análisis
ERC, otra victoria insuficiente
Junqueras representa en Esquerra el mismo estancamiento que Puigdemont representa en Junts
El resultado de Junqueras en las elecciones internas de su partido (3.157 votos y el 48,3%) se corresponde con su momento y el de Esquerra. Una victoria por inercia, otra victoria insuficiente, apelmazada, gris, de un candidato que no ha expresado en ningún ... momento ninguna idea de Cataluña ni lo que piensa hacer con su partido si vuelve a ser presidente, y su único argumento ha sido que tenía que ser él el elegido.
A los supuestos renovadores (2.308 votos y el 35,3%), que son una mezcla de destacados exdirigentes, anónimos cargos de segunda fila que llevan más de 20 años en la política, y alguno realmente nuevo como el candidato, para justificar la idea de la renovación, tampoco se les conoce otra propuesta que la de quitar a Junqueras para ponerse ellos.
La segunda vuelta se celebrará en dos semanas, el próximo sábado 14, con la incertidumbre de a quién prestará su apoyo la tercera candidatura, Foc Nou, que obtuvo ayer 824 votos (12,6%) .
Junqueras representa en ERC el mismo estancamiento que Puigdemont representa en Junts. Ambos tienen un problema que ahora mismo es más personal que político y sus dos partidos están a la espera de poder refundarse bajo un signo nuevo, más parecido al actual sentir de la sociedad catalana. Puigdemont quiere resolver su regreso a España. Junqueras quiere dar sentido a sus años pasados en la cárcel siendo por fin presidente de la Generalitat.
El presidente de la Generalitat real, Salvador Illa, ve en la distancia cómo de momento no tiene oposición. De un lado le conviene el estancamiento independentista, pero del otro necesita saber con qué Esquerra tiene que negociar los presupuestos y tanto él como el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, están a la espera de que los republicanos entren en el gobierno municipal. Junqueras es partidario de esta colaboración junto a su mano derecha y candidata del partido a la ciudad, Elisenda Alamany; Godàs se ha mostrado en contra: «Ahora, no. Primero tenemos que resituarnos y saber quién somos».
Aunque Junqueras es el «loco conocido» y ha propiciado el acuerdo con los socialistas en todas las administraciones, la relación personal con el presidente de la Generalitat no es fluida. Illa se encontró mucho más cómodo cuando negoció su investidura con Josep Jové, del sector Marta Rovira y cercando por lo tanto a Xavier Godàs.
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