La inflación echa de España a más turistas británicos que las nuevas exigencias del post-Brexit
Los precios frenan más las visitas desde el Reino Unido que el requisito de gastar cien euros al día al pasar a ser territorio Schengen y ya buscan reservas 'low cost' de otoño e invierno
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Los efectos del post-Brexit en el importante mercado del turismo británico para España tienen un nulo impacto por ahora, pero en cambio, la inflación desbocada actualmente sí retrae a los visitantes del Reino Unido, que miran más bien las reservas más económicas de otoño e invierno.
«Han subido los precios de todo, de los vuelos, pero como hay un buen vínculo con España, los británicos formamos una comunidad muy grande en la costa y, por supuesto, en Benidorm, que siempre es un imán, atrae familiares, amigos, etcétera, aunque de turismo no suelen venir en agosto, porque hace demasiado calor y somos mucho de 'low cost'«, explica Karen Cowles, presidenta de la Asociación de Comerciantes Británicos de Benidorm.
Entre sus compatriotas, se suele decir que les gustan sobre todo los meses de los «pájaros«, del frío (septiembre-octubre-noviembre, más que encajar en el perfil típico de turista de vacaciones a partir de abril, mayo y junio. »Las empresas y negocios especializados en británicos suelen tener un bajón en estas fechas, que vienen más franceses, italianos, holandeses. Este año, además, con la subida de tarifas generalizada, esa tendencia se ha agravado, aunque el sector en Benidorm y la Comunidad Valenciana ha disfrutado del primer lleno en 30 meses durante el pasado puente del 15 de agosto, gracias a esos otros mercados emisores.
«La prensa británica no ayuda»
«Algunos muchas pegas y la prensa británica no ayuda, cuando alertan de que tienes que tener dinero en el banco, pero la verdad es que si has contratado una semana de vacaciones en un hotel con todo incluido, no te van a pedir que justifiques si gastas cien euros al día; es diferente cuando se trata de un joven que viaja con billete de ida solamente, pero en las aduanas son profesionales y saben lo que tienen que buscar, a quienes vienen de incógnito a vivir en casa de un amigo«, detalla Cowles.
Se refiere al nuevo estatus del Reino Unido, considerado administrativamente ahora como territorio del Tratado de Schengen, tras el Brexit. «Siempre hemos estado en la Unión Europea, había una total libertad de movimientos, y ahora somos un tercer país, pero la gente sigue viniendo, para el próximo otoño hay buenas perspectivas, las personas se han olvidado de la pandemia, no sé si eso es bueno o malo, porque siempre conviene tener un poco de cuidado«, recomienda la portavoz del comercio británico afincado en la capital turística de la Costa Blanca.
Y lo dice con conocimiento de causa, porque desafortunadamente ha tenido una mala experiencia reciente con el Covid-19 en su entorno cercano.
En cuanto al requisito nuevo de exigir un gasto mínimo diario de más de cien euros durante la estancia en España, Cowles subraya que desde siempre «han podido exigirlo a turistas de cualquier tercer país, aunque algunos británicos se lo están tomando como algo que se hace para ellos (incluso como que no quieren que estén aquí), pero en cualquier departamento de inmigración en el aeropuerto te pueden preguntar si tienes billete de vuelta«
A fin de cuentas, la normativa para los países Schengen está en vigor desde hace mucho tiempo y los controles se hace de forma aleatoria, «no van a exigirlo para todas las personas», sino a unas pocas al azar, «para tener un control de las fronteras, lo hacen igual en Estados Unidos, en Australia... pero un periódico británico los asusta a todos», señala.
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