Ni dimisiones ni ceses: el Govern cree que casi se cumplieron los objetivos
«No hemos hecho el ridículo», insisten los mandos que no pudieron parar la huida
Puigdemont «se burla de la policía», según la prensa internacional
El Gobierno culpa únicamente a los Mossos de la fuga de Puigdemont y exculpa a Marlaska
Más que una asunción de responsabilidades fue un intento de reparto de culpas como quien quiere esquivar el bulto. El consejero de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, dejó claro desde un primer momento que abrirían una investigación interna para esclarecer los ... fallos del macrooperativo y si el diseño de sus planes funcionó, pero incidió en que buena parte de los planes para ese día, que se antojaba muy difícil, funcionaron.
«No hemos hecho el ridículo», llegó a responder el comisario Eduard Sallent a preguntas de los periodistas, que dejaron claro que «el operativo estaba dimensionado» y que todo se torció por culpa de Carles Puigdemont. Elena y, a posteriori, el resto de los mandos remarcaron que el operativo previsto «tenía que cumplir con tres objetivos» y garantizar la seguridad ante los tres escenarios a los que se enfrentaban: la presencia de «una persona que había avisado que venía y que tenía una orden de detención», una sesión de investidura en el Parlamento -su mayor reto del día- y una movilización callejera en la que podían confluir grupos antagónicos.
Así, lo reafirmaron, prácticamente todo estaba previsto: se daba por hecho que no se iba a entregar y no se descartaba un intento de acceso al Parlamento por la fuerza. Se pasó por alto, quizás, el hecho de que pudiera salir al escenario, dar un discurso y luego desaparecer entre la euforia de sus seguidores y ante la mirada televisada de miles de personas. Fuese con motivos o no, ayer, en el departamento de Interior hubo escasa asunción de responsabilidades.
«No se cumplieron todos los objetivos», reconocieron los portavoces policiales, que, a preguntas y repreguntas de los periodistas, se limitaron a afirmar que habían «hecho autocrítica» y que, en todo caso, hicieron un gran trabajo y pudieron tener algún que otro desacierto. Tras ello no se anunciaron ni ceses ni dimisiones. «Un mosso nunca dimite», aseguró Sallent.
Como ejemplo, destacaron que en los aledaños del Parlament, la zona más crítica, hubo dos detenidos, 19 identificados y se vivieron momentos complicados cuando algunos grupos tuvieron un comportamiento violento con la policía y los agentes tuvieron que usar gas pimienta para evitar problemas mayores, una actuación que les ha valido las peticiones de una investigación específica sobre la actuación «desproporcionada», en el acceso al parque de la Ciudadela, por parte de la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
El todavía máximo responsable policial catalán aprovechó la comparecencia, que si no hay imprevistos de emergencias en Cataluña en los próximos días habrá sido la última al frente de la Consejería, para agradecer el trabajo diario de todo el cuerpo. Seguramente entre las patrullas no sentaron bien las palabras de Elena: él mismo lideró, 24 horas antes, uno de los episodios que más se recordará de los últimos tiempos.
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