toda la intención del mundo, apostilló: «Justicia, un valor con un significado muy especial para mí». «Por una decisión libre y responsable, hoy estoy de nuevo en la política», defendió, para añadir que no ha llegado «solo». En este punto se emocionó, al asegurar que se lo debe a su familia —le escuchaban su madre, su mujer y sus hijos—, que «siempre fue un apoyo y un respaldo», y también a «la familia política» socialista. Y, apostrofó, «al sentido del humor», que admitió que le «ayudó mucho» estos años.
La rehabilitación pública de Besteiro, saludada como «un día grande para el PSOE» por el secretario general del PSdeG, Valentín González Formoso, concitó a lo más granado del partido; entre otros, los alcaldes de La Coruña y Santiago, Inés Rey y Xosé Bugallo, el portavoz parlamentario, Luis Álvarez, el otrora delegado Javier Losada, presidentes de las Diputaciones provinciales, alcaldes, diputados nacionales y gallegos, senadores y otros cargos. Faltó la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, al haber tenido que cancelar su agenda por un problema personal de última hora; delegó en el secretario de Estado, Alfredo González. Pero también acudió una nutrida representación de las esferas política, judicial, militar, cultural y profesional. En un día eminentemente de regocijo, no faltaron las palabras de recuerdo para los cuatro jóvenes fallecidos en el accidente de Xove, y de apoyo y cariño a sus familias.
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