Los pueblos hispanos de Trinidad de Santa Bárbara en Honduras y Valencia en España se hermanan con sus fiestas del fuego
Las Chimeneas Gigantes se iniciaron en 2001 y fueron declaradas Patrimonio Nacional en 2023, mientras que Las Fallas datan de 1740 y desde 2016 son Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco
«Somos huérfanos sin vida»: los camareros claman contra la «hipocresía» de los horarios de Navidad
La ONG Unión de Naciones Hispanas -Unahis- presentó en 2023 el Proyecto de Hermanamiento Cultural entre las dos festividades (Las Chimeneas Gigantes y las Fallas) al embajador de Honduras en España, Madrid, Marlon Brevé Reyes y su primer secretario, Delmer López Moreno, a través del Consulado de Honduras en Valencia, con el que desde el inicio de esta relación tuvieron una gran afinidad en los temas de cultura, educación, turismo y de la diáspora en España, según fuentes de esta entidad.
En el consulado, la directora de Migración y de Desarrollo Corporativo, Sandra Fúnez, así como el vicecónsul Jorge Gálvez apostaron claramente y de forma contundente por el proyecto, al ser este el primer hermanamiento de Honduras en España, no sólo por su trascendencia cultural, sino por su repercusión en su diáspora en España; así como su sucesora, Whitney Godoy, actual cónsul con la que se culminó el hermanamiento tanto en Valencia en noviembre, como en Honduras este diciembre del 2023.
Fúnez y Gálvez demostraron, en un evento al que les invitaron en Valencia, ser personas «abiertas de mente, con esencia propia en su cultura hondureña, resolutivas y de gran capacidad de gestión, y con las que se estableció desde el primer momento una unión casi cósmica, llena de energía». Esta unión llevaba en esencia, siglos de mestizaje llenos de un entusiasmo por la cultura y tradiciones en común, amor al folclore y a ambos pueblos; reconocieron todos elementos de una identidad común, y se dieron cuenta de que «uno de los mejores legados de los padres históricos había sido el aprendizaje de nuestro lenguaje vehicular, el español, con sus matices, connotaciones, idiosincrasia, hablas, pero sí en el constructo mental, los pensamientos confluían y se vibraba con el proyecto de Hermanamiento de las Chimeneas Gigantes y las Fallas».
Carmen de la Cagiga ha agradecido a Sandra Fúnez y Jorge Gálvez su «colaboración inestimable y su impulso cooperativo hacia la ONG Unahis, juntos formamos un equipo común inicial; ya no éramos ellos y ustedes, sino nosotros».
También ha resaltado la «importantísima actitud proactiva del embajador de Honduras en Madrid, España, Marlon Brevé Reyes; un hombre con una inteligencia cognitiva y emocional natural, que le hace ser merecedor de ser ese gran diplomático de la talla de su gran país, Honduras. Su escucha activa desde el primer momento, así como su asesoramiento en el proceso hasta la firma del Hermanamiento, el beneplácito de que su responsable de protocolo en la embajada nos asesorase en la redacción del mismo, y sobre todo que su primer secretario, Delmer López Moreno, impulsor en el 2001 de la creación de Las Chimeneas Gigantes».
Han contribuido igualmente el alcalde Allan Paredes, la Junta Directiva de los Chimeneros y, por el pueblo valenciano, todos los integrantes de la Falla de Convento Jerusalén, con su presidente en marzo 2023 de la Falla Infantil, Javier Copovi, «amigo que nos atendió de una manera excepcional y cercana, así como a la comitiva diplomática invitada para que conocieran las Fallas y en especial aquella en la que Copovi era fallero, la de Convento Jerusalén». Les habló de la vida de los falleros, de los artistas, de las costumbres, de sus protocolos, de su casal So Nelo.
Efectivamente, el interés y colaboración compartidos en este hermanamiento desde el principio fue mutuo, desde los secretarios generales de ambas directivas, con Karen Arely Irías Morel y D. Rafael Cartagena junto a la ONG Unahis en varias reuniones durante seis meses; como hasta su presidente Chimenero José Luis Mejía López, su director artístico, Ramón Alejandro Rivera Fernández, y el presidente de la Falla de Convento Jerusalén, Francisco Segura, el responsable de Protocolo, Antonio Ortuño.
