Arranca el juicio contra el exjefe etarra Txeroki por intentar una masacre en Bilbao
ETA colocó un coche bomba en una de las zonas más concurridas el primer día de rebajas y con un derbi entre el Atlethic y la Real Sociedad
Esta semana arranca en la Audiencia Nacional otro juicio contra Mikel Garikoitz Aspiazu, alias 'Txeroki', jefe del aparato militar de ETA hasta su detención en Francia a finales de 2008. La Fiscalía pide para él 32 años de cárcel por un atentado en el centro de Bilbao en 2002, que se saldó sin víctimas mortales, pero con varios heridos e importantes daños materiales.
En realidad ETA pretendía causar una masacre, como demuestran el día y el sitio que eligió para colocar un coche bomba con 20 kilos de explosivo en una de las zonas más concurridas y comerciales de la Gran Vía bilbaína coincidiendo con el primer sábado de rebajas y con un derbi entre el Atlethic Club y la Real Sociedad en San Mamés.
Txeroki llegará a la Audiencia Nacional a partir del martes desde la cárcel madrileña de Soto del Real, a la que fue trasladado a finales de agosto después de que Francia lo entregara durante un máximo de dos meses para que asista a este juicio y responda por otras causas pendientes en España. Todavía le queda una década de cárcel en el país vecino, donde cumple varias condenas que suman más de 30 años, el límite máximo en Francia. En 2019 fue acercado a la prisión francesa de Lannemezan, a un par de horas en coche del País Vasco.
Eso es lo que suman las condenas pendientes de Txeroki en España
Este exjefe del 'aparato militar' es uno de los 20 presos de ETA que siguen en cárceles francesas, por lo que no se puede beneficiar de los traslados masivos de etarras que lleva a cabo el Gobierno de Sánchez para dejarlos en manos de la administración autonómica liderada por el PNV, a la que cedió las competencias de las tres prisiones vascas hace un año.
Cuatro siglos de condena
Txeroki ha cumplido este verano 49 años. Buena parte de ellos los ha pasado entre rejas, después de que fuera detenido en Francia en 2008. Cuando salga de la cárcel en el país vecino, nunca antes de 2032, tendrá que cumplir en España varias condenas que suman más de cuatro siglos.
La misma Audiencia Nacional ya le sentenció a 377 años de cárcel por una veintena de asesinatos en grado de tentativa por el atentado de 2002 contra la entonces teniente de alcalde de Portugalete (Vizcaya), la socialista Esther Cabezudo, y su escolta. También le condenó a otros 18 por intentar asesinar a la delegada de Antena 3 en el País Vasco, Marisa Guerrero, con un paquete bomba ese mismo año. Y a nueve más por un atentado frustrado en Castellón en 2007.
Es la pena de prisión que la Fiscalía pide para Garakoitz Aspiazu en este juicio
Esas tres condenas suman ya más de 400 años de cárcel para Txeroki, aunque el límite de cumplimiento efectivo en España es de 40, toda vez que la prisión permanente revisable no entró en vigor hasta 2015, seis años después del último atentado de ETA en nuestro país.
Sin embargo, fue absuelto de otros atentados, como el crimen del magistrado José María Lidón en la localidad vizcaína de Guecho, el intento de asesinar con otro paquete bomba al que fuera presidente de Vocento, Enrique Ybarra, o la colocación de explosivos en la Bolsa de Bilbao.
Causas pendientes
Txeroki también está imputado en la Audiencia Nacional por su responsabilidad como miembro de la cúpula de ETA en algunos de los atentados más recientes antes de que la banda terrorista renunciara definitivamente a la violencia armada en 2011.
Por ejemplo, el de la comisaría de Ondarroa (Vizcaya) en 2008, que se saldó con varios agentes de la Ertzaintza heridos, y el de la T-4 de Barajas (2006), donde fallecieron dos hombres de origen ecuatoriano, Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, de 19 y 35 años, respectivamente.
La Fiscalía considera que fue el propio Txeroki, junto al también etarra José Antonio Araníbar, quien ordenó ese atentado la víspera de Nochevieja para reventar la tregua que ETA había decretado nueve meses antes, en la primera legislatura como presidente del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Habrá que ver si esta vez Txeroki se muestra dispuesto a declarar o se niega por no reconocer la legitimidad de la Justicia española, como ya ha hecho en otras ocasiones, llegando incluso a mofarse de los magistrados y tribunales que juzgaban sus crímenes.
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