El secreto de las uvas de la suerte para Nochevieja de una variedad única en el mundo que se cultiva en España
Dos de cada tres kilos de los dos millones que se comerán para despedir el año 2023 proceden de Alicante y se embolsaron con papel en verano
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Las uvas de la suerte que se comerán en toda España en la próxima Nochevieja guardan un secreto para su conservación mucho más tarde de lo usual para este fruto. Los racimos son protegidos con bolsas de papel colocados en verano que retrasan la maduración en un valle del interior de Alicante.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó (CRDOP) ha difundido este martes un balance provisional de la actual campaña, en la que una vez más se estima que dos de cada tres uvas consumidas en Nochevieja procederán de esta zona, lo que supone, aproximadamente, unos dos millones de kilos de la variedad Aledo, única en el mundo.
Con el lema «Orgullosos de nuestro papel», transmiten la importancia que el embolsado tiene para el sector en su conjunto y el «orgullo que supone para este territorio ser merecedor del mayor reconocimiento otorgado a un producto alimentario a nivel europeo».
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Por eso, también insisten en que es fundamental que el consumidor identifique y demande el producto debidamente etiquetado con los distintivos oficiales de la denominación de origen, ya que «solo así comerá un producto verdaderamente protegido con todas las garantías» medioambientales y de calidad. Ya que en este valle se embolsa el fruto a mano -con frecuencia, estudiantes en sus vacaciones estivales- de una variedad única, resultaría «absurdo mantener una tradición propia, como el consumo de uva en la noche de fin de año, a base de uvas procedentes de otros territorios», subrayan.
Campaña «complicada» y 13.000 empleos
Este cultivo genera 13.000 puestos de trabajo en la zona, si bien la actual campaña 2022 se ha presentado «complicada» , sobre todo en comparación con las anteriores de 2021 y 2020.
Los factores que más impacto tienen en la producción y comercialización del fruto -climatología, con altas temperaturas durante meses, y mercados- han incidido negativamente en los resultados, lo que junto con el «extraordinario» aumento de los costes de producción y distribución, han hecho de este 2022 un año «difícil» para el sector. La demanda ha estado estancada y todavía confían en un repunte de las ventas en al recta final.
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