Francisco Camps: «Los que hoy dan amnistías me pedían 100 años de cárcel»
El expresidente valenciano se ofrece a Feijóo «para la tarea que corresponda», y arremete contra Sánchez: «Utiliza a su mujer de forma descarada»
Camps se ofrece al PP para volver a la primera política tras su absolución: «Tengo la misma ilusión de siempre»
Feijóo confía en que «la Justicia y la Unión Europea derroten a la ley de Amnistía»
Quince años y diez absoluciones después, Francisco Camps visita la sede de ABC en Madrid. Tiene buen color, está feliz y quiere contarlo. Admite que ha sido duro, pero sigue creyendo en la Justicia y quiere volver a la primera línea de la política.
—En fútbol 10-0 es un resultado al que se le llama paliza. Enhorabuena por sus diez absoluciones. ¿Cómo se siente?
—Ahora muy feliz y muy tranquilo. Han sido 15 años muy duros, década y media.
—¿En algún momento ha perdido la esperanza?
—No, nunca jamás, eso es lo que me ha mantenido en pie. Ni yo ni nadie de mi alrededor perdimos la esperanza. Cada día cuando me levantaba era consciente de que era una pelea durísima día a día. Siempre pensé que terminaría bien y así ha sido
—¿Cómo lo celebró?
—Cenando en familia con tranquilidad, normalidad, serenidad y mucha alegría familiar.
—¿Cree usted en la Justicia?
—Al final la Justicia ha resuelto que yo era inocente. Es verdad que ha sido un periodo muy largo y es verdad que quien ha presentado las denuncias las ha presentado durante mucho tiempo. Se cerraba una y se presentaba la siguiente. Desde mi perspectiva, consciente de que nada había ocurrido, la Justicia funciona, claro.
—Sin embargo, su carrera política se vio truncada, no diré finalizada. De eso hablamos luego, pero sí interrumpida abruptamente.
—Desde luego, abruptamente. Yo pasé de un mitin extraordinario de cierre de campaña con 25.000 personas en la plaza de toros a las elecciones, mayoría absoluta con 55 diputados de 99; de ahí a crear mi nueva administración, a la apertura del juicio oral e inmediatamente a la dimisión. En menos de dos meses pasó todo esto que le estoy contando.
—¿Usted se siente perseguido?
—Vamos a ver. Yo puedo haber pensado durante estos años muchas cosas porque hay días de mucha angustia vital. La palabra 'persecución' no me gustaría utilizarla, pero evidentemente aquí ha habido un denodado esfuerzo del PSOE por destruir mi carrera política y por destruirme, además, como persona. Esto es una obviedad.
—El PSOE aprobó antes de ayer una amnistía a los líderes del 'procés'.
—Los que hoy amnistían a los que quieren romper España a mí me pidieron 100 años de cárcel y 150 millones de euros en responsabilidad civil.
—Habría tenido usted que hipotecar a varias generaciones de su familia.
—Era un absurdo total.
—Quiero preguntarle por dos personas. Una es el presidente del Gobierno, que hace unas semanas hablaba de persecución, de fango, de 'lawfare' y todo lo atribuía a la derecha. Sin embargo, usted, que es un político de la derecha, representa exactamente haber sido víctima de un, como usted dice, «denodado esfuerzo» por acabar con su carrera política.
—Y de destruirme personalmente.
—Cuando usted leyó la carta...
—Me pareció de una poca vergüenza... Además de que no tiene sentido que el presidente del Gobierno se retire cinco días.
—Más allá de esa cuestión, el hecho de que Sánchez utilice esos argumentos cuando su partido es el que a usted le ha estado acusando finalmente sin pruebas...
—Así es. Puede aplicarse perfectamente esta cuestión a mi persona y a decenas y decenas y decenas de compañeros de partido en Valencia y en toda España que han tenido denuncias, una tras otra, por parte del Partido Socialista y de partidos como Podemos y Compromís. Constantes y sistemáticas. Podemos hablar de Rita Barberá, que es un caso trágico, porque ya no está con nosotros, podemos hablar de un montón de gente, como concejales, diputados, alcaldes de pequeños pueblos o de grandes ciudades, que también han sufrido la persecución brutal de un partido que ha decidido en un momento determinado destruir las carreras políticas de los militantes del Partido Popular, fundamentalmente para intentar paralizar el proyecto que representa el PP para toda España.
Persecución
El PSOE ha hecho denodados esfuerzos por destruir mi carrera y por destruirme como persona
Francisco Camps
expresidente de la Comunidad Valenciana
—Esto, ¿qué efectos ha tenido sobre Valencia?
—El Gobierno de Ximo Puig, Compromís y Podemos. Ocho años de oscuridad absoluta.
—¿Le ha escrito o llamado algún líder de la izquierda?
—No, pero he de decirle que durante estos años, cuando me he cruzado con algún dirigente del PSOE valenciano o del resto de España, siempre me han dicho: «Creo en tu honestidad, creo en tu honorabilidad, creo en tu honradez».
—Dígame algún nombre.
—No debo, sobre todo para no provocarles a ellos problemas en su partido.
