Coronavirus: Galicia amplía el toque de queda y la apertura de los restaurantes hasta las 23 horas

Patricia Abet

Galicia

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14/04/2021
Actualizado a las 17:54h.

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«Las cosas van bien» . Así resumió este miércoles el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, la fotografía que la Comunidad gallega muestra un año después de la explosión de la pandemia. Con el temido efecto Semana Santa ya neutralizado, todos los indicadores apuntan a que Galicia está logrando esquivar la cuarta ola o, como lo describió el mandatario, a que «la estamos surfeando sin impactos». Con la premisa de no dar pasos en falso como mantra diario y la certeza de que las aperturas de diciembre y del pasado marzo fueron «la decisión correcta» , los principales indicadores invitan a una nueva relajación de las medidas que entrará en vigor este viernes.

El principal anuncio afecta al sector de la hostelería, el más golpeado por las restricciones de los últimos meses. Con la ampliación del toque de queda hasta las 23 horas , los restaurantes podrán dar cenas hasta esta hora siempre que cuenten con la licencia oportuna, que se sirva con previa reserva y que se garantice la calidad del aire con medidores de CO2. Además, deberán llevar un registro de clientes. La medida no afectará a bares ni cafeterías, que mantendrán su hora de cierre a las 21.00 horas . «Ahora anochece a las 9 y no tiene ningún sentido mantener a la gente en sus casas» indicó Feijóo sobre la medida, planteada por el comité ante los buenos datos cosechados en las últimas semanas.

El alivio llegará también a las residencias de ancianos , otro de los epicentros de la pandemia, que desde el viernes flexibilizarán sus protocolos de acceso. Así, los mayores podrán salir del centro tres días por semana, y no dos como hasta el momento. Además, cada una de estas salidas se podrá dilatar hasta cuatro horas . En cuanto a las visitas, se pasará de las dos personas de referencia a un número ilimitado, siempre y cuando se haga con cita previa y de uno en uno. «Los mayores están vacunados. Es cierto que aún así pueden transmitir el virus, pero la carga viral es mucho menor» quiso aclarar el presidente al respecto de la medida.

Con todos los indicadores a favor, el tono de la comparecencia de este miércoles fue otro. Aunque muy prudente en lo tocante a esta nueva desescalada, el presidente abandonó la pesadumbre de intervenciones pasadas para asegurar, datos mediante, que «estamos vislumbrando la luz al final del túnel» . Las estadísticas así lo señalan. La IA (incidencia acumulada) a siete días es de 41,8 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 108 de la media española. A catorce días, la IA en Galicia es de 77 casos, cuando la media estatal alcanza los 196, es decir, «tres veces por debajo». Además, y pese a las festividades del pasado mes, Galicia es la comunidad con menos camas UCI ocupadas . En cuanto a hospitalizados en planta, el índice de camas Covid en la Comunidad es del 2,2 por ciento frente al 7,9 del resto del país. Poniendo estos números en perspectiva, la primavera trajo consigo mejores cifras que a principios de diciembre, cuando la IA era de 87 (ahora 42). Además, los casos activos pasaron de 7.136 a 2.400, una bajada del 66 por ciento y hay un 58 por ciento menos personas en UCI.

«El proceso de apertura de diciembre y el del 18 de marzo fue el correcto, y lo que hicimos en Semana Santa fue lo correcto . Ha sido un encadenado de aciertos» comentó el presidente a propósito de la buena evolución de la pandemia en la Comunidad. Un cielo casi despejado en el que, sin embargo, se puede ver algún «nubarrón» que no se debe menospreciar. «Tenemos puntos a favor y puntos en contra. A favor es que todos los indicadores mejoran y que Galicia es la comunidad con menos fallecidos desde hace trece meses » explicó Feijóo. «Pero —llamó a la prudencia— hay una subida moderada pero constante de positivos en algunas ciudades» deslizó en referencia a Vigo y Pontevedra, «que nos obligará a estar atentos». Además, al presidente la preocupa la aparición de nuevas cepas y, sobre todo, la interacción con el resto de España. «La cuarta ola ya es una realidad en algunas comunidades donde la IA se disparó», afirmó para explicar por qué Galicia seguirá cerrada perimetralmente hasta nuevo aviso: «No la podemos abrir sin límite porque la situación de fuera nos preocupa» , reconoció para justificar este blindaje territorial.

Tampoco está tranquilo el presidente con el inestable flujo de llegada de antídotos a la Comunidad, aunque reveló que el Sergas aspira a tener a todos los mayores de 60 años vacunados al menos con una dosis a finales del mes de junio. Sobre la paralización de la vacuna de Janssen, que también está siendo analizada por su relación con posibles trombos, el mandatario fue claro. Esta paralización es «una mala noticia» . «Galicia pensaba usarlas para grandes dependientes y mayores de 75 años que no podían desplazarse a los centros de salud. No ha podido ser. Vamos a ver lo que dicen las autoridades farmacológicas. Espero que las dudas se esclarezcan», afirmó para sostener, una vez más, que «la vacuna es clave y los efectos positivos son muy superiores a los riesgos». Las mismas palabras tuvo para el antídoto de AstraZeneca, sobre el que aseguró que los gallegos ya han perdido el miedo con un 75 por ciento que acude a inmunizarse con esta vacuna «con normalidad». «Es mucho más peligroso no vacunarse con Astrazeneca que hacerlo» sentenció.

Sus palabras evocaron el caso de los cerca de 6.000 mayores de 80 años que se negaron a ser inoculados con los viales de esta marca y a los que la Xunta volverá a llamar para «convencerlos». « ¿Vamos a llamarlos a todos otra vez? La respuesta es que sí , a todos los que no fuimos capaces de localizar, que son los menos, y, sobre todo, a aquellos que lo rechazaron, porque tenemos que convencerlos de que se vacunen» expuso el presidente.

Sobre el milagro de la vacunación, solo un apunte: tras el proceso de inmunización, las residencias de mayores llevan casi un mes sin nuevos positivos entre sus usuarios. Además, este grupo de edad que supuso el 18 por ciento de los contagiados en la primera ola de la enfermedad no llega ahora al 3,5 por ciento de los afectados . En el plazo de quince días, es decir, dentro de dos martes, se volverá a examinar a fondo el estado de la Comunidad para comprobar los efectos de esta relajación de las medidas y decidir si Galicia continúa su paulatina y mediatada desescalada, o si debe rectificar el rumbo.