La Escuela de Arte abre sus entrañas por sus 120 años
Los próximos viernes, 14 y 21 de abril, regresan las jornadas de puertas abiertas para dar a conocer este precioso edificio a los toledanos
La Escuela de Arte de Toledo celebra con una exposición y puertas abiertas su 120 aniversario
Un aula en el invernadero, con vistas al precioso jardín de la Escuela de Arte
Es uno de los edificios más desconocidos y con más encanto de la ciudad de Toledo, no solo por su valor artístico, también por su situación privilegiada, junto a Roca Tarpeya, en plena Judería. Se trata de la Escuela de Arte, de estilo neomudéjar, que abrirá sus puertas al público los próximos viernes, 14 y 21 de abril, en dos jornadas de Puertas Abiertas, de 18:00 a 20:30 horas, que se han organizado con motivo de su 120 aniversario, y que permitirán al visitante acceder a las aulas, talleres, la preciosa biblioteca, el jardín y el singular invernadero, además de otros espacios de este centro que se levantó a finales del siglo XIX.
Una iniciativa que ya se celebró el pasado 22 de marzo, cuando se inauguró la exposición conmemorativa de estos 120 años en la sala 'Matías Moreno' y que fue todo un éxito. De hecho, las plazas para las visitas guiadas que se han programado desde la dirección ya están agotadas, aunque se han abierto nuevos días para grupos organizados que coordinan los profesores de Historia de Arte, Rosalina Aguado, Eusebio Sánchez y Miguel del Coso. Así lo confirmó a ABC el director del centro, Carlos Sánchez, que recuerda, no obstante, que el edificio se podrá visitar esos dos días y animó a los toledanos a sumarse a esta iniciativa que ya están pensado en repetir otros años. El claustro de profesores y los alumnos ya están acostumbrados a disfrutar de la Escuela de Arte «pero cuando llegas por primera vez te deslumbra», explica Carlos Sánchez, que recuerda la profunda huella que ha dejado en la mayor parte del alumnado que ha pasado por sus clases y talleres. Entre sus muros conviven ahora la tradición con la vanguardia, pero por su aulas han pasado grandes maestros y artistas toledanos como Julio Pascual, Sebastián y José Aguado, Enrique Vera, Ángel Pedraza, Kalato, Guerrero Malagón, Paco Rojas o Jule, entre otros, siendo cuna de importantes artistas contemporáneos. En la actualidad, hay matriculados más de 400 alumnos y cuenta con una gran oferta educativa: Bachillerato artístico, dos ciclos formativos de Grado Medio y cuatro ciclos de Grado Superior, con disciplinas clásicas, como la escultura y también ilustración, gráfica publicitaria y gráfica interactiva.
La Escuela de Artes y Oficios se levantó en 1882 según proyecto de Arturo Mélida Alinari, un conjunto de jardines y edificios alzados sobre el segundo claustro de San Juan de los Reyes (destruido por las tropas francesas), y de otra parte, el edificio que, se levantó en 1925 sobre el convento de Santa Ana, cuya capilla se conserva incorporada al edificio actual. La fachada cuenta con una entrada doble, con una vistosa composición de los cuerpos laterales, con labores en ladrillo, y el monumental escudo de los Reyes Católicos, con el águila de San Juan, todo ello en cerámica vidriada, elementos que utilizó Mélida en el pabellón español de la Exposición Universal de París de 1889. Ladrillo, piedra, cerámica vidriada, hierro, madera y todo un elenco formal de original dibujo son los materiales empleados en la fachada. Hay, además, otros dos accesos, cuyo tamaño y proporción contrastan con la entrada principal. En todo el edificio se mantiene esta doble proporción, como en las cajas de las escaleras principales, en las espaciosas aulas y talleres, en los pequeños patios que iluminan, a través de arcos lobulados, unos pasillos largos y de techo bajo. En el costado sur se conserva un magnífico invernadero, en hierro y vidrio, de formas góticas. La necesidad de ampliación de la Escuela de Arte obligó a sus responsables a la construcción de un nuevo edificio, que se desarrolla en torno a un patio de dos plantas, según explican desde la Escuela de Arte, que fue declarada en 1998 por la Junta como Bien de Interés Cultural, con la categoría de monumento y en 2015 fue declarada Instituto Histórico de Castilla-La Mancha.
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