—Pablo Iglesias ha denunciado esta semana que su caso de acoso es la prueba del acoso de la derecha.
—Es un escándalo y además es un insulto a la inteligencia colectiva de los españoles. Este señor, que dijo que era jarabe democrático perseguir a líderes del Partido Popular. Ni con unos ni con otros, pero él posiblemente tenía 25 o 30 personas. Mal, pero yo he tenido 1.000 y 1.500 personas en la puerta de mi casa, un domingo por la tarde, con mis hijos muy pequeños, con todas las vecinos de alrededor impresionados de lo que estaba pasando abajo. Y no una vez, no, sino varias veces. No es posible, no es de recibo, es un escándalo que Pablo Iglesias pueda hablar en estos términos de estas cuestiones.
—¿Esto ha tenido efectos sobre su intimidad?
—A mis hijos les dije «vamos a pasar un proceso muy complejo, os pido que entre todos tengamos la entereza de aguantar y de crecer contra la adversidad y que nos sirva al menos para hacernos más fuertes como personas». En buena medida, mis tres hijos han tenido durante estos años una especie de formación personal.
—¿En estas 48 horas se ha acordado de Rita Barberá especialmente?
—Me acuerdo de Rita Barberá y de todos mis compañeros que han pasado por este trance tan tremendo y tan brutal. Esto no puede volver a repetirse. Ningún español tiene que pasar por lo que yo he pasado.
—El concepto de 'lawfare' no existía en sus tiempos.
—En los años cincuenta del siglo pasado, ellos crearon el uso alternativo del Derecho: interpretar la ley en función de nuestros intereses ideológicos y sectarios. Ahora se han inventado esto del 'lawfare', que es un paso más allá. Esto es muy de izquierdas: pretenden acogotar a los jueces y magistrados para intentar que no actúen con libertad.
—¿La Fiscalía se excedió?
—La Fiscalía Anticorrupción en muchos casos ha actuado con informes que, como se ha demostrado luego, no eran válidos. A mí me gustaría que alguien hiciese un análisis en el Ministerio Fiscal: ¿Cómo es posible, quién va ahora a hacer el análisis que corresponde de los informes firmados por Anticorrupción que han terminado absolutamente en la nada?
—¿Es la misma persona el Camps de hace 15 años que el de las diez absoluciones?
—Sí. Quince años más mayor, con más experiencia, con una mayor capacidad de visión y de perspectiva de la realidad de nuestro país, con más vocación política si cabe que hace 15 años, con más ganas de seguir haciendo cosas por el presente y el futuro de nuestro país y en nuestro partido político, en el PP. Ya le dije a mi abogado que en el momento en el que pudiese dar un paso hacia adelante y volver otra vez a desarrollar toda mi ilusión y mi convicción por los valores que representa el PP que entendiese que la política volvía a llamarme.
—¿Usted quiere volver?
—Yo nunca me he ido.
—A la primera línea de la política.
—Yo creo que tengo mucho que hacer en la primera línea de la vida política española, sí.
—¿Le ha llamado el señor Feijóo?
—Sí, hablamos el día de la absolución.
—¿Qué le dijo?
—Qué hablaríamos.
—¿Cuántos mensajes ha recibido?
—Más de 2.500 y pido disculpas a quien todavía no he podido contestar. Estoy contestando incluso acostándome a las 3.00 y 4.00 de la mañana. El teléfono está a punto de estallar. Está siendo impresionante el cariño de la gente, directa o indirectamente.
—¿Le va a pedir algo en concreto al líder del PP?
—Tendremos que hablar.
—¿Pero tiene usted alguna ambición concreta?
—Yo fundamentalmente formo parte de la familia popular desde hace más de 40 años y me da exactamente igual en la tarea en la que corresponda.
Pido un análisis sobre los informes firmados por la Fiscalía Anticorrupción que han terminado en nada
Francisco Camps
expresidente de la Comunidad Valenciana
—Entiendo que espera que el señor Feijóo sea generoso con usted.
—Es un presidente extraordinario, es una persona que conozco de tiempo atrás. Tenemos un presidente de primer nivel, no solo para ser el futuro presidente del Gobierno de España extraordinario, sino como presidente del partido en estos momentos. No hablo de generosidad, hablo de todo aquello que sea lo mejor para que el proyecto siga adelante y donde yo pueda cumplir la función en las mejores condiciones posibles.
—La pena de telediario.
—Es una pena tremenda. Lo mío no es una pena, es una condena alargada en el tiempo.
—¿Usted empatiza de alguna manera con la mujer del presidente del Gobierno, que ahora está en las portadas de los periódicos?
—En absoluto. Y no por ella, que no tiene culpa de nada sobre cómo está vendiendo su marido a su propia mujer. Porque el presidente del Gobierno está utilizando de forma descarada a su mujer. No utilice usted a su mujer.
—¿Ha visto usted la política española empeorar?
—Es una catástrofe que comienza Zapatero y, de forma ya escandalosa, el propio Sánchez, que se ha cargado al propio Partido Socialista. España necesita dos grandes partidos.
—¿Es usted optimista para el futuro de España?
—Absolutamente.
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