ETA perdió dos tercios de sus ingresos cuando se ilegalizó Batasuna
Mikel Buesa repasa en su libro 'La financiación del terrorismo' las vías a las que recurrió la banda para cubrir su actividad criminal entre 1967 y 2010
Los nietos de las víctimas: «El ideario de ETA está más fuerte que nunca»
![Manifestación a favor de la ilegalizada Batasuna en 2006](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/27/Batasuna_20230527181722-RU6fB837sYt0YZNmNyqnEgL-1200x840@abc.jpg)
La banda terrorista ETA y las entidades del Movimiento de Liberación Nacionalista Vasco (MLNV) pasaron de disponer de los ingresos equivalentes a 211 millones de euros -unos 21 millones anuales- en los años 90 a los 83 millones a partir de 2003, desde la ilegalización de Batasuna.
... Una disminución de ingresos de casi dos tercios que obligó a la organización terrorista a intensificar las operaciones de extorsión y robo de armas para seguir con su actividad hasta que el aumento de las operaciones policiales y el rechazo político y social del país acabaron con la banda.
Es una de las conclusiones a las que llega Mikel Buesa, catedrático emérito de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y expresidente del Foro de Ermua en su último libro 'La financiación del terrorismo' (Almuzara). Buesa ha recopilado información sobre las posibles fuentes de financiación de ETA que era pública pero estaba dispersa, bien disponible en medios de comunicación, libros especializados o en informes policiales, y la ha analizado para aportar cifras concretas y ponerlas en contexto.
El autor establece cuatro etapas: la inicial, entre 1967 y 1978, marcada por el Estatuto de Guernica y el asesinato del principal dirigente de ETA político-militar, Eduardo Moreno Bergaretxe, alias 'Pertur', que dio inicio al predominio de la vertiente militar y que describe como de «recursos modestos». El segundo periodo iría de 1979 a 1992, cuando tuvo lugar el mayor número de atentados en los denominados años de plomo hasta la detención de la dirección de la banda en Bidart (Francia). El tercero se extendería entre 1993 y 2002, año en que comenzó a fraguarse la ilegalización de Batasuna y el último abarcaría los años finales de ETA, entre 2003 y el alto el fuego de 2010.
Mientras en la primera etapa ETA fue la principal responsable de su sostenimiento financiero a través de secuestros (primera fuente de ingresos), extorsiones, atracos y saqueos, movilizando 23,7 millones, en la segunda la banda criminal habría aportado el 94% de los recursos y el otro 6% correspondería al MLNV.
Las cuentas de ETA
![Imagen principal - Etapa inicial (1967-1978) / 23,7 millones](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/27/Pertur-U04346605671cqH-314x176@abc.jpg)
Etapa inicial (1967-1978) / 23,7 millones
Desde que la banda arranca su actividad hasta 1978, año del Estatuto de Guernica y del asesinato del dirigente de ETA político-militar Eduardo Moreno Bergaretxe, alias 'Pertur', que abre la etapa de predominio de la rama militar.
![Imagen principal - Años de plomo (1979-1992) / 126,9 millones](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/27/Bidart-U83863643041ZpP-314x176@abc.jpg)
Años de plomo (1979-1992) / 126,9 millones
Comete la mayor cantidad de asesinatos hasta la detención de la dirección en Bidart (Francia). El autor dice que ETA «se ocupa de sí misma» a nivel económico y entidades del MLNV movían recursos para sostener «el movimiento».
![Imagen principal - Reorganización (1993-2002) / 211 millones](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/27/Batasuna_20230527192005-U24422083525owu-314x176@abc.jpg)
Reorganización (1993-2002) / 211 millones
Buesa habla de la etapa en la que «se recogen los frutos de la reorganización del movimiento» hasta que Herri Batasuna fue ilegalizada en aplicación de la Ley de Partidos de 2002, produciéndose una crisis con dos tercios menos de ingresos.
![Imagen principal - Cerco policial (2003-2010) / 83 millones](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2023/05/27/Altoelfuego-U83531416577hCz-314x176@abc.jpg)
Cerco policial (2003-2010) / 83 millones
Las distintas operaciones policiales van cercando a la banda terrorista hasta el anuncio de las distintas treguas que culminan con el alto el fuego «permanente, general y verificable» comunicado en diciembre de 2010.
Buesa atribuye ese porcentaje a las «subvenciones electorales que obtuvo HB por su participación en los distintos comicios en los que presentó candidaturas». Entonces, ETA-MLNV habría movido 126,9 millones. A partir de 1993, el libro habla de un «vuelco» en el que el MLNV asume el papel importante, ocupándose de recaudar el 85%, mientras la banda terrorista aportaría el resto. En esta etapa, la de mayores ingresos con un total de 211 millones, los secuestros desaparecen y continúa la extorsión y los atracos.
