entrevista a iñaki arteta
«Josu Ternera diseñó una estrategia industrialmente asesina que tuvo su éxito»
El creador del mayor listado cinematográfico de documentales sobre ETA se pregunta qué pasará cuando no queden víctimas vivas
Jordi Évole: «El contenido del documental nos decepcionó porque hubiéramos querido un lenguaje más conciliador»

Si alguien puede hablar del género documental sobre ETA y los efectos de sus atentados en el País Vasco y en el resto de España es Iñaki Arteta (Bilbao, 1959). El director de cine ha dedicado los últimos 23 años a contar las historias ... de las víctimas desde distintas perspectivas. En 2001 estrenó 'Sin libertad', una serie de entrevistas a quienes sufrieron la violencia de la banda terrorista. Veintiún años después, retó a estudiantes de periodismo a entrevistar a las mismas personas. Este jueves atendió a ABC en una cafetería de la calle Alcalá de Madrid y la entrevista documental a Josu Ternera fue un tema de debate ineludible.
-¿Qué le parece que un documental sobre el jefe de ETA se emita en San Sebastián a través de Netflix?
-A mí que se pase en el festival de San Sebastián o se vea en Netflix me parece normal, como tantos otros productos que hay. Ahora, si le damos una vuelta, es un terrorista de ETA, en una ciudad como San Sebastián, que ha sido después de Madrid la que más víctimas mortales ha tenido. Y luego, la trayectoria del festival no está exactamente vinculada a las víctimas ni es beligerante con el terrorismo. Es como si hablamos del líder del Ku Klux Klan. Desde el punto de vista del autor, e incluso del espectador, puede tener su interés.
-¿Le apetece verla?
-Claro, veo 200 películas al año. He visto todo lo que he podido relacionado con el País Vasco.
-¿Qué opina sobre poner el foco en los terroristas?
-Yo he puesto el foco en los terroristas en mi película de 2020 'Bajo el silencio'. Pero desde hace 20 años, sobre todo en las víctimas. Como autor, me interesa el enfoque de quienes han padecido, de los que no han hecho nada y hasta de los que han hecho el daño. Esa gente no ha venido de Marte, sino que eran vascos que vivieron lo mismo que yo. ¿Y por qué fueron capaces de hacer lo que hicieron contra los propios vascos y taladrado los cimientos de un sistema de convivencia pacífica como la que estábamos viviendo después de la Transición? No hay por qué no explorarlo. Ahora bien, sé que las víctimas no han podido ver ni mis películas, porque era muy doloroso para ellas, porque son emocionales y hablan de cosas muy sensibles. Estas películas, o el documental de Josu Ternera, entiendo que no sean plato de buen gusto para ellas.
-¿Alguno de los terroristas a los que entrevistó le explicó por qué se enroló en la banda terrorista o mató?
-Sí. En 'Bajo el silencio' entrevistamos al menos a tres que estuvieron en la banda. Uno con delitos de sangre y los otros no se sabe. Conseguimos sonsacarles, dentro de la franqueza que puede tener esa gente, hablando de una vida delictiva y dentro de la clandestinidad, que «era joven, creía que hacía el bien, el pueblo vasco, la opresión…». En fin. Se podía ver que en el fondo se creen altruistas. A quienes entrevistamos eran peones dentro de la organización, no jefes como Ternera.
-¿Mostraron arrepentimiento?
-Ninguno.
-Josu Ternera encarna la historia de ETA, desde la Ley de Amnistía de 1977 hasta el abandono de las armas. ¿Qué significa para usted?
-Nada especial. Es el jefe de la banda terrorista. Me lo imagino como el director general de una empresa que consiste en matar, extorsionar, que tenía unos objetivos que eran torcer el brazo a los distintos gobiernos de España. A España, más bien, para que cediera a sus pretensiones. Un diseñador de una estrategia industrialmente asesina que tuvo su éxito. Empezó a militar con 17 y hasta su detención el número de víctimas casi llegó a las 400.
-¿Imagina un País Vasco presidido por Arnaldo Otegi?
-Puedo imaginar cosas más divertidas y enriquecedoras. Pero sí, es posible que lo sea. Sube el voto de Bildu, que vende muy bien no tener pasado y que están preocupados por el tema de los pisos y demás… Y luego el PNV, un partido que lleva muchos años en el poder, ha envejecido y su votante también. En ese panorama, puesto que la opción constitucionalista, en cuanto a la derecha, prácticamente no existe y el PSOE es un poco el comodín del nacionalismo que no ha sacado mayoría absoluta desde hace 30 años, pues todo puede pasar.
-¿Y le gustaría?
-Pues no. Pero uno no tiene el Gobierno que le gusta. ¿Cómo puede ser que los que han asesinado, que se han encargado de crear el miedo en la sociedad vasca durante casi 50 años, pase un tiempo y con una estrategia muy fina de dejar las armas aparentando que nos hacían un favor, la sociedad incluso les ha votado? Pues… que lo analicen otros.
-¿Qué historias de ETA le quedan por contar?
-¿Qué siente ahora quien hace 20 años perdió a familiares y encima eran ninguneados? ¿Qué pasará cuando no queden víctimas vivas del terrorismo? Hay un porcentaje alto de gente que estuvo en el ajo o les parece que estuvo bien. Eso también es un tema goloso para la ficción. Quienes sufrían porque se matara en su tierra y no podían expresarlo ni con la familia. También los entresijos de ETA, quienes se metían chavales y también se veían en el silencio o quienes entraron jóvenes, tienen 50 años y todavía les parece bien. La ficción tiene más poder que el documental. Por ella hemos entendido muchas cosas y no se ha hecho buena ficción con el tema de ETA.
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