Una pareja duerme en la playa en Alicante desde julio por no poder pagar alquiler y para sacrificarse por su hija

La joven ha empezado a estudiar una carrera y sus padres deshauciados sólo cobran la Renta Valenciana de Inclusión y prefieren que ella tenga techo

Dos hermanos ganaderos sufren el robo de 140 ovejas, tres cabras y dos perros en Valencia

Okupan una casa en Valencia, acaban con la comida y la bebida y se llevan 800 euros: «Pensábamos que estaba deshabitada»

Charo y José Vicente, junto a la sombrilla y los enseres que utilizan para pernoctar en la playa de San Gabriel, en Alicante EFE

ABC

ALICANTE

A Charo y José Vicente los han desahuciado hasta de la playa. En julio les echaron de su casa en Alicante, cuando su hija aún era menor de edad, y al no encontrar un alquiler a su alcance, acamparon en la arena de San Gabriel. Ahora, la Policía Local les ha dicho que tienen que desmontar la tienda y sólo se protegen con una sombrilla: pasan la noche al raso.

Con unos ingresos de mil euros entre los dos -de la Renta Valenciana de Inclusión- y después de ocho años en lista de espera para una viviendasocial, la Administración les reconoce su condición de vulnerables, pero no se les ofrece más solución por ahora que pernoctar en el albergue municipal.

La pareja se las arregla como puede con al aseo personal, por ejemplo, ella le ayuda a él para afeitarse EFE

Como tienen entendido que ese recurso se restringe a quienes no tienen ingresos, no lo contemplan tampoco. El dinero de que disponen prefieren sacrificarse para costear un alquiler de 300 euros de alojamiento para su hija, que ha empezado a estudiar la carrera, un Grado de Atención a la Dependencia. Obviamente, la joven «sufre, »Ella está en una habitación y nos ve a nosotros aquí en la playa con esto», se desespera José Vicente.

«Aguantaré todo lo que pueda para que a mi hija no le falte un techo», se apresura a decir Charo, mostrando un firme empeño de entrega, al igual que su marido. Llevan así unos tres meses y, por ahora, las temperaturas nocturnas no han descendido y sólo han tenido que capear algunas tormentas.

No obstante, el largo verano alicantino, que en los últimos años se ha prolongado probablemente por el cambio climático, se terminará y esta pareja confiesa que no encuentra nada a su alcance, entre fianzas de varios meses de alquiler y precios disparados.

Mientras tanto, guardan sus pertenencias -con la esperanza de conseguir un hogar- en un trastero que alquilan por 290 euros. La aritmética deja poco margen para dudas: entre eso y la habitación de su hija, no les queda para nada más.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios