A juicio dos clientes por un ataque racista a un conductor de Cabify: «Imitaron gestos de simio»
La Audiencia de Valencia juzga a los procesados por delitos de odio y amenazas contra un hombre negro que trabaja como chófer, para los que la Fiscalía pide un año y tres meses de cárcel
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La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia juzga este próximo jueves a dos clientes de la aplicación Cabify acusados de delitos de odio y amenazas por presuntamente increpar con insultos racistas y amenazar al chófer del coche de alquiler en el que viajaban.
Los hechos ocurrieron a la una de la mañana del pasado 16 de abril de 2023 cuando, según detalla la Fiscalía, los procesados circulaban a bordo del coche que conducía la víctima, una persona de piel negra, y se dirigieron a él en tono de burla y haciendo gestos que imitaban a un simio.
De acuerdo con el relato que ofrece la calificación fiscal, los acusados - «llevados por la intención de menospreciarle y vejarle» por su color de piel- le increparon y le comentaron en tono de burla que tenía el mismo nombre que una marca de lápices y que «menudo lapicero debía tener».
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A continuación, tras hacer gestos golpeándose el pecho y la cara imitando a un simio, le dijeron: «Negro de mierda, te vamos a follar, los negros tenéis la polla más grande que nosotros y si es así te vamos a reventar», siempre según la versión del ministerio público.
Ante esta actitud hostil, el conductor paró el vehículo en la calle Visitación de Valencia y no llegó a completar el trayecto. Los acusados prosiguieron con su actitud ofensiva a pesar de las recriminaciones de su amigo y tercer ocupante del vehículo, que les conminó a que depusieran su actitud al ver la reacción del chófer, que paró el coche diciendo que estaba muy asustado y que denunció los hechos el mismo día que sucedieron.
Los encausados habrían amenazado al conductor con agredirlo sexualmente y pegarle, según la Fiscalía, que solicita de forma provisional una pena de prisión de un año y tres meses por un delito cometido con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas garantizadas por la Constitución y otro delito de amenazas.
Junto a la pena de cárcel, requiere para los acusados el pago de una multa de 3.000 euros, además del alejamiento respecto de la víctima a una distancia de 500 metros o comunicación con ella por tiempo de seis meses. En concepto de responsabilidad civil, reclama una indemnización conjunta y solidaria para la víctima de 6.000 euros por el daño moral ocasionado más los intereses legales correspondientes.
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