![](https://static.abc.es/media/infografias/2023/05/recursos-obtenidos-eta/recursos-obtenidos-eta-desktop.png?v=1685114369166)
Distribución porcentual de recursos obtenidos por ETA
Atracos
Secuestros
Extorsión
Saqueo
1967-1978
1979-1992
1993-2002
2003-2010
119,6 mill. €
23,7 mill. €
31,2 mill. €
27,0 mill. €
Fuente: La financiación del terrorismo (Mikel Buesa) / ABC
![](https://static.abc.es/media/infografias/2023/05/recursos-obtenidos-eta/recursos-obtenidos-eta-movil.png?v=1685114369549)
Distribución porcentual de
recursos obtenidos por ETA
Atracos
Secuestros
Extorsión
Saqueo
23,7
millones
de euros
1967-1978
119,6
millones
de euros
1979-1992
31,2
millones
de euros
1993-2002
27,0
millones
de euros
2003-2010
Fuente:
La financiación del terrorismo (Mikel Buesa)
ABC
En el último tramo, cuando el Tribunal Supremo ilegalizó Batasuna en aplicación de la Ley de Partidos de 2002 y hasta el cese de los atentados, los ingresos se redujeron dos tercios y las extorsiones y robos de armas inyectaron 27 de los 83 millones totales que el autor atribuye haber movido a ETA y sus satélites ideológicos y culturales en esos años.
En conversación con ABC, Mikel Buesa destaca la importancia que tuvo el «fraude» para la financiación indirecta de ETA, que atribuye a entidades como el periódico EGIN, AEK (la Coordinadora de Euskaldunización y Alfabetización) o la propia Batasuna: «Este fraude consistió en no pagar cotizaciones a la seguridad social, el IVA y en no devolver créditos a algunas entidades financieras por financiar campañas electorales», apunta, así como también hace hincapié en la importancia de la «actividad mercantil» de las herriko tabernas, principalmente en la última etapa de la banda.
Atraco de 2,75 pesetas
El relato de Buesa sobre la evolución económica de ETA arroja anécdotas desconocidas por muchos. En los años 60, en los inicios de la banda marcados por la citada situación precaria, los terroristas decidieron emprender una campaña de atracos a empresas y entidades bancarias que en un principio tuvieron poca fortuna. El primer intento, en septiembre de 1965, tuvo lugar en Vergara (Guipúzcoa).
Los etarras abordaron a un cobrador del Banco de San Sebastián esperando conseguir un buen botín y únicamente se llevaron 2,75 pesetas. Al año siguiente asaltaron una sucursal del Banco Guipuzcoano en Villabona (Guipúzcoa) donde sí sacaron un millón de pesetas. A la campaña de atracos y robos en los 60 la sucedieron los secuestros en los 70, gracias a los que la banda obtuvo casi 29 millones de euros en 1983.
El experto destaca la capacidad recaudatoria de subvenciones públicas, nacionales e internacionales a través de entidades sociales, culturales y de promoción del euskera, así como editoriales de la izquierda 'abertzale'. Da por hecho que muchas de ellas acabaron llegando a los terroristas: «Hay documentos incautados a ETA en los que constan transferencias de recursos. En la sentencia que ilegalizó ANV y el Partido Comunista de las Tierras Vascas, se mencionaron transferencias de entidades financieras de subvenciones que habían obtenido estos partidos a la banda».
El catedrático afirma en el libro que «la economía del movimiento 'abertzale' se asentó principalmente sobre dos fundamentos: los pseudopatrocinios administrativos, por una parte, y los negocios, por otra. Y a ellos añadió distintas formas de fraude: por los impagos a Hacienda, a la Seguridad Social y a las entidades de crédito, así como por el desvío de fondos municipales hacia gastos ilícitos».
Aunque el Supremo no estableció relación entre los dueños de herriko tabernas y Batasuna por la financiación de ésta, el autor recuerda que la investigación judicial arrojó que no cumplieron con las obligaciones fiscales. En este sentido, y viendo que se estimó que estos negocios habrían tenido ingresos anuales de 15 millones, Buesa hace una traslación partiendo de que tuvieran un rendimiento anual neto constante de un 20%. El resultado son 67,9 millones de euros que Buesa cree que pudieron quedar a disposición de la banda. Su intención con este libro, en el que repasa las cuentas de ETA, es «combatir las tergiversaciones de la batalla del relato nacionalista, que consiste en decir que lo de ETA fue muy doloroso pero no tuvo ningún efecto en la economía del País Vasco».
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