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La mujer que pedía limosna en la calle y ganó 1,2 millones de euros en la Bonoloto: «Tiene una vida normal»

El Estanco 54 de Alicante vendió hace un año el boleto con el número ganador a la agraciada conocida en el barrio de La Florida: «Todo el mundo pregunta por ella»

«Extremadamente antipático»: la respuesta de un hostelero contra la falta de «empatía» de algunos clientes

Imagen de archivo de las loteras que vendieron el premio de 1,2 millones de euros a una mendiga en Alicante JUAN CARLOS SOLER
David Maroto

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Hace justo un año la suerte dio un giro de 180 grados a la vida de una mujer que lo merecía. La fortuna, en forma de Bonoloto, deparó a una mendiga que su boleto de un euro contuviera los números agraciados del sorteo de lotería. Se llevó la friolera de 1.271.491 euros, aunque siguió pidiendo limosna en la puerta de un supermercado de Alicante porque no estaba segura de que fuera verdad.

Esta bonita historia tuvo lugar en el Estanco 54, ubicado en el barrio alicantino de La Florida. Sus gerentes Mari Ángeles y Eugenio no olvidarán aquel día, de hecho celebraban el cumpleaños de la dueña del popular establecimiento. «La gente que viene a comprar nos dice dame un euro en la Bonoloto a ver si me toca como a la mendiga», relatan a ABC.

Ambos propietarios se muestran orgullosos de la «fiel clientela» que posee su estanco, en el que acuden una media de 500 personas cada día. Muchos de ellos les recuerdan el premio ganado por la mendiga, mientras otros rumorean sobre su nueva vida con un 1,2 millones de euros más en la cuenta bancaria.

«Lo que sí sabemos es que sigue viviendo en el barrio, que lleva una vida normal y que no ha cambiado demasiado su nivel de vida», detallan. No obstante, no ha vuelto a comprar más lotería en este año desde que ganó el premio, pero «mucha gente que la conoce la ve comprar en los supermercados de siempre».

Hace un año, los mismos gerentes del punto de venta de lotería narraron que la mujer siguió pidiendo limosna porque no se fiaba de que le hubiera tocado el premio. «Cuando vino, como todos los días, a jugar la apuesta mínima, de un euro, y nos dijo que creía que le había tocado el día anterior, lo tomamos a broma, como tantas veces, además, como había estado pidiendo y traía bolsas con alimentos donados, parecía cachondeo», señalaron.

No obstante, en aquel momento ya sabían que habían entregado el suculento premio al aparecer en el sistema pero no sabían quién era el agraciado porque no había aparecido por el local. Según apuntan, se trataba de una persona «muy popular» en el barrio de La Florida. «Todo el mundo la conoce, se pone en en su puesto laboral desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde y, al terminar, viene a por su Bonoloto y la Primitiva, y solo la puede atender mi mujer, no quiere que nos ocupemos ni mi hija, ni nuestra empleada ni yo», explicó Eugenio.

El Estanco 54 abrió sus puertas en 1903 con la tatarabuela de Mari Ángeles y, desde entonces, siempre ha estado gestionado por mujeres. De hecho, espera que su hija coja el relevo. En todo este tiempo, este ha sido el mayor premio que han concedido a un cliente y esperan que próximamente se pueda superar.

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