Elías Díaz, el profesor brillante que formó al Rey en sus estudios universitarios

Se podrían traer aquí muchos datos de su gran vida académica, en España y Estados Unidos o sus doctorados honoris causa, o sus innumerables publicaciones.

Pese a todo, yo me quedo con el Elías más personal. Lo conocí en Asturias cuando llegó a la Cátedra en 1974 y yo tenía 7 años. Mi padre y él eran grandes amigos, lo que hizo que todos los fines de semana saliéramos de excursión y disfrutar de las Caldas, Colunga, Rodiles o Verdicio.

De estos días de mi niñez recuerdo una persona cariñosa, gran conversador (ay qué conversaciones sobre la izquierda entre el PCE y el PSOE pude escuchar). Recuerdos también de Maite, su mujer, Miguel y Pablo, sus hijos, de días emocionantes, de tortillas y filetes empanados, de partidos de fútbol, de días agitados en la transición asturiana en donde aparecían puntualmente Turiel, Rozas, Otto, Miche, Atienza o Sosa. Todos ellos grandes juristas y personas con compromiso político. Eran otros tiempos.

Y me quedo también con el Elías de las clases en la Universidad. Tuve la suerte de que fuera mi profesor en quinto de carrera, en la asignatura de Filosofía del Derecho, Ahí leí su extraordinario «Estado de Derecho y sociedad democrática», publicado en 1966 pero que sigue vivo.

«No todo Estado es un Estado de Derecho», una de las primeras frases con las que comienza el libro que provocó la furia del Ministro Fraga Iribarne (que había iniciado en esa época una campaña para que se reconociera lo imposible, que la España de la dictadura era un Estado de derecho) y el secuestro de la publicación. Un secuestro que fue el preludio de su deportación a Villagordo (Jaen) en 1969.

Era un profesor brillante, que tenía la inmensa aula llena y que generaba pensamiento crítico en el estudiante. Lo mejor que se puede decir de un profesor. Si hay una asignatura compleja para el estudiante era la suya. Su contenido se aleja de lo que suelen ser las inquietudes de los estudiantes y, sin embargo, él conseguía llevarnos a escuchar y pensar sobre los aspectos básicos del ordenamiento, su estructura, su función y su justificación.

Profesor y maestro. La escuela de Filosofía del Derecho que creó Elías Diaz es la más brillante del panorama jurídico español: Atienza, Ruiz Miguel, de Lucas, Eusebio Fernández, Cristina Sánchez, Peces Barba, Zapatero, Laporta, Bayón… La realidad es que descartó el iusnaturalismo escolástico que dominaba la filosofía del derecho e introdujo en España los grandes autores y temas: Kelsen, Hart, Ross, Bobbio o Treves. En esto también fue un Maestro.