«De las esencias que más me emocionaron en este primer encuentro y que corroboré con mi presencia del 6 al 11 de diciembre en Trinidad de Santa Bárbara, Honduras, fueron el carácter similar de ambos pueblos, alegres, entusiastas, cercanos, abiertos; aparte de que somos pueblos agricultores, zapateros, artesanos de la madera, somos amantes de lo que simboliza el fuego como elemento necesario en La Quema de ambos tipos de esculturas, ya que simboliza por un lado lo efímero que es la vida, y al mismo tiempo la fuerza que esta imprime en nosotros para levantarnos al día siguiente de esta quema y con sus artistas en la cabeza inician el nuevo trabajo para el año siguiente; y por otro lado simboliza un nuevo renacer», describe.
Para sus protagonistas, «esa noche de La Quema, todo lo denunciado, resaltado por ambas festividades se olvida esperando que el nuevo año dé una nueva oportunidad de hacer mejor las cosas; en el caso de Las Chimeneas Gigantes, los temas que han querido resaltar sus artistas a través de sus esculturas según la temática propuesta para ese año desde su junta directiva, y en el caso de los autores literarios y artísticos, a través de esa caricatura burlesca, satírica representada por sus esculturas y las palabras de sus carteles adjuntos a cada escena representada, muchas veces a modo de refranes populares y su esculturas». Además, hay otro nexo en común: «Somos también pueblos marianos».
«Sobre todo, comprobé la gran motivación de sus intelectuales y agentes culturales municipales y civiles para no sólo poner en valor a Trinidad apoyando a la Junta Directiva y sus artistas chimeneros, sino en poner en valor a literatos clásicos como Cervantes con el Quijote y contemporáneos como el poeta, ensayista y editor Rigoberto Paredes», ha señalado.
«Fue una experiencia retrospectiva desde la situación actual de la fiesta de mi pueblo valenciano, las Fallas; donde corroboré el espíritu creativo, la heroicidad de sus artistas y chimeneros para hacer de sus Chimeneas Gigantes todo un símbolo cultural popular y nacional; como sentí que mi pueblo valenciano debió sentir cuando decidió apostar por una fiesta popular que sería con los cientos de años Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad por la Unesco», según Carmen de la Cagiga.
La ministra de Cultura, Annarela Vélez Osejo, ha compartido para este reportaje unas palabras sobre Las Chimeneas Gigantes:
«Las Chimeneas Gigantes permiten la inserción en el mundo de la cultura que nace en Trinidad, esta exposición ante el otro es la mejor manera de representar a Honduras. En ellas se refleja nuestra historia, pero también las influencias de las artes de otros tiempos y de otros pueblos. Las Chimeneas Gigantes de Trinidad de Santa Bárbara tienen una inmensa deuda con todas las tradiciones poéticas, artísticas y culturales distintas a la propia, pues se nutren de ellas y al mismo tiempo se comparten, se hermanan, y se dan fuerza unas a otras dentro y fuera de su propio territorio, por ello refleja la riqueza de esta tradición cultural».
Los Chimeneros desde 2001 y los Falleros desde 1740, como dos grandes fiestas populares que son, «levantan al pueblo para que acudan a la gran fiesta con la llamada al inicio de ambas celebraciones, por parte de La Personalidad que homenajean, en Trinidad (cada año), este año con un nombre propio y en mayúsculas, Annarela Vélez, ministra de Cultura; y por parte de la Fallera Mayor de las más de 390 comisiones falleras que eligen a la mujer valenciana que representará en La Semana Grande de Valencia; para que en esos cinco días, nuestras músicas, nuestros bailes, nuestros artistas, en Valencia también nuestros artistas pirotécnicos; nuestras Vírgenes Patronas, nuestros chimeneros y falleros-falleras, y nuestras cultura dinamicen nuestros barrios, nuestras calles».
Y un recuerdo especial: «Con mi corazón español y hondureño, hija de Valencia y Triniteca desde que su alcalde, Allan Paredes, me regaló las Llaves de la ciudad de Trinidad, sólo puedo decir gracias a mis dos pueblos por todo lo que me aportan y seguirán aportando a nuestra comunidad hispana y al mundo».
