«La más fría y sin agujero»: las dos maneras de pedir cerveza de los españoles que irritan a los camareros
El influencer valenciano Jesús Soriano pone el foco en las bromas de los clientes y la falta de empatía en los establecimientos hosteleros
«Si sólo mean, un euro»: un cartel desata la polémica por el uso de los lavabos en los bares
![Imagen de un camarero portando una cerveza de una terraza de Alicante](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/espana/2024/01/03/cerveza-bares-camareros-RDebpC1cPk08XzmSwffs8EO-1200x840@abc.jpg)
En España se consumen cada año 800 millones de litros de cerveza, sorbo arriba sorbo abajo. Las estadísticas sitúan a nuestro país a la cabeza de las clasificaciones internacionales de los amantes de esta bebida alcohólica.
Entre tanta caña y espuma, el ritual del consumo de cerveza lleva aparejados ciertos clichés de los clientes que irritan a los camareros. Entre todas las chanzas que se emplean a la hora de pedir cerveza en los bares hay una que molesta especialmente a los clientes de la hostelería, hastiados de que los clientes les espeten aquello de «tráeme otra que este vaso tiene un agujero».
Cada persona bebe en España de media, 58 litros de cerveza al año, según los últimos datos de la patronal de los fabricantes. En Europa, solo en Alemania se registra un consumo superior.
El influencer valenciano Jesús Soriano ha puesto de nuevo el foco en las bromas que tienen que soportar quienes despachan tras el mostrador a través de su perfil oficial de Soy Camarero en las redes sociales. Con todo, no faltan quienes relatan casos en los que en realidad sí había una grieta por la que se escapaba el líquido.
Al margen de la cantinela del vaso agujereado, hay otra frase que enoja especialmente a los trabajadores del sector: «Ponme la cerveza más fría que tengas».
— Soy Camarero (@soycamarero) January 2, 2024
Jesús Soriano, erigido en el defensor de los camareros en particular y del ramo de la hostelería en general a través de sus cuentas con cientos de miles de seguidores ha reparado también en el caso de un establecimiento que «no permite prisas» a sus clientes, toda vez que «la comida no viene en lata». Un aviso a navegantes de hasta dónde llega la paciencia de camareros y cocineros: «Relájese que está de paseo y gracias por su visita».
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