Fernández recuerda al PSC que el PP se ganó el derecho de estar en la Mesa del Parlament
Las dos fórmulas utilizadas para el reparto de los miembros del órgano rector confirman una plaza para los populares, pero los socialistas podrían impedirlo pactando con Junts y ERC
El control del Parlament fuerza a Illa a una negociación contra reloj
Alejandro Fernández, Alberto Núñez Feijóo y Dolors Montserrat, ayer, antes de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP
La batalla por el control de la Mesa del Parlamento de Cataluña marcará el proceso de negociación de la investidura y el desarrollo de la legislatura. No lo hará tanto por el propio acuerdo para el reparto de los miembros del órgano rector de la ... cámara autonómica, que pueda tener continuidad en un posible pacto de investidura, como por la estabilidad que de la Mesa se derive para los próximos cuatro años. En pocas palabras, no es lo mismo que la Mesa sea de mayoría independentista que constitucionalista, ni que sea de mayoría constitucionalista dependiendo de Vox o de Sumar.
Los primeros contactos entre los grupos políticos no han hecho más que comenzar y todavía tienen 25 días, hasta el 10 de junio, para cerrar el reparto. Son siete cargos institucionales los que componen la Mesa (un presidente, dos vicepresidentes y cuatro secretarios) y hasta la fecha se ha respetado siempre que el máximo órgano rector colegiado del Parlament se adecúe a la representatividad de la cámara. De esta manera, todo indica que el PP (15 diputados) volverá a tener un asiento en la Mesa. Pero podría no ser así.
Este miércoles, Alejandro Fernández, presidente del PP catalán, salió al paso de unas declaraciones de Alícia Romero, número dos del PSC por Barcelona el 12 de mayo y portavoz socialista en el Parlament, y de informaciones que apuntaban que algunos empresarios catalanes habrían pedido a Salvador Illa que permitiera a los populares tener presencia en la Mesa del Parlament, como si los socialistas hicieran así un favor al PP porque a estos nos les correspondía.
«Aclaración importante para despejar dudas: al PP le corresponde una plaza en la Mesa del Parlament por los votos obtenidos, no porque Salvador Illa 'el Generoso' nos lo conceda», apuntó el líder del PP catalán en X, para añadir que «lo que sí podría hacer Illa es un cordón sanitario con los separatistas y contra el PP, para quitarnos lo que nos hemos ganado en las urnas. Veremos qué hace...».
Solo unas horas antes, en una entrevista para TVE, Romero, que reconoció que ya se habían producido «las primeras llamadas y tomas de contacto para organizar las primeras reuniones» entre los grupos políticos, a excepción de con Vox y Aliança Catalana, para hablar de la Mesa, defendió que el PSC trabajará para que el órgano rector sea «lo máximo plural posible», deslizando, sin citarlo, que intentaría permitir al PP volver a la Mesa, de la que salió en 2015 tras veinte años seguidos con representación.
Dos fórmulas para el reparto
El reparto de los miembros de la Mesa no está recogido en el Reglamento del Parlament pero se utiliza una fórmula, mecanismo aceptado por todos los grupos, para respetar el espíritu de representación surgida de las urnas. La votación, el día de la constitución de la cámara, se ajusta en la medida de lo posible al resultado de la fórmula. De ahí que los grupos pacten el reparto con anterioridad. Pero esta fórmula no es única. Hay dos métodos: el conocido de la ley d'Hondt y el llamado «de los restos mayores».
Se utilice uno u otro método, el PP tiene ganado el derecho a un representante. Si es por el primero, el PSC tendría tres representantes; dos serían de Junts; y ERC y el PP tendrían uno cada uno. Si se utiliza el de «restos mayores», el reparto incluiría a Vox, con uno, que lo perderían los socialistas. Todo indica que, por lo tanto, en función de un pacto extraparlamentario firmado por el PSC y Sumar con los independentistas, para apartar a Vox de los cargos institucionales que puedan, que se utilizará el primer modelo.
Eso sí, estas fórmulas no están recogidas en el Reglamento de la cámara autonómica y, en consecuencia, los socialistas podrían pactar los miembros de la Mesa solo con Junts y ERC. Pero de hacer esto no solo se rompería la representatividad del hemiciclo surgida de las urnas –y la posibilidad de un recurso legal del PP– sino que la mayoría de la Mesa, probablemente, quedaría en manos de los secesionistas. Y no parece que el PSC quiera una legislatura llena de trampas en el Parlament.