Reflexiones acerca de este vínculo
«Todos sabemos la importancia que supone para una diáspora el que el país de acogida a sus conciudadanos estreche sus lazos culturales con el propio país de origen; sobre todo porque con ello el sentido de identidad común a través de una manifestación cultural similar implica una mejora en el arraigo social que conlleva el proceso migratorio; pero también nosotros como una ONG en defensa y promoción de la hispanidad trabajaremos en este sentido para que las personas hispanohablantes volvamos a reencontrarnos a través de los diferentes mestizajes culturales que creamos en los diferentes continentes cuando constituimos el primer imperio humanista, las Españas, y que han dado los frutos actuales», relata Carmen de la Cagiga.
MÁS INFORMACIÓN
«En nuestra ONG Unahis pensamos que el reconocimiento mutuo de nuestra esencia entre los pueblos, a través de nuestras manifestaciones culturales, empodera a ambas ciudadanías y es el canal más potente para la integración y convivencia mutua entre los ciudadanos que constituimos la gran comunidad hispana que somos en el mundo. Por eso, este hermanamiento será el primero de muchos que la ONG Unahis potenciará en pos de nuestro abrazo hispano tan merecido y deseado por millones de hispanos», añade.
Como presidenta de la entidad, compara la vida de esta comunidad con una «gran familia» cuyos padres atendieron a sus hijos, les aportaron educación, conocimiento, mestizaje, valores de la Iglesia Católica y humanistas, les construyeron hospitales, universidades…, les dieron unos derechos de igualdad y reconocimiento, únicos en ese momento histórico que fueron símbolo precursor del actual Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y les dieron una lengua vehicular común, el español, respetando a las lenguas indígenas/originarias (el actual valenciano, el quechua…); pero como ocurre con cualquier núcleo familiar, los hijos llegados a cierta edad se independizaron y quisieron probar, experimentar el mundo de manera individual.
«Por tanto, es verdad que tanto a Honduras y España nos une una lengua, historia, cultura común, como con todos los países hispano hablantes y entre nosotros», abunda.
«Como ocurre en cualquier familia, tras años de experimentación, solos; unos por el recuerdo nostálgico, otros porque nunca quisieron irse, otros por la necesidad, otros por comprobar la deriva de valores en la globalidad del mundo, otros por… permanecía latente en nuestro pensamiento colectivo, la gran comunidad hispana, que es lo que ha hecho que en este siglo XXI haya esa energía, movimiento, flujo del pensamiento en la Tierra hacia la Hispanidad; da igual dónde estés, que no lo hayas hablado con nadie, pero el pensamiento colectivo funciona, y sucede que un día te levantas, miras tus redes sociales, te llama un amigo hondureño, boliviano, colombiano que conociste en un viaje hace diez años…y de repente te encuentras hablando de la Hispanidad, del movimiento energético global que «sin saberlo» nadie, te demuestra que sí, que estamos conectados a través del lenguaje en nuestros pensamientos y que hay un sentir de identidad cultural vivo con una gran necesidad de visibilizarse y unir identidades ya maduras en una comunidad hispana cultural/educativa/histórica que las englobe para a través del mestizaje que nos caracteriza como únicos en el mundo volvamos a tener una presencia decisiva en la Tierra». Es la reflexión de la presidenta de esta ONG.
Mucho se debe en este sentido -a su juicio- a intelectuales contemporáneos actuales como Marcelo Gullo, Patricio Lons, Santiago Armesillas, José Vicente Esparza, Elvira Roca Varea, Francisco Victoria, Gustavo Bueno, Luis Antequera y a asociaciones, movimientos hispanistas… que llevan décadas defendiendo, aclarando, documentando este pasado común y que han sido «la semilla» que con los años ya está empezando a germinar entre cientos de miles de ciudadanos.
«Y es por ello que hay hoy en día de una manera más potente como como la vuelta al seno familiar, recordemos la parábola del hijo pródigo; pero en esta vuelta ya hay identidades maduras y hechas, como si habláramos de personas adultas, con identidades específicas, pero con la misma esencia; donde no hay sólo un centro neurálgico parental (la madre patria de Isabel La Católica y Fernando de Aragón)», resalta.
«Como cuando nos casamos y abandonamos el núcleo familiar, cada casa de cada hijo se convierte en un núcleo de acogida, en la casa de encuentro familiar de todos los hermanos; ocurre lo mismo en esta gran familia hispana que la integramos muchos países hispanos; en este caso concreto Honduras y España a través de los pueblos de Trinidad de Santa Bárbara y Valencia», concluye.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete