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María José Catalá: «Es una vergüenza para los valencianos que las obras del Nuevo Mestalla lleven paradas 15 años»

La alcaldesa avanza en una entrevista en ABC que la auditoría externa para cuantificar el coste económico de la operación se encargará una vez el Valencia CF entregue el proyecto de ejecución

«El Roig Arena va a representar un antes y un después en la historia deportiva y cultural de la ciudad»

Imagen de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, durante la entrevista con ABC MIKEL PONCE

Para la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, es «ahora o nunca» con el reinicio de las obras del Nuevo Mestalla. La primera edil atiende a ABC para desgranar los principales retos a los que se enfrenta su gobierno, entre ellos, desatascar de una vez por todas la construcción del próximo feudo del Valencia Club de Fútbol quince años después de que salieran las máquinas de la avenida Cortes Valencianas.

Se mantiene a la expectativa sobre si Peter Lim cumplirá con los plazos establecidos, avanza que auditará de manera externa la operación una vez reciba el proyecto de ejecución, antes del próximo 12 de octubre, y espera que la ciudad vea finiquitada «una vergüenza» que ya dura quince años, sin perder de vista en el horizonte la esperanza de poder formar parte de la candidatura de España para el Mundial 2030, como la FIFA anhela según apuntó el Consejo Superior de Deportes.

—¿Confía en que Peter Lim cumpla con su palabra y las obras se retomen en enero?

—El Valencia traslada a través de los medios de comunicación que tiene la intención de cumplir. Nosotros estamos a la expectativa y pensamos que el tema del nuevo estadio es ahora o nunca.

—¿Cree que esta vez sí?

—Como decía, es ahora o nunca. Las obras se paralizaron en 2009. Cómo una ciudad que tiene vocación de liderazgo y de organizar grandes acontecimientos deportivos permite que en uno de los accesos principales haya un estadio paralizado desde hace quince años. Es una vergüenza para los valencianos y una muestra demasiado visible de un gran problema. Así que, después de tanto tiempo espero que definitivamente se retomen por los vecinos del barrio de Benicalap, por el buen nombre de Valencia y lógicamente también por el club.

—En las fichas urbanísticas aprobadas se puso negro sobre blanco la obligatoriedad de una auditoría externa para saber cuánto va a costar el estadio. ¿Se ha puesto en marcha?

—La auditoría sólo se puede poner en marcha en el momento en el que el Valencia presente el proyecto de ejecución, porque ahí es donde se muestran las calidades del estadio y se especifique realmente lo que se va a hacer.

—¿Entonces se podría pedir antes del 12 de octubre?

—Claro, la encargaremos cuando entre el proyecto de ejecución aquí en el Ayuntamiento.

—Lo que parece incomprensible es que no haya interlocución directa entre la alcaldesa y el club.

—La alcaldesa de Valencia cuando llegó a la Alcaldía le dijo al club algo muy claro, que es que me van a tener que demostrar que podemos hablar. Ha habido excesivos incumplimientos de forma previa con la ciudad. Ha llegado un momento en el que la credibilidad se tiene que ganar con hechos y por eso fue una decisión que tomé de manera unilateral, que sólo hablaremos cuando me demuestren que van en serio.

—Al margen del fútbol, también quiere que vuelva la Vela.

—La Copa América fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de los valencianos. Cuando vieron que el gobierno anterior perdía oportunidades de proyección y de mejorar su economía, se dieron cuenta de que íbamos camino a un proceso de decadencia y deterioro irremediable. La competición era de Valencia y los organizadores querían quedarse aquí pero los gobiernos autonómicos y locales de la izquierda bajaron los brazos y dejaron pasar ese barco, nunca mejor dicho.

María José Catalá muestra el bonsai que le regalaron los afectados por el incendio de Campanar durante la entrevista con ABC mikel ponce

—Ahora tenemos un competidor.

Sí, Barcelona, a quien desde el Gobierno central sí le han otorgado la condición de acontecimiento excepcional de interés, no como a Valencia con la Capitalidad Verde Europea. Pero vamos a pelearlo ya que consideramos que tenemos el mejor campo de regatas y pensamos que nuestra vocación con los deportes náuticos es innegable.

—Valencia es una ciudad de deportes.

—Exacto, tenemos acontecimientos deportivos que se han salido del mapa como el Maratón, que atrae un turismo de calidad, sano y que no genera problemas de convivencia. Ahora hemos tenido la fase de grupos de la Copa Davis pero queremos más y este gobierno conseguirá que la final no se vaya a otra ciudad española.

—¿En el Roig Arena?

—El Roig Arena va a representar un antes y un después en la historia deportiva y cultural de la ciudad.

—Menciona el turismo en una tesitura de aumento considerable de la llegada de visitantes. ¿Está Valencia en un buen momento?

—Hemos logrado formar un clima de normalidad y al mismo tiempo frenar la tendencia a la turismofobia por dos razones: una, porque los valencianos son muy conscientes de que es un sector fundamental en nuestra economía y que hay muchas familias que dependen de él; y dos, porque hemos demostrado los líderes locales y autonómicos que hay alguien al frente dispuesto a ordenar un turismo de calidad.

—El problema de los apartamentos turísticos ilegales está ahí.

—El gran problema es la actividad irregular, no la legal. Anteriormente no había equipos de inspección, Joan Ribó en ocho años no hizo absolutamente nada para combatir la actividad irregular. No había ordenanza y solo se tomó una medida en 2018 que fue un error y fue autorizarlos en bajos comerciales.

—¿Qué propone su gobierno?

—Nosotros hemos puesto en marcha una moratoria de licencias que nos permita fotografiar los barrios para saber dónde hay exceso, como por ejemplo en Ciutat Vella, donde no se van a dar más. En segundo lugar, hemos incrementado en un 454% las inspecciones de apartamentos turísticos, tanto que en el primer semestre de 2023 hubo 48 y en el de 2024 ya se han registrado 266. Además, en 2022 se levantaron 73 actas y este año ya llevamos 449 y hemos emitido 278 órdenes de cierre directo.

—Es un problema que se agudiza en el centro de la ciudad.

—La izquierda convierte los centros de las ciudades en lugares sólo aptos para turistas y franquicias, es lo que ha pasado aquí en los últimos ocho años, en los que los vecinos de Valencia no podían acceder al centro porque se habían eliminado hasta siete líneas de autobús de la EMT que ahora han vuelto. Y además no protegieron al comercio tradicional, por lo que hemos iniciado un proceso de autoestima y liderazgo para relanzar nuestra ciudad y conseguir un turismo de calidad en consonancia a nuestro patrimonio y atractivo cultural, como la segunda pinacoteca más grande de España, el Centro de Arte Hortensia Herrero, por ejemplo.

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