Yolanda Díaz cobijó a Errejón pese a conocer las acusaciones desde hace más de un año
El caso acorrala a la vicepresidenta: «¿Qué esconde para haberle protegido?», se preguntan en Sumar
En la parte socialista del Gobierno prefieren no darse por enterados de los líos internos de su socio
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El escándalo de Íñigo Errejón amenaza seriamente el liderazgo de Yolanda Díaz al frente de Sumar. La pregunta que circula en este entorno político es «por qué Yolanda le protegió, cuando todo se sabía desde hace mucho tiempo» y Más Madrid había pedido que se ... le apartara «hace meses». Sin embargo, la vicepresidenta no sólo no le retiró el apoyo sino que lo nombró portavoz parlamentario el pasado mes de enero, y a finales de septiembre le encargó liderar los trabajos para actualizar la ponencia política de Sumar de cara a su segunda asamblea estatal los próximos 14 y 15 de diciembre. Una cita de la que poco o nada se conoce además de que Lara Hernández, secretaria de Organización de la formación, renovará la tesis orgánica dejando atrás las cuotas de poder que Díaz quiso aplicar a los partidos de dentro de su proyecto. «¿Qué esconde ella para haberlo protegido?», insisten.
Es por eso que el caso destapa también el enfrentamiento existente entre dos ministras del Gobierno de España y de las formaciones que representan: la vicepresidenta Yolanda Díaz y la titular de Sanidad, Mónica García.
Dos ministras enfrentadas
Fuentes de la coalición han explicado a ABC que «hace más de un año que vienen sabiendo que Errejón se comportaba así» y «la que lo ha cobijado ha sido Yolanda». Según este relato, «Más Madrid estaba al límite», razón por la que ha fraguado el enfrentamiento entre las ministras. «Ha habido bronca entre ellas, pero Mónica no se puede enfadar en exceso porque no tiene pie: no tiene gente», explican estas mismas fuentes. De hecho, García reaccionó ayer por primera vez al escándalo sosteniendo que en la formación no han sabido -«desgraciadamente»- hacer «lo suficiente» ante las acusaciones por acoso sexual contra el político, las cuales ha calificado como «horrorosas» y «demoledoras».
«No tengo palabras para expresar mi profundo pesar», escribió la titular de Sanidad en redes sociales, canal de comunicación en torno al cual se ha articulado todo este escándalo, que saltó a la palestra el jueves por la tarde con el comunicado de dimisión de Errejón (la punta del iceberg), pero que venía fraguándose desde hace casi año y medio con los primeros testimonios anónimos.
«Estamos hartas y todos los casos tienen que salir a la luz. Nuestro compromiso es contra el machismo, venga de donde venga», ha escrito la ministra en X. García, ha dicho, «no tiene palabras para expresar su profundo pesar y preocupación» al mismo tiempo que ha expresado su apoyo a «todas las víctimas». Además, Más Madrid comunicó este jueves a última hora que Errejón les verificó que todas las informaciones vertidas en redes sobre su persona eran ciertas y que reclamaron a Sumar que le retirara el acta como diputado en el Congreso. Versión que se solapa con la de Sumar, que aseguró que fueron ellos los que exigieron al político su dimisión tras conocerse las acusaciones, después de haber abierto el martes una investigación interna, informa Patricia Romero.
Nuevo revés para el Gobierno
En el palacio de La Moncloa prefieren no darse por enterados de las disputas internas de Sumar y el efecto que esto pueda tener en la estabilidad de la coalición, aunque es evidente que es una situación difícil para todos. La renuncia de Errejón no sólo recrudece la batalla en Sumar, en esta ocasión por la portavocía del grupo en el Congreso, sino que deja huérfano el diseño de la nueva tesis política de la coalición en plena reconfiguración del espacio a la izquierda del PSOE.
Eso no es todo. Sumar también tiene pendiente la elección de un nuevo coordinador general tras la aparente dimisión en junio de la vicepresidenta segunda, que ahora juega a mantener el mando del espacio desde la presidencia del grupo parlamentario.
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