El regalo de Mazón a los Reyes por su interés por Valencia tras la dana
El presidente de la Generalitat ha conversado con el Rey Felipe VI y la Reina Letizia durante su visita al estand de la Comunidad Valenciana en Fitur
Los Reyes inauguran la 45 edición de Fitur, que espera recibir 250.000 visitantes
El Rey Felipe VI y la Reina Letizia han visitado este miércoles el estand de la Comunidad Valenciana en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid, donde han sido recibidos por una nutrida comitiva liderada por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, quien ha conversado brevemente con los monarcas y les ha obsequiado con abanicos confeccionados por empresas artesanales afectadas por la dana del 29 de octubre.
Ante las atentas miradas del resto de representantes de las principales ciudades turísticas de la región, medios de comunicación y profesionales asistentes a la feria turística, Mazón ha mantenido un corto encuentro con el Rey Felipe VI en la inauguración de la campaña del Gobierno valenciano de relanzar la 'industria de la felicidad' después de la trágica riada.
Para agradecer el interés que han mostrado Sus Majestades los Reyes con las regiones afectadas, las cuales han visitado en diferentes ocasiones en los últimos tres meses, el presidente valenciano ha querido obsequiarles con abanicos artesanales, tanto para ellas como para sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofia.
El abanico para S. M. EL Rey Felipe VI es de caballero, semipericón, elaborado artesanalmente con varillaje madera de danta y tejido de algodón de primera calidad. Se trata de un abanico de uso, elaborado por Abanicos Muñoz, S.L.
El de la Reina Letizia, es un abanico tipo baraja, con diseño clásico, elaborado en madera de ébano de 21 cm. Pulida manualmente por las dos caras. Calada, adornada, maqueada y pintada a mano. Cinta de algodón de primera calidad, repasado con clavillo brillante y anilla. Elaborado por Abanicos Burriel.
Para la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, dos abanicos de diseño juvenil, con varillaje de madera de peral, pulido, calado y repasado a mano, Se trata de abanicos de uso, con un diseño propio, pintado a mano por Abanicos Muñoz, S.L.
Daños producidos por la dana
Los 14 talleres de abanico artesanal de Aldaia, donde se ubica la mitad de las empresas del sector y venden a toda España y el resto del mundo, han resultado dañados total o parcialmente por el temporal, que también ha afectado gravemente al museo del 'palmito' de esta localidad, que atesoraba ejemplares de los siglos XVIII y XIX de gran valor, algunos de ellos ya irrecuperables.
Siete talleres, algunos de ellos instalados en las plantas bajas de casas familiares próximas al barranco La Saleta de Aldaia, han quedado totalmente arrasados por la inundación y otros siete sufren daños parciales, según relató el secretario técnico del Gremio de Abaniqueros de Valencia, Jesús Muñoz, que agrupa un total de 28 empresas.
El Museu del Palmito de Aldaia, con casi 800 abanicos y ubicado en el centro del pueblo, también sufrió la inundación y se desconoce si se van a poder recuperar los abanicos expuestos en vitrinas. Por fortuna, los que se exponían en la primera planta y la segunda, y los que estaban almacenados en los armarios de estas plantas no han sufrido ningún daño y se han trasladado a otro lugar del municipio para que queden bien guardados.
El Museo de Prehistoria de Valencia ha ofrecido su espacio para depositar de forma provisional la colección de abanicos del museo municipal, fundado en 2015, que ha podido salvar el 80 % de esa colección, según ha explicado a EFE el director del MUPA, Francesc Martínez.
Cuenta con una colección de cerca de 800 abanicos que comprende desde el siglo XVII hasta el actual de 15 países diferentes del mundo, sobre todo de Asia (Japón y China, del siglo XIX) y Europa (Francia, Inglaterra, Italia, Holanda, Alemania y España).
Se han perdido abanicos del siglo XVIII y XIX, y abanicos de baraja (no tienen tela, son de madera o de nácar unido por arriba con cinta de seda). Pero se han salvado las antiguas caladoras de madera y quizá, con trabajo de restauración, puedan recuperarse algunos abanicos de manera directa o a través de una reconstrucción, así como hacer réplicas a partir de las fichas fotográficas que tiene el museo.
La prioridad, ha explicado Martínez, es inventariar los daños, ver qué se puede restaurar y qué no y plantear en un futuro si se pueden replicar, sobre todo las piezas de mayor valor, y cuantificar la pérdida económica. El museo, único en España, aunque otros de Valencia y de Madrid también tienen colecciones, cuenta con abanicos con un valor de hasta 3.000 euros, fabricados con fragmentos de nácar en cada varilla y grabados.
Evaluación de daños y ofrecimiento de la Generalitat
En respuesta al interés de la directora general de Comercio, Artesanía y Consumo de la Generalitat, Maribel Sáez, por la situación en que se encontraban los talleres tras el paso la riada, el gremio afirma que el impacto de los daños es «incalculable» tanto a nivel histórico como «material, sentimental y mental» dado que la mayoría de las industrias artesanas está situada en el casco urbano histórico de Aldaia, devastado por el desbordamiento del barranco el 29 de octubre.
Las empresas que no han registrado daños en sus instalaciones también se ven directamente afectadas y paralizadas por la destrucción de sus empresas colaboradoras, ya que se trata de un gremio muy pequeño y tan especializado que dependen unas de otras en la mayoría de fases de los trabajos de producción.
«En definitiva, prácticamente la totalidad de los artesanos individuales y empresas que formamos este Gremio van a pasar serias dificultades durante una larga temporada», según esta asociación. Sáez ha explicado que, desde el Centro de Artesanía de Valencia se puso en contacto con todos los gremios, también con el de abaniqueros, «muy pequeño y muy específico», para trasladar la disposición del centro para ayudar en todo lo que necesitaran y ofrecer sus instalaciones. El Centro de Artesanía tiene una exposición de abanicos históricos que, gracias a que permanecen en este lugar de la ciudad de València, se han podido salvar.
Aldaia concentra el 70 % de la producción de los talleres artesanales de España y de la Comunidad Valenciana -el resto está en Godella o Alaquàs-, con artesanos abaniqueros que hacen trabajos únicos en Europa bajo la marca 'Abanico Español Artesano' para diferenciarse de los importados, que no son artesanales, y el último artesano del nácar de abanicos está instalado en esta población de l'Horta Sud.
En la fabricación de un abanico intervienen entre cuatro y siete artesanos de oficios diferentes para los procesos de lacado y pulido del varillaje; el calado (marquetería), adornado o grabado; el plisado, entelado y puntilla del 'país' o tela; y la pintura en fases.
Por riesgo de continuidad de los oficios por la falta de formación reglada, la fabricación de abanicos artesanos tenía, ya antes del paso de la riada, una situación precaria, con artesanos cerca de la jubilación y que, con las inundaciones, tienen que empezar de cero.
También se ha puesto en marcha iniciativas solidarias para recaudar fondos con ingreso directo a la cuenta del Gremio de Maestro Abaniqueros para «preservar un oficio artesanal único, apoyar a familias en necesidad, contribuir al mantenimiento de comunidades locales y del producto de calidad y sostenible».
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