Primarias cocinadas

No le envidio el trabajo que tiene por delante quien tome las riendas del Partido Socialista de Galicia a partir del próximo mes de Octubre, porque sea quien sea no sólo va a tener que hacer las paces con sus contrincantes sino también construir puentes con el amplio sector del partido que se ha quedado fuera del proceso porque simplemente no se fían.

El comentario de apoyo en Facebook a Juan Díaz Villoslada que vimos esta semana en la cuenta oficial del PSdG no es un simple error, sino una muestra de la parcialidad de un órgano que desde que nació olió a delegación de un Gómez Besteiro que tenía esperanza de poder volver, y que tras los acontecimientos de Ferraz está al servicio de Pedro Sánchez .

A Fernández Leiceaga y a Gonzalo Caballero se les ha quedado cara de tontos, y con razón. Es natural que los que integran la gestora socialista tengan su candidato favorito en las primarias, faltaría más, pero pretender ser juez y parte en la disputa es un error que van a pagar caro y que sólo va a traer más recelos, peleas y enfrentamientos entre compañeros de partido de esos de los que no se olvidan fácilmente.

Dirán que fue Abel Caballero quien renunció a que los suyos formasen parte de ese órgano, y es verdad, pero también lo es que lo que iba a ser cosa de unos meses hasta que hubiese nuevo secretario general se ha ido cronificando y a día de hoy no parece el actor más indicado para garantizar la transparencia que deben tener unas primarias. Por renunciar el alcalde de Vigo ha renunciado incluso a presentar candidato , y eso no es bueno porque puede tener sus defectos pero es un peso pesado del socialismo gallego.

Formalmente todo puede parecer impecable, pero que no se extrañen si a alguno le da risa cuando presuman de ser un partido que escoge a sus líderes democráticamente, porque si no hay pluralidad todo se queda en humo. El proceso huele a cocina, se aproximan tormentas .