Mazón comió el día de la DANA con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle la dirección de la televisión valenciana
El presidente de la Comunidad Valenciana mantuvo su agenda oficial toda la mañana del martes 29 de octubre y comió en un conocido restaurante cercano al Palau de la Generalitat
Última hora de la DANA en Valencia
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, argumenta que mantuvo una «comida de trabajo» fuera de su agenda oficial el 29 de octubre, el día que la peor gota fría del siglo XXI asoló la provincia de Valencia. En concreto, se citó con la periodista Maribel Vilaplana en el restaurante «El ventorro» para ofrecerle la dirección de la televisión autonómica À Punt, según ha podido confirmar este periódico en fuentes del entorno de Mazón.
El jefe del Ejecutivo autonómico había insistido hasta ahora en no desvelar ni el contenido ni con quién compartió el almuerzo, que reiteraba que no era un encuentro lúdico, conforme se ha conocido este viernes.
La gestión del presidente de la Generalitat resultó infructuosa, toda vez que Maribel Vilaplana, antigua trabajadora de la extinta Canal 9 y actual consejera del Levante Unión Deportiva, declinó el ofrecimiento.
Este mismo jueves, cuando ya saltó la polémica, negó que se tratara de un encuentro de carácter privado o de la celebración de un cumpleaños: «Lo desmiento categóricamente, fue un almuerzo de trabajo y ya está». También se había apuntado con anterioridad de que la comida se limitó a un «picoteo», cuando en realidad fue un encuentro de más de tres horas.
Ese día, martes 29 de octubre, con la alerta roja vigente en la provincia de Valencia, la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, había convocado a las cinco de la tarde una reunión del Centro de Coordinación Operativo Integrado de la Generalitat para realizar el seguimiento de una DANA, que finalmente se ha cobrado más de doscientos muertos.
Cuando ya se habían producido los primeros daños a causa de la riada y se conocían datos de los primeros fallecidos, Mazón mantuvo ese día su agenda oficial. Tras un último encuentro para abordar las líneas de los Presupuestos de la Generalitat para el año 2025 con el presidente de la patronal autonómica y los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras de la Comunidad Valenciana, el presidente regional abandonó el Palau de la Generalitat y acudió a un restaurante del centro de la capital del Turia.
Mazón no se incorporó a la reunión del CECOPI hasta la siete de la tarde, cuando buena parte de la provincia de Valencia ya sufría los efectos devastadores de la gota fría.
La Generalitat había declinado hasta el momento concretar quiénes fueron los comensales con los que comió Mazón en plena DANA. Diversas fuentes consultadas por ABC en el Ejecutivo sostienen que por Ley la encargada de presidir la reuniones del CECOPI es la consellera de Justicia. Con todo, insisten en que Mazón «estuvo localizado e informado» de lo que se trataba en la reunión para abordar las crecidas de los barrancos y presas como consecuencias de las históricas precipitaciones que afectaban a la provincia. Añaden asimismo que «atendió varias llamadas».
Sin embargo, la opacidad del Gobierno autonómico sobre qué hizo y con quién Mazón desde que acabó la reunión con la patronal y los sindicatos hasta que se incorporó al órgano que debía tomar las decisiones para proteger a la población ante las consecuencias de la gota fría, habían puesto en el punto de mira al presidente de la Generalitat.
Aquella jornada del 29 de octubre la alerta roja por fuertes lluvias en la provincia de Valencia decretada por la Aemet estaba en vigor desde la siete de la mañana. Pese a ello, Mazón mantuvo su agenda oficial. De hecho, a las nueve presidió el pleno semanal del Gobierno autonómico en el Palau de la Generalitat. Al término de este cónclave, asistió a las once menos cuarto de la mañana al acto de recepción del certificado Aenor a la Comunitat Valenciana, también en el Palau de la Generalitat.
Mazón se marchó a la otra punta de la ciudad para a la presentación de la Estrategia de Salud Digital de la Comunitat Valenciana. Era las doce y media de la mañana. A esa hora, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ya había llamado por teléfono a la consellera Pradas ante el cariz que estaba tomando la gota fría. La responsable de las Emergencias de la Generalitat había decidido siete minutos antes citar a su equipo en las instalaciones del 112 en la localidad de l'Eliana.
Cuando Mazón se encontraba en el Salón de actos del edificio de Salud Pública, a veinte kilómetros de la sede de Emergencias, el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia ya había comunicado ochenta actuaciones relacionadas con la DANA entre rescates (algunos de ellos con helicópteros) a conductores atrapados y asistencias a viviendas afectadas ya a esa hora de la mañana por las inundaciones.
El presidente de la Generalitat regresó al Palau, donde a las dos menos cuartos tuvo su último acto oficial con los representantes empresariales y sindicales, que se ciñó al ámbito presupuestario y no se abordó la DANA que en ese momento ya estaba causando estragos en algunas localidades de la provincia de Valencia como l'Alcudia, donde un camionero había desaparecido y finalmente fue hallado muerto días después, o Utiel.
Tras ese acto, Mazón acudió a la comida con Maribel Vilaplana cuando a las tres de la tarde la Generalitat había solicitado oficialmente a la Unidad Militar de Emergencias (UME) la intervención en la localidad utielana, en la que acabaron muriendo seis vecinos.
Al término del almuerzo con la periodista, Mazón regresó al Palau de la Generalitat y se desplazó pasadas las seis y media de la reunión que se celebraba en el CECOPI, a unos veinte kilómetros de distancia.
Mientras el presidente iba en el coche oficial de camino al Centro de Coordinación de Emergencias, la Confederación Hidrográfica del Júcar advirtió a las 18.46 de que el caudal del barranco del Poyo se había elevado a 1.686 metros cúbicos por segundo, «con tendencia ascendente». Esa riada acabó siendo letal en los municipios de la zona cero de la DANA con mayor número de víctimas mortales como Paiporta o Alfafar.
Mazón llegó a la reunión del CECOPI en el entorno de las siete de la tarde. Para entonces, la situación era caótica. La delegada del Gobierno asistía de forma telemática y la consellera Pradas estaba al mando. Tras una llamada a las ocho de la tarde del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en la que se advertía de la posible rotura de la presa de Forata (según una versión de la Generalitat que el Gobierno niega) se dio la orden para remitir una alerta masiva a los teléfonos móviles en la provincia de Valencia a las 20.11. Para entonces ya era tarde para muchas de las víctimas mortales de la DANA.
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