Alemania y la cuestión geopolítica
La política de seguridad y los desafíos de Alemania implican repensar su cultura estratégica con una visión coherente
Alemania ha aprobado una reforma de su Constitución para aumentar el gasto en defensa. El argumento es abordar una nueva era de defensa colectiva europea pero el objetivo real es reactivar el crecimiento económico. Desde una perspectiva geopolítica cabe preguntarse si este planteamiento resuelve el ... problema. El modelo social y económico, así como el poder militar y diplomático de una potencia regional, está configurado por su realidad geopolítica y no al revés.
Berlín tiene que reformular el paradigma de su pensamiento estratégico y eso afectará al equilibrio de sus intereses y valores. Dos ejemplos manifiestan una mentalidad fallida en asuntos esenciales: desmantelar las centrales nucleares por un criterio ideológico demostró ser una decisión errónea; asegurar un gas barato y con un abastecimiento garantizado, recurso básico para su industria, ha quedado desmantelado. La locomotora económica del euro no supo valorar las consecuencias de una dependencia estratégica en manos de su principal proveedor.
Se celebra el aumento del presupuesto de defensa pero no se presta atención a las Fuerzas Armadas. Las capacidades militares han sufrido un constante deterioro y están necesitadas de reformas estructurales y de una modernización que implicará años. En cuanto al personal, el reclutamiento debe cubrir una demanda del 30% que habrá que capacitar y mantener. La burocracia ministerial también necesitará cambios.
El discurso del Bundestag sobre el uso de la fuerza en la política exterior y de seguridad ha sido tradicionalmente inmaduro, con la confianza en que Alemania no necesitaba ser capaz de defenderse a sí misma. El vecino ruso ha sido calificado como su mayor amenaza. Queda por demostrar la credibilidad de la disuasión, que en Europa ha pasado de ser propia a compartida. La involucración en misiones internacionales es más bien escasa y ante la escalada del conflicto se ha elegido la retirada. Como aliado confiable, deberá dar respuesta a sus responsabilidades en la OTAN, que es nada menos que hacerse cargo de las bombas tácticas nucleares mediante su fuerza aérea.
La paradoja es que su base industrial cuenta con un catálogo de sistemas de armas excelente. Su tecnología está presente en plataformas terrestres, navales y aeroespaciales. Su ventaja competitiva es la exportación, lo que implica una diplomacia en buena forma.
Moldear o responder con agrado a las percepciones extranjeras, especialmente de los intereses de Francia y Reino Unido, será un problema para la cancillería. La política de seguridad y los desafíos de Alemania implican repensar su cultura estratégica con una visión coherente. El presupuesto cubre necesidades como el empleo, la financiación de la industria o el ecosistema electoral, pero no resuelve el problema geopolítico.
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