El último liberal
Pampols y Heston en Kartum
«Más allá de las ocurrencias políticas que puedan funcionar en otros territorios, los valencianos esperamos la aprobación de unos presupuestos que faciliten la reconstrucción»
El vicepresidente segundo y conseller para la Recuperación Económica y Social, Francisco José Gan Pampols
Un militar de reconocido prestigio, ya retirado, es llamado para una misión crucial para su patria. No será una tarea fácil y, con toda probabilidad, no podrá contar con el apoyo directo de los suyos. Podría ser la historia del nuevo vicepresidente del gobierno valenciano, el teniente general Francisco José Gan Pampols, nombrado por el presidente Mazón como el encargado de la reconstrucción tras el desastre de la DANA.
Sin embargo, las dos primeras líneas de este artículo no se referían a la política valenciana, sino a la sinopsis de la película Kartum, en la que Charlton Heston interpretaba al general Gordon, un militar enviado a defender la ciudad de un ataque liderado por un visionario que había proclamado la guerra santa contra los infieles. Al igual que Gordon, Gan Pampols se ha adentrado en la boca del lobo sin un ejército a su mando y, en estos momentos, sufre cierto distanciamiento por parte de sus compañeros de gobierno, quienes consideran que algunas de sus recientes declaraciones han sido desleales.
Su nombramiento no estuvo exento de polémica desde el primer momento. La oposición cuestionó si tenía sentido que Gan Pampols recibiera en su nuevo puesto el mismo sueldo que cobraba anteriormente. Algo llamativo, sobre todo teniendo en cuenta que, como todo el mundo sabe, los políticos de izquierda siempre renuncian a sus salarios cuando asumen responsabilidades públicas. (Obviamente, esto es una ironía). Si en lugar de un general hubiesen fichado a expertos en logística de Mercadona, seguramente habrían tenido que pagar incluso más para igualar sus salarios. Pero ya sabemos que el mantra de que «los políticos cobran demasiado» se repite una y otra vez desde el desconocimiento.
Algunos asesores advirtieron a Mazón de que colocar a un verso libre sin experiencia en la política del barro era arriesgado. Sin embargo, su nombramiento fue un golpe de efecto. Aunque quizá ese efecto se ha diluido al verse sus escasos resultados en los primeros meses. De hecho, el retraso de más de tres meses en la primera reunión oficial entre Gan Pampols y José María Ángel, su homólogo en el Gobierno central, evidencia que las cosas no están funcionando con la fluidez esperada.
Espero que en esa reunión ambos técnicos acordaran centrarse exclusivamente en la reconstrucción y dejar las guerras políticas y la búsqueda de chivos expiatorios a los partidos que los han colocado en sus puestos. Porque parece evidente que, para sus jefes, lo prioritario es la batalla por el relato y la búsqueda de culpables.
La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, pide ahora rebajar la tensión, aunque, al mismo tiempo, continúan los ataques contra Mazón y la organización de manifestaciones en su contra. Al fin, Mazón ha comprendido que es más fácil que los orcos de Mordor respeten un acuerdo de caballeros que los socialistas. Quizá por eso le incomoda que Gan Pampols no haya despertado aún a esa realidad.
Pero no hay que olvidar otro factor en la ecuación: Vox. Están ansiosos por justificar su negativa a apoyar los presupuestos de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, han descubierto que no es fácil vender la idea de que votarán en contra por el apoyo del PP a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Tal vez por eso han aprovechado unas declaraciones de Gan Pampols, en las que afirmaba que no veía mal una regulación de inmigrantes, para lanzar sus ataques contra él mientras se golpean el pecho con fingida indignación.
Más allá de las ocurrencias políticas que puedan funcionar en otros territorios, los valencianos esperamos la aprobación de unos presupuestos que faciliten la reconstrucción. Porque lo que es seguro es que del Gobierno socialista no llegará mucha ayuda.
El general Gordon murió en Kartum luchando hasta el final con la pistola en la mano. El ejército de rescate llegó dos días tarde. No espero que Gan Pampols deba hacer ese sacrificio final, pero sí me gustaría que sea consciente de que, aunque su misión es la reconstrucción eficaz de las zonas afectadas, debe mostrar lealtad con los suyos y evitar caer en cada una de las trampas que la oposición le pone en el camino.
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