EL GARABATO DEL TEORREÓN
Hojas de un cancionero todavía inédito
La Sección Femenina salió al rescate de letras y melodías de la cultura popular de Galicia. En Lugo, recurrió al maestro Carlos Adrán Cambón, que recopiló canciones recogidas a viva voz
![En la parroquia de San Cibrao, en el municipio lucense de Cervo, Adrán recoge diez canciones](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2021/10/10/sancibrao-U80468860653sII-1248x698@abc.jpg)
Se pongan como se pongan los misioneros del pensamiento único y por mucho que amartillen la pistola los mamporreros de la memoria democrática, nadie que conozca un poco la historia del franquismo se atreverá a negar el trabajo de la Sección Femenina del Movimiento ... para la recuperación de ciertos aspectos de la cultura popular de Galicia. Consciente de la eficacia del folklore como instrumento político, la rama femenina de Falange organizó cientos de grupos de 'Coros y Danzas' y salió al rescate de letras y melodías , siempre contando con el asesoramiento del maestro Rafael Benedito y con la colaboración de músicos de toda España. Sobre el tema existe una bibliografía más copiosa de lo que pudiera parecer (entre otros, los trabajos de Ana de la Asunción, Desirée García-Gil, Consuelo Pérez Colodrero y Antonia Luengo), altamente recomendable para cualquiera que se interese por el intríngulis de lo que Carmen Werner llamó, en 1939, «un estilo y una expresión musical profundamente nacionales».
Todo eso viene a cuento porque, por fin, después de años de persecución, caen en nuestras manos pecadoras las carpetas de lo que estaba llamado a constituir el 'Cancionero popular de la provincia de Lugo', una de las cuatro piezas destinadas a ensamblarse en el 'Cancionero popular de Galicia', proyecto (malogrado) con el que la Sección Femenina pretendía redondear la colectánea realizada por Bal y Torner entre 1928 y 1932, auspiciada por el Seminario de Estudios Galegos, inédita durante cuarenta años.
Para afrontar la recopilación y anotación del material que constituiría el 'Cancionero popular de la provincia de Lugo', la Sección Femenina recurrió a Carlos Adrán Cambón , maestro en la Escuela de Orientación Marítima de Celeiro, con buena educación musical adquirida en la Escuela Económica de Amigos del País (luego, conservatorio) de Santiago de Compostela, su ciudad natal. Se formará como pianista al lado de Manuel Soler Palmer, responsable de la capilla de música catedralicia y autor de la partitura del Himno al Apóstol, que se sigue interpretando el 25 de julio. Su maestro de órgano será el guipuzcoano Manuel Ansola Unzueta, primer organista de la catedral compostelana.
Lápiz y papel pautado en mano, A drán anotará melodías recogidas de viva voz en su recorrido de doce días por O Vicedo, San Cibrao, Foz y Ribadeo. A mayores, a Viveiro dedicará varios fines de semana. El 23 de noviembre de 1954 da por concluido su trabajo, al que acompaña un interesante informe sobre la metodología adoptada para llevarlo a cabo y unas notas sobre «el ambiente de los puntos visitados». No tiene desperdicio.
La colectánea dista mucho de ser exhaustiva y el propio recolector reconoce que queda tarea por hacer y sugerirá la conveniencia de que el trabajo se redondee, no en vano el material «ya está localizado» y «conservamos direcciones y datos suficientes para en el futuro poder completar esta labor, imposible de realizar, por otra parte, con la perfección y el detenimiento que deseábamos, dada la limitación de tiempo que el presupuesto nos imponía». Por lo demás, la recogida de las canciones se hizo ajustándonos a la tonalidad y ritmo en que fueron interpretadas«».
En las páginas anotadas aparecen mezclados «los más diversos ritmos y melodías», si bien es de resaltar «el predominio del compás ¾ y la ausencia del clásico ritmo de muiñeira gallega». En toda la costa luguesa se cantan habaneras, muchas de «de gran arraigo (…) puesto que se conservan en plena vigencia». Por lo demás, varias de las canciones anotadas, «a pesar de tener las letras en castellano, son netamente gallegas en su melodía» , lo que podría deberse a que «las gentes de mar, por su natural movilidad viajera, están en contacto con ambientes diversos y extraños», aunque sin que eso altere «el fondo étnico».
Cervo, Foz, Ribadeo y Viveiro
Son diez canciones las que Adrán recopila en Cervo, concretamente en la parroquia de San Cibrao. Una de ellas –«una corta despedida», anota– le sorprende gratamente «por la marcha melódica y su resolución poco frecuente, a la vez que por su fuerza expresiva». Todo el cancionero de San Cibrao se distingue «por la sencillez de su línea melódica y el fondo poético y apasionado de sus letras» .
En Foz anota nueve canciones, cuatro de las cuales constituyen «un verdadero hallazgo» por su «sabor antiguo». Llama también su atención una «cierta reminiscencia portuguesa» en otra copla. Destaca finalmente una pieza de autor conocido (el ribadense Fernando Salgado Valdés, compositor de la habanera 'A despedida') que se canta en toda A Mariña, pese a que «no conocemos ninguna versión armonizada de la misma». Y un apunte sociológico: los focenses «están dotados de una gran intuición musical y un carácter franco y abierto ».
La zona de Ribadeo, advierte Adrán, está «muy trabajada musicalmente». Se advierte la influencia folklórica de la vecina Asturias, aunque también han arraigado allí canciones procedentes de otras comarcas, como el 'alalá de Meira', de «enorme popularidad» en toda esa zona de la costa luguesa. Adrán cuenta en Ribadeo, «ciudad señorial y culta», con dos informantes muy valiosos: Primitivo Díaz, «famoso gaiteiro», del que recoge «motivos de gaita (…) llenos de gracia picaresca», y el pintor Amando Suárez Couto, que le aporta el 'alalá da Pontenova', una «canción folklórica interesantísima» que el propio informante había escuchado por primera vez, cuando contaba 18 años, en la parroquia de San Pedro de Neiro (A Fonsagrada). Curiosamente, Suárez Couto había sido también informante de Bal y Gay en la recopilación del 'Cancionero Gallego', al que, entre otras coplas, había aportado, en propia voz, un canto de arrieros y un alalá muy poco conocido ('Nenas de Polopequeno?), que tal vez sea el mismo al que se alude ahora. La cosecha de Adrán incluye también 'Los ribadenses de antaño', «canción popularizada», cuya letra ha sufrido mínimos retoques con el paso del tiempo.
En O Vicedo, «un puerto de mar campesino», anota Adrán 19 canciones, pero ninguna es propiamente vicendese, sino versiones, más o menos retocadas en sus letras, de coplas que se cantan en toda A Mariña Occidental. La aportación se enriquece curiosamente con tres coplas de Camariñas, ofrecidas por un marinero que había residido durante en A Costa da Morte.
Viveiro es una ciudad, en palabras de Carlos Adrán, «señorial, de histórico abolengo» y, además, una «gran cantera de folklore» . De aquí procede una parte muy importante del material aportado, en cuya recopilación llevaba trabajando desde antes que le fuese encargado el proyecto promovido por la Sección Femenina. De hecho, ya en 1947 Adrán había recogido y armonizado para el grupo de Coros y Danzas de Celeiro 'Catro vellos mariñeiros', que muy pronto alcanzará gran notoriedad y pasará a formar parte del repertorio coral gallego. Si bien será a partir de entonces cuando alcance la popularidad que hoy mantiene, el tema asoma en el principio del primer movimiento de la 'Suite Vigo', de Soutullo, estrenada en Madrid en 1911. Esta «suite sinfónica sobre cantos regionales gallegos», quedará integrada después en la zarzuela 'Amores de aldea', del compositor de Ponteareas. Pero los 'Catro vellos mariñeiros' tendrán que esperar más de treinta años para su rescate del silencio y su incorporación al repertorio coral gallego.
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