Samuel Luiz y el crimen de Cortegada, protagonistas de la crónica negra de 2021
La muerte a golpes del joven coruñés conmocionó a la opinión pública. La instrucción sigue con siete detenidos
El año finalizó con un crimen ocurrido el agosto, que su autora confesó en diciembre: el asesinato de su amante
Cada año se escribe una página de sucesos que engrosa la crónica negra de un territorio, en este caso el gallego, en el que cada crimen deja una huella distinta, única e imborrable. El 2021 se recordará, sin duda, por el asesinato de un ... joven auxiliar de enfermería de 24 años que perdió la vida en una de las aceras más transitadas de Galicia. Un lugar que cada día pisan miles de personas, y que en cuestión de minutos se transformó en escenario de una muerte todavía por esclarecer. A la pérdida de Samuel Luiz, prematura e injustificada, se suman las de Mónica, Leticia o Francisco. Todos ellos protagonistas de la peor de las noticias .
Samuel Luiz: El sinsentido de la violencia
Samuel Luiz encontró la muerte cuando se cruzó con un grupo de chavales que lo golpearon sin piedad hasta escribir su final. No hubo explicación más allá de un despliegue de violencia que nadie logró contener. El trabajo policial para identificar a los autores del apaleamiento dio sus frutos y son ya siete los detenidos por su presunta implicación en la paliza. El sinsentido del asesinato y una supuesta motivación homófoba encendieron todo tipo de manifestaciones y protestas que llegaron incluso al ámbito político. En lo judicial, la instrucción va atando los cabos para conocer el papel que jugó cada uno de los detenidos —dos de ellos menores— en la paliza. Los testimonios de los amigos de Samuel y de las personas que trataron de frenar los golpes fueron claves para determinar la cronología de un ‘todos contra uno’ que acabó con un cráneo hundido y una familia rota. Mensajes y flores en el lugar del crimen fueron durante meses el recordatorio del horror desatado ese 3 de julio, que traspasó incluso la crónica nacional para dar la vuelta al mundo.
Mónica Marcos: Crimen machista
La misma violencia, teñida de machismo, descargó contra Mónica Marcos, única víctima de la violencia de género en Galicia este 2021. Apuñala por su pareja en La Coruña en septiembre. Fue uno de sus dos hijos el que encontró el cadáver de su madre, después de que su novio se diese a la fuga. Tras el crimen se supo que él ya tenía antecedentes por malos tratos y que se pasaba las horas sentado delante de la panadería que Mónica regentaba, o de su vivienda, en un intento por controlar todo lo que hacía. La Policía lo detuvo en Madrid, ciudad a donde huyó en avión tras acuchillar a Mónica y dejarla tendida en el piso de su vivienda. La conmoción en el barrio herculino de O Birloque dio paso a la rabia. Una persona de su entorno reconoció que unas semanas antes le había escrito «escandalizándose» por el crimen de Samuel.
Leticia Sanabria: De amigas a verdugos
También en septiembre, el hallazgo del cuerpo de una joven de nacionalidad paraguaya en un piso de O Barco, activó todas las alarmas. Los servicios de emergencias se encontraron con una compañera tratando de reanimarla y con la otra presa de los nervios. Pero la escenificación duró poco, hasta que la autopsia destapó que Leticia había sido asfixiada y que incluso presentaba marcas de uñas en el cuello. Tras medio millar de interrogatorios y ante el silencio de las dos acusadas, amigas íntimas de la fallecida, el relato de los hechos fue cobrando cuerpo. El dinero que Leticia había ahorrado y que estaba a punto de enviar a su familia, sumado a rencillas personales, desencadenaron un crimen que tuvo eco en el país de origen de la joven, donde sus nueve hermanos y su madre lloraron su pérdida al descubrir que su ‘familia’ en Galicia la había traicionado.
Cristina: La madre asesinada en su casa
El 15 de enero de 2021, un hombre se presentó en casa de Cristina antes del anochecer y aprovechando que acababa de quedarse sola, porque su familia se acababa de llevar a su bebé. La mató de un disparo. No tardaron en capturarlo y ahí se descubrió que el asesino era un camionero de 51 años, pareja a su vez de una mujer con la que el marido de la fallecida habría mantenido una relación. Tras el affaire, la rivalidad entre uno y otra (él era su jefe) derivó en una situación insostenible en el trabajo que incluso salpicó a sus compañeros. El presunto criminal, ahora entre rejas, iba armado con cadenas y grilletes. Todavía se desconoce para qué.
Roberto C.: Crimen de Chapela
La respuesta a este crimen se encontraba también en el entorno del fallecido, al que un cliente al que habitualmente vendía cocaína le robó la vida. El cuerpo de Roberto apareció a finales del mes de enero, en el interior de su vivienda en el barrio de Chapela. Estaba boca arriba, atado de pies y manos y con la cara cubierta, indicador de que quien lo mató lo conocía. La entrada de la vivienda tampoco estaba forzada, así que todo apuntaba a una persona conocida, a la que había dejado pasar. Las sospechas se dirigieron de inmediato a los clientes que Roberto, de 51 años, solía recibir en casa. Los agentes descubrieron que siempre los citaba previamente, y así fueron cuadrando piezas hasta que llegaron al presunto culpable. Una deuda económica y la convicción de que la víctima lo estaba estafando con coca adulterada bastaron para que, tras una discusión, el acusado se abalanzase contra Roberto en un intento por llevarse la droga y el dinero que guardaba en casa . Fue detenido dos meses después.
Francisco Javier: Crimen del barrio de las Flores
El mundo de las drogas y el menudeo también fue trasfondo del conocido como crimen del barrio de las Flores, un asunto que ocupó más de un mes de pesquisas policiales que desembocaron en la detención de un hombre acusado de matar a Francisco Javier L. F. de 50 años, en el interior del chalé de la calle Lirios. Fueron sus vecinos los que alertaron de que algo no iba bien cuando se percartaron de que la víctima levaba varios días sin recoger la ropa del tendal. Una fuerte discusión entre el fallecido y el arrestado , ambos conocidos, fue la mecha que prendió una pelea que acabó de la peor de las maneras.
José María R.: El crimen de Cortega
El año finalizó con un suceso que conmocionó a toda la Comunidad, el asesinato de un barcelonés, José María R., que no regresó a su casa después de una visita a su amante de Cortegada. El viaje se produjo en agosto, pero no fue hasta este diciembre cuando la joven confesó a su psiquiatra que agobiada por las declaraciones de amor del hombre al que había conocido en redes sociales y que se trasladó hasta Galicia para conocerla, decidió asfixiarlo, mutilarlo y calcinar los restos de su cuerpo, que después esparció por distintos espacios. Una vecina incluso le llamó la atención por el mal olor que se desprendía de la hoguera que prendió al pie de su casa, pero Cristina siguió adelante. Se deshizo del cuerpo y también de los objetos personales de su amante, cuya desaparición había sido denunciado por su familia en Cataluña pocos días después de su marcha. La policía llevaba tiempo sospechando de Cristina, algo no cuadraba en su declaración, pero fue la confesión de la mujer la que descubrió el espanto ocasionado en Cortegada.
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