Malversaciones Sánchez SL

José Luis Torró

VALENCIA

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06/05/2023 a las 14:36h.

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Pedro Sánchez (presidente del Gobierno de España por la gracia de aquellos a los que ha concedido todas las prerrogativas que le han exigido y exigen), nos tiene demostrado por activa, pasiva y perifrástica que su capacidad de tergiversación de los hechos es ya tan proverbial como descarnada y descarada.

Si la Comisión Europea le da un tirón de orejas a su gobierno por la rebaja penal que decidió del delito de malversación –una más de las exigencias de los separatistas catalanes que cumplió al dictado y pie de la letra–, el presidente le da la vuelta a la reprimenda comunitaria y, con un par, lo que es admonitoria rectificación lo convierte en ratificación, para él digna de aplauso.

Sintiéndose tan complacido de su gestión no duda en autoadjudicarse elogios, haciéndose acompañar por el coro de la capilla de ministrillos que le cantan lo bueno y sabio que es su señor. Los periódicos del movimiento sanchista empujan, con el entusiasmo propio de toda subvención convenientemente aliñada, el botafumeiro. Y José Félix Tezanos, que no quiere quedarse atrás, hace magia potagia con los sondeos confirmándole como el número uno de las preferencias de todos los ciudadanos.

Quien malversó la seriedad, el rigor y hasta la autoría de una tesis doctoral sin ser castigado en el ámbito universitario, que al no hacerlo abjuró de sus competencias, ni siquiera vituperado en las urnas siendo tanta la desvergüenza, repetidas veces demostrada, de hacer lo contrario de cuanto dijo. «Con Bildu, no, y si quiere se lo repito veinte veces». Y con los que terminó pactando. Al igual que hizo con la 'podemía', la que nos iba a tener a los españoles insomnes y sin pegar ojo. Casi que mejor seguir despiertos del todo, porque a poco que te duermas se te cuela un ocupa en tu casa con la Ley de la Vivienda en la mano como mejor aval.

Fueran tantas las mentiras y trolas endilgadas que se creyó imbuido de un aura de imbatibilidad, de superioridad moral y hasta de guapura y donaire. Siendo tantas las virtudes y dones como cree atesorar, su egocentrismo narcisista le lleva a hacer, deshacer, decir y contradecirse cuando y cuanto sea necesario y conveniente para sus propósitos de poder mantenerse como inquilino en La Moncloa y con kilométrico para el Falcon.

Malversaciones Sánchez SL no es, por más que pudiera parecerlo, la denominación de una empresa con la que hacer negocio con el rey de Marruecos o el Tito Berni. No. Su verdadero sentido es 'Sin Límite', el que no conoce nuestro todavía